DESADAPTADOS || JUNGHOPE || OMEGAVERSE

Capitulo 2 - Error de construcción

Hoseok estaba en el balcón de su habitación, mientras miraba su celular en el fresco de la noche.

Hacía un calor infernal dentro de casa, por eso no era de extrañar que se encontrase solo con unos pantalones cortos de estampado colorido y una camisa de tirantes blanca.

Afortunadamente no había mosquitos cerca, el repelente que había comprado su mamá le había sido de mucha ayuda.

Deslizaba su dedo índice sobre la pantalla, revisando todas las publicaciones que aparecían en su inicio de Facebook.

Un crujido al otro lado del balcón hizo que elevara la vista de forma rápida, y al hacerlo solo se topo con la habitación de Jungkook con la luz encendida. A Hoseok le resultaba muy incomodo el que su propia habitación tuviera la vista directa de la habitación de Jungkook. Por eso mismo a veces evitaba salir a su balcón, y esto solo le confirmaba que la construcción de las casas era una completa mierda.

Cuando era pequeño había sido muy divertido estar tan cerca de su vecino de su misma edad, pero ahora era un dolor de cabeza.

Aun así, esperaba que Jungkook se diera cuenta de su presencia, por alguna razón se sentía extraño ser ignorado por aquel chico mientras estuviesen en el mismo lugar. Por eso Hoseok siempre intentaba llamar la atención de aquel alfa, esperando irritarlo lo suficiente como para empezar a pelear.

Pero esta vez era extraño hacer que Jungkook notara su presencia. Por lo que se quedo en silencio e intentaba centrar toda su atención a su teléfono celular. Pero era como ignorar un panal de abejas quemándose, algo muy dentro de él tenía la necesidad de ver al alfa.

Era irritante que por más que luchara consigo mismo para no verlo, sus ojos siempre volvían a la silueta de Jungkook, quien hasta ahora no se había percatado de él. ¿Y como podía hacerlo?, ¿Cómo podía culparlo?, Si hasta ahora Hoseok había preferido estar a oscuras en el balcón, pero en estos momentos se arrepentía de ello.

Jungkook se movía de un lado a otro, como si buscara algo dentro de su habitación. Cuando pareció encontrarlo lo lanzó hacia su cama, desde lejos solo era una masa blanca, luego lanzó otra con mayor tamaño y esta vez era de color oscuro, perdiéndose casi por completo en el color morado oscuro de sus sabanas.

Jeon se acerco a su cama viendo las cosas que había lanzado, y luego de unos segundos tomo las orillas de su camisa, empezó a elevarlas al mismo tiempo que flexionaba sus brazos para quitársela.

En definitiva Hoseok no debía de estar viendo eso, se sentía incorrecto, pero algo dentro de él le impedía quitar la mirada del estomago de Jeon, era delgado, pero entre más subía sus ojos, empezaba a ver como los brazos del chico al igual que su pecho y espalda eran un poco más robustos.

¿Por qué se le ocurre quitarse la ropa con las cortinas y ventanas abiertas?

¿Dónde esta el pudor?

Jeon se dio media vuelta para regresar por algo a su armario, por lo que dejo ver a su vecino su espalda y su otro perfil. Pero la expresión de Hoseok cambió al notar una mancha oscura en el otro brazo de Jungkook, cuando eran chicos nunca había visto que tuviera una marca de nacimiento tan grande, y menos con una forma tan extraña.

¿Acaso se tatuó?, ¿Cuando?, ¿Su mamá lo sabe?

¿Con quién se lo hizo?, ¿Quién más lo sabía?

Jeon regreso y empezó a desabrocharse el cinturón de su pantalón. Y fue ahí cuando la respiración de Hoseok se cortó de golpe.

— ¡Cierra la maldita cortina! — Grito Hoseok a todo pulmón, se sentía molesto ¿Cómo se le ocurría a Jungkook pensar que quería verlo así?

El grito hizo saltar a Jungkook, soltando rápido la hebilla de su cinturón y girando en dirección de Hoseok.

Su mirada se endureció.

— ¡Eres un maldito pervertido!

Desde lejos Hoseok pudo ver como Jungkook pareció contenerse más insultos, pero los calló con un suspiro de hartazgo, y llevo su mano hacía su cara, ocultándola por unos segundos.

— ¡¿Yo?! ¡Mira quien se esta desnudando con la cortina abierta!

Jungkook no se molesto en ponerse la camisa y solo se acerco al balcón para que Hoseok lo escuchara mejor. Se apoyó sobre el barandal y se limito a ver a Hoseok en las penumbras.

Hoseok frunció el ceño y soltó un suspiro. 

— Estoy en mi cuarto, puedo hacer lo que quiera aquí. —Jeon tenía un punto, pero ahora estaba tan cerca que no había necesidad de gritar. 

Y por alguna razón eso hacía sentirse a Hoseok como una vulnerable presa.

— Entonces cierra la cortina, yo no quiero verte. — Se cruzo de brazos, y con sus manos intento abrazarse a si mismo.

— Tampoco pienses que hice un espectáculo para ti, vi todo oscuro de tu lado, ¿Cómo iba a saber que estabas ahí?

Hoseok tenso la mandíbula. — ¡Bien! Desde ahora voy a vivir desnudándome como loco del centro, sin que me importe a mi alrededor. Lo haré con las ventanas abiertas, en la calle, en la escuela, en los salones y en-

— ¡Ni se te ocurra!— El grito de Jeon hizo reír a Hoseok, en especial por la expresión de molestia que tenía. Su cara se había puesto roja hasta sus orejas, y agito su mano derecha en negativa.

Una sonrisa llena de satisfacción se mostro en el rostro de Hoseok, dejo de abrazarse a si mismo, se levanto de la silla en la que estaba y camino hasta apoyarse en el barandal de su balcón.— ¿Porqué? Ni pienses que voy a hacer un espectáculo para ti.

— Eres una puta mierdecilla problemática... — Jungkook apretó el barandal, y se quedo viendo a Hoseok directamente a los ojos, pero cuando pareció que este ultimo no se iba a arrepentir de lo que había dicho, puso los ojos en blanco. —Bien, tú ganas, cerrare las cortinas, y tendré cuidado de que ningún enfermo me mire.

El ultimo insulto fue lo que de verdad le caló a Hoseok, en especial por que Jeon le dedico una mirada como si fuera superior, por lo que Hoseok bufó — Hablando de enfermos... Ve a revisarte esa mancha que tienes en el brazo, no queremos que tu mami se preocupe por ti, Kookie. — El rostro de Jungkook palideció al escuchar aquello. — ¿Qué pasa? ¿Te asusta decirle? quisa yo debería de hablar con ella, digo, para que tú no te estreses.

— Eres insoportable. Por esas tonterías no tienes ni quien te aguante. — Dicho eso dio media vuelta y comenzó a caminar hacía adentro, cerrando su cortina y ventana de paso, aun así, Hoseok pudo oler el característico aroma de cuando Jungkook se enojaba.

Olía a quemado. 

Hoseok había ganado esta vez, por lo que sonrió en grande.