El viento azotaba con furia las puertas de todas las casas de Manhattan, y la lluvia caía sin piedad sobre la cuidad y los pocos peatones que se atrevían a atravesar las empapadas calles con nada más que su paraguas.
Una chica alta de cabellos rubios platinados trataba de entrar en un atestado restaurante para protegerse de aquella tormenta, pero las personas allí dentro empujaban sin muchos miramientos a quien intentara ocupara su lugar. La chica no tuvo más opción que salir y correr en pro del viento, adentrándose en la oscuridad de un callejón.
Su paraguas se bamboleaba con viento causando que se mojara con las frías gotas de lluvia. Cerca del callejón de encontraba una pequeña tienda de antigüedades que aun permanecía abierta.
Ella se aproximó rápidamente allí, tropezando de vez en cuando con los tacones de sus botas. En las vitrinas lustradas se podían observar muchos artículos antiguos, como viejos relojes, un tintero del cual salía una gran pluma plateada, un pergamino enmarcada en un lindo cuadro con bordes de madera y oro. La chica la puerta esperando una pronta respuesta, pero nadie dentro pareció notarlo. El viento era cada vez más potente. Pasaron los minutos y, aunque las luces del viejo local estaban encendidas, nadie estaba a la vista. Más allá ella podía vislumbrar un mostrador, y detrás de él una vieja y arrugada señora, cuyos cabellos negros ya empezaban a llenarse de blanco.
Tocó con más insistencia, pero la anciana no se inmutó.
Una vieja Ford de color azul desgastado se estacionó frente a ella, y el conductor bajó la ventana, revelando a un chico joven con cabello café y anteojos. Ella se sonrío, y sin pensarlo dos veces abrió la puerta y se sentó a su lado.
-Y llega mi príncipe al rescate -recitó teatralmente la chica-. ¿Cuando volviste, Connor? No me llamaste. Te dije que me llamaras, ¿A caso sabes cuán preocupada estaba? Casi morí...
-Por falta de oxígeno ¿cierto? -el chico, Connor, le dirigió una sonrisa-. Veo que aun no te has sacado esa radio vieja de la garganta ¿eh? -dijo golpeando suavemente su hombro.
Elle y Connor fueron amigos desde siempre, sus madres eran vecinas. Dos madres solteras viviendo en el 80 Metropolitan Condo, embarazadas solo por algunos meses de diferencia. Tal ves tendrían muchas cosas en común, había pensado Elle, luego de había reído de su tan obvia observación. Connor había nacido primero, solo seis meses antes que Elle, pero él siempre se lo restregó en la cara dese que tenía siete años. Connor se dedicaba a hacer pequeñas bromas acerca de sus meses de diferencia, pero nunca fue cruel. Él siempre quiso ser mayor para poder protegerla, era como su hermana menor, y ella lo apreciaba mucho. Crecieron juntos, fueron a la escuela juntos y ahora estaban a punto de terminar la secundaria juntos.
-Creí que volverías hace una semana -preguntó Elle ahogando una réplica-. Claro que, no siempre conoces al hombre que fue hasta hace unos meses fue un amorfo dibujo de cinco palitos y un circulo por cabeza. De eso pregúntenme.
La boca de Connor de curvó en una pequeña sonrisa. -Aunque yo hubiese preferido que siguiera siendo solo palitos y un circulo. -soltó mientras arrancaba la camioneta.
La preocupación de instaló en cara de Elle. Desde niño él siempre quiso un padre, cada vez que iba al la escuela se quedaba mirando cómo los demás padres se despedía de sus hijos con un beso en la frente o alborotando su cabello. Elle se quedaba a su lado de pie mirando las hojas siendo movidas por el viento o sentada en el pasto cerca de un árbol, mirando de lejos e imaginándose cómo en silencio pedía que algún día su padre lo llevara a dar un paseo y alborotara su cabello como aquellos padres a sus hijos.
-¿tan malo fue? -preguntó suavemente Elle.
Connor no despegó los ojos de las inundadas calles de Manhattan, pasábamos por la quinta avenida, justo en frente de Central Park. Él aparcó el auto sin decir palabra.
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The Killing |Pausada|
AksiEres mía, Elle. Y si no eres mía no serás de nadie... ----------------------------------------- Esta historia es cien por ciento de mi autoría, queda terminantemente prohibida la copia total o parcial de la misma, o compartir o expedir su contenido...