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Ya se encontraba en el tequila, allí vio al chino, quien estaba en la barra en la que aún no había nadie, jugando con un vaso que estaba seguro que hacia un par de minutos.
-viniste-dijo sorprendido dándose vuelta, sonriendo, haciendo que sus ojos sean casi inexistentes en su cara
-pues claro chaval- se sentó a su lado devolviéndole la sonrisa
-vamo' a tomal algo anda- levanto el brazo llamando al bar tender- una botella de whisky
-hace mucho no venía a uno de estos
-pue clalo, si venias hace 80 año' cuando todavía tenía lodilla pa' caminar
-que cabron- susurro soltando una risa- soy más beber solo
-pelo así no puedes ligal con señolitas-bromeo, picando un poco el costado del más alto, aunque saco las manos rápidamente porque el mismo las aparto a cachetazos
-joder que dices chaval- dijo soltando otra risa
Entonces el chico que atendía la barra trajo el whisky junto a dos vasos de shots, el chino no se gastó ni dos segundos en abrirlos y servir en los vasos, así fue durante toda la noche, llegaron hasta pedirse 5 botellas que variaban entre whisky y vodka. Entonces ambos se emborracharon, para chino era la primera vez que veía a armando así, para armando era algo de todos los días estar así, aunque sinceramente prefería la soledad de su despacho que el ruidoso ambiente de una discoteca, se cansó de eso a la hora, ni siquiera estaba lleno, pero para él era una barbaridad de gente gritando y bailando.
-chino, vamos-hipó- vamos afuera
-polque?
No respondió, solo tomo la muñeca de Yun y lo guio fuera del local, por fin respirando su ansiado aire libre de porros o humo de cigarro barato. No tardaron en sentarse en el cordón frente al tequila, armando saco un cigarrillo y con tranquilidad lo encendió.
-chino- hablo acercándose a él, aun se sentía muy mareado y no estaba del todo en sus cabales
-qué te pasa almando? - al contrario que el mencionado, se alejó un poco, con las mejillas algo rojas
Tomo una de sus mejillas, quedándose en silencio mientras que poco a poco se acercaban, besándole repentinamente, aun se sentía mareado, pero no se sentía mal, tal vez, solo tal vez, los labios de Yun eran mágicos.
-Almando... yo...- el mencionado cree que nunca había visto los ojos de yun tan abiertos
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