La fiesta había concluido, Morrigan y Stolas se despidieron, ella agotada por la noche volvió a su cuarto a caer en manos del Morfeo. La mayoría de los invitados se habían ido, pero aún se escuchaba algo de bulla en el salón de juegos de Malphas, se había aprovechado de la ausencia de su esposa para jugar unas cuantas partidas de apuestas con algunos invitados importantes, algo que era su vicio desde hace tiempo. Todos derrochaban su dinero mientras se embriagaban en los más finos destiles de vino, cigarrillos y algunas líneas de azúcar.
-Lo siento amigos, escalera de reinas, confórmense con verme ganar -Malphas estaba arrasando en la mesa de apuestas.
-Si qué quieres hacernos enojar, Malphas -Comentó uno de sus amigos.
-Tú decidiste jugar, no me culpes por tus pérdidas -Dio una sonrisa orgullosa -Pasemos a la siguiente ronda, prepara la mesa Imp.
-Veremos si la suerte siempre estará de tu lado -Paimon apareció con un maletín lleno de dinero.
-No es suerte, es estrategia, querido primo -Malphas se limpiaba su pico.
Ambos comenzaron a tener sus cartas en la mesa y la apuesta comenzaba a llenarse de monedas, objetos valiosos, hasta contratos.
- ¡Vaya!, realmente Naberia no logró quitarte el vicio ¿eh Malphas? -Sonrió Paimon.
-Como si fueses un ángel, Paimon -Malphas veía con atención sus cartas.
Malphas había ganado la partida, todo lo apostado se fue a su lado y fue recogido por sus sirvientes, mientras celebraba su triunfo sobre Paimon, aunque estaba a punto de ponerse cada vez más arriesgado, una vez que Malphas siente el éxtasis de arriesgar y ganar, no había quien lo detenga. Para un momento de la noche, todos los de la habitación estaban borrachos, desmayados o con pequeñas convulsiones por el polvo de hada en su ser.
-Que los sirvientes de cada uno se encarguen de que lleguen a sus hogares -Ordenó Malphas.
- ¿No te preocupa la salud de ellos? -Preguntó Paimon bebiendo algo de vino
-Saben con que se envenenaban el cuerpo, no es mi problema, es más, sé que vendrán de nuevo por más -Bebió también Malphas
- ¿Qué pensará Naberia si se entera lo del ...?
-Yo no compro el Angel Dust, lo trajo un amigo de codicia, y sí que estaba buena -Malphas dejó su copa en la mesa - ¿Por qué viniste? Tú no apuestas como yo, se me hizo extraño.
-Quisiera apostar contigo, es casi lo único a lo que le tomas seriedad -Paimon mostró un bolso de dinero abierto.
-Será el último juego de la noche -Malphas se puso serio -Pero no solo el dinero, quiero una apuesta arriesgada, que me dé tanto miedo que quiera jugarlo.
-Elige, o ¿quieres que lo haga yo? -Dijo confiado Paimon
- ¿Qué tal el compromiso de tu hijo? -Sonrió Malphas -Quisiera saber cómo terminarías si ese compromiso se rompe, será divertido. Aunque, no solo yo debo de disfrutar esta apuesta ¡fufu! -Rio Malphas
- ¡Eres un canalla! -Respondió Paimon - ¡Mmm, ya sé! ¿Quieres un riesgo? apuesta tus escrituras financieras.
- ¡¿Disculpa?! ¿Crees que estoy lo suficientemente drogado para apostar algo así? En tus sueños.
- ¿Por qué no? Yo arriesgaría un pacto relacionado con el destino de mi descendiente y tú el sustento de tu familia -Paimon se acercaba a Malphas - ¿Por qué no tomar ese riesgo? ¿eh?
-No lo haré -Interrumpió Malphas -Sin esas escrituras, nos quedamos sin nada.
-Pensé que deseabas un riesgo tan grande como para jugar -Paimon caminaba alrededor de la silla de Malphas -Tienes la mente algo retorcida, Malphas, sufrir es lo que te gusta, pues imagina cuanto sufrirías si llegas a perder.
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La damisela Goetia
Fanfiction"La vida de una princesa no es un cuento de hadas"... Morrigan Ars Goetia,prima lejana de Stolas, tenía eso muy claro desde el día en que le dijeron que su amor nunca sería correspondido.