Maratón 3/4FREEN
Si un día me dijeran que me despertaría a las 5 am durante las vacaciones, creo que me reiría fuerte en la cara de esa persona. Pero aquí estaba yo en el mercado media despierta, ni siquiera podía decir si había salido el sol o no porque todavía estaba oscuro pero el mercado ya estaba lleno. A diferencia de mí, Becky parecía estar en muy buena forma y de buen humor. Creo que fue lo único que me llamó la atención cuando me desperté.
-Becky... ni siquiera desayuné...- me quejé, tirando de su camisa mientras ella seguía caminando como si yo no existiera. En cambio, miró las verduras que estaban esparcidas sobre la mesa y preguntó a los comerciantes por el precio.
Hice un puchero al ver que a ella no le importaba un carajo y yo estaba mega sensible temprano en la mañana. O terminaría llorando o volvería a la cama, excepto que no quería hacer una escena frente a estas personas y no podía volver a nuestra casa.
Así que fui y me senté, arrastrando los pies por el suelo y la cabeza hacia abajo al banco donde había basura tirada.
-Bien, quédate con tus extraños vegetales mientras me muero de hambre- murmuré sin dejar de mirar mis pies descalzos ya que llevaba sandalias. Menos mal que no hacía calor y que el lugar donde estaba sentado estaba bastante tranquilo.
Estaba sentada allí jugando con mis pulseras cuando una mano se extendió hacia mí sosteniendo una bolsa que desprendía un buen olor que instantáneamente hizo gruñir mi estómago. Levanté la cabeza queriendo ver quién era mi salvador y vi a Becky con la misma expresión en su rostro que cuando estaba enseñando.
¿Dónde se había ido su maldita alegría de vivir?
-Compré una variedad de cosas, algo para todos los gustos. Mientras comes, iré a buscarnos un café- al ver que no me movía, me tomó de la mano obligándome a tomar la bolsa antes de darse la vuelta y se dirigió a una minivan que hacía café filtrado a mano. A pesar de su tono frío, lo encontré lindo para alimentarme.
Después de disfrutar mi desayuno, terminé con una fruta exótica que definitivamente se convertiría en mi favorita. Me sentí llena de energía y no perdí el tiempo pasando entre los mostradores admirando las frutas y verduras, la ropa y las artesanías. No pude evitar hacer algunas compras a pesar de que no era una compra compulsiva, pero sabía que más tarde me arrepentiría de no haber traído algunos recuerdos conmigo.
Me llamó la atención un joven que vestía una camiseta blanca con una cuchara en la mano. Estaba gritando para que la gente se acercara a él y estaba funcionando ya que había varias personas de pie a su alrededor.
Siendo curiosa acerca de lo que estaba haciendo, me acerqué a la mesa de metal para encontrar una enorme olla empotrada en ella. Había una especie de pasta de color dorado, parecida a la de la miel. Removió el palo de madera con mucha fuerza porque la pasta pareció solidificarse. Un papel escrito en Tailandés estaba pegado a la columna de madera que sostenía la marquesina del mercado. Entonces aprendí que era azúcar de palma que se formaba en bolitas y se comía como postre.
-¿Quién quiere probar? ¡Es gratis para todos!- él fue la primera persona en hablar Tailandés correctamente desde que llegué a la ciudad. Conociendo mi lado aventurero, quería levantar la mano para ser voluntaria, pero no estaba sola, tal vez Becky tenía cosas que hacer en lugar de verme hacer postres Británicos.
-Ve a probar si te apetece, te guardaré las bolsas- me sorprendió que tuviera que girar la cabeza para asegurarme de que era Becky quien me hablaba.
-¿Estás segura?- ella asintió y le di mis bolsas. Me abrí paso entre la multitud muy emocionada mientras levantaba la mano.
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LUJURIA || FREENBECKY (G!P)
De TodoComo estudiante de último año de literatura, Freen Sarocha era la chica que todos deberían conocer. Ella es sexy, hermosa, carismática y casi perfecta. De hecho, estaba lejos de ser la estudiante trabajadora, pero siempre se salía con la suya todos...