𝙃𝙖𝙠𝙚𝙧 (𝙅𝙚𝙛𝙛𝙏𝙖)

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Jeff sonrió ladino, su plan estaba llenado de maravilla, quería mandar todo a la mierda y follarlo ahí mismo pero debía aprovechar la ocasión y esta ves sería suyo de una vez por todas.

—Jeff—Susurro Ta mientras empezaba a besar el cuello de Jeff quien recibía gustoso las caricias y besos que Ta le daba.

Una vez llegando a la casa de Jeff, ambos salien del auto sin querer dejar de besarse con hambre, los chasquidos eran un sonido glorioso a los oídos de Jeff, en un movimiento rápido lo estampó contra el auto haciendo que Ta suelte un gemido por el golpe.

Ta sonrió enredando sus piernas alrededor de la cintura de Jeff quien lo tomó con firmeza de su trasero apretándolo en el acto, entre tropiezos entraron a la casa.

—¡Follame de una puta vez!—Ta jadeó jugando con sus pezones ante la vista de Jeff.

—Cállate voy a meterte mi polla cuando sea el momento ahora, ¡cállate!—gruño abofeteándolo.

Jeff bajo sus besos por el cuello de Ta dejando mordidas y marcas dejaría su firma por todo aquel cuerpo, no olvido pasar por aquellos rosaditos pezones chupando y mordiendo dejándolos hinchados y rojos.

Ta era un manojo de gemidos estaba totalmente sensible ante los toques de Jeff se sentía totalmente maridado y con la mirada nublada.

—¿Que pasa angelito estás al límite?—Sonrió Jeff metiendo sus dedos a la boca de Ta mojándolo con la saliva de Ta.

—J-Jeff por favor—Susurro mirando hacia su costado—No grabes esto.

—¿porque no?, será un bonito recuerdo—Susurro en su oído pasando su lengua por la misma—ahora chúpame la polla para que todos vean lo zorra que eres.

Ta se levantó mientras se acercaba al miembro de Jeff pasando su lengua por toda la extensión sintiendo el sabor salado del órgano, jugó un rato su longitud antes de ponerla completa en su boca era tan grande que incluso su mandíbula dolía.

—No puedes más—Sonrió Jeff jalándolo de su cabello para que llegara más a fondo, Ta había empezado a manotear en busca de oxígeno—Eres un inútil—Dijo aventándolo a la cama.

Jeff se acercó a él besando aquellos glúteos perfectos y pasear su lengua por aquella apretada entrada.

Ta sintió un horrible dolor al ser penetrado de manera brusca por Jeff, sollozo mientras suplicaba por que se detuviera pero Jeff no lo escuchaba.

Después de horas de abuso Ta cayó desmayado, sonrió ante su logro y tomó la cámara llevándola a su habitación dejando a Ta encerrado en el cuarto de visitas.

(...)

A la mañana siguiente Ta se despertó con un horrible dolor de cabeza que apenas le permitía levantarse, cuando estuvo de pie cayó abruptamente por el dolor intenso en su espalda baja provocándole un sollozo, se arrastró hasta la puerta pero esta estaba cerrada con llave.

—¡Déjame salir!—Chillo golpeado la puerta pero no tenía respuesta.

Después de estar casi todo el día encerrado y sin encontrar una salida la puerta se abrió dejando ver a dos hombres de aspecto rudo, quienes solo le dejaron un plato de arroz y agua en el piso.

—¿Donde está Jeff?—Hablo levantándose—Díganle que me deje ir por favor.

Ambos sujetos solo se rieron y se fueron dejándolo solo, tomó el plato y empezó a comer con desesperación había estado todo el día sin comer y necesitaba probar bocado, cuando terminó se sentó en la cama no había nada que hacer o donde darse un baño.

Aún había rastros de sangre y semen en sus piernas, le preocupaba el quedar embarazado porque no sabía cuándo saldría de ahí y tampoco tenía su teléfono a la mano.

La puerta se abrió dejando ver a Jeff con una sonrisa.

—Hola cariño, ¿comiste bien?

—Jeff, déjame salir quiero irme a mi casa, quiero ver a mi madre—Susurro viéndolo como se mofaba de él.

—No cariño, de ahora en adelante vivirás aquí conmigo, espere tanto tiempo por tenerte conmigo—Sonrió acercándose pero Ta lo golpeo en el rostro e intento huir pero fue inútil pues Jeff muy molesto se levantó y lo golpeó repentinamente en el rostro.

—Y solo por eso no vas a comer por días, jodida perra—Gruñó escupiéndole antes de salir azotando la puerta.

Ta cayó desmayado por los contantes golpes que le había dado Jeff, tenía que escapar de ahí cómo diera a lugar.