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𝐵𝑢𝑔𝑎𝑚𝑏𝑖𝑙𝑖𝑎⎯⎯⎯

La bebé no había parado de llorar, Fusun Hatun estaba desesperada, no sabía que le pasaba a su hija, por más que intentará de todo no lograba hacerla calmar

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La bebé no había parado de llorar, Fusun Hatun estaba desesperada, no sabía que le pasaba a su hija, por más que intentará de todo no lograba hacerla calmar.

—— ¿Has intentado alimentarla? —— Pregunta Gülbahar

—— Si, pero no sé qué sucede, simplemente mi leche lo parece alcanzar —— Explico ya al borde de las lágrimas

—— No te preocupes, llamaré a una nodriza, en un rato que venga la doctora para que te examine —— Dijo con tranquilidad

El defecto de Fusun es que siempre se lograba poner tan nerviosa cuando no lograba hacer algo bien, por lo que se encontraba llorando hasta más no poder.

—— Fusun, tranquilízate, no todo está perdido —— Tranquilizó Gülbahar mientras abrazaba a su querida amiga

Poco a poco la muchacha lograba tranquilizarse, el cálido abrazo de su amiga y las caricias que dejaba en su cabeza le hacían poder calmarse poco a poco.

—— No te preocupes, Mehtap va a estar bien querida ——



Las risas no paraban de sonar por los aposentos del Şehzade Mustafá, reían tanto que ya podían reconocer quién era la persona con la que Mustafá se pasaba el rato

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Las risas no paraban de sonar por los aposentos del Şehzade Mustafá, reían tanto que ya podían reconocer quién era la persona con la que Mustafá se pasaba el rato.

—— Gracias Gülbahar, me estaba sintiendo algo agobiado —— Agradeció Mustafá con una sonrisa

—— No sé preocupe su Alteza, aquí estaré para poder alegrar sus días más estresantes y cansados ——

Mustafá le brindó una sonrisa aún más grande, por fin se sentía acompañado, pero por alguna razón sentía algo en su corazón, algo que le molestaba sin duda.

Unos toques se escucharon en la gran puerta de aquellos aposentos, suponiendo que era el mismo Sultán o un Príncipe, Gülbahar se hizo a un lado para poder hacer reverencia.

—— Adelante ——

Las puertas se abrieron dejando entrar al segundo Príncipe de la familia Imperial, el segundo hijo de la fallecida Sultana Hürrem.

—— Hermano, me enteré que irás de cacería con papá, ¿Podré ir yo también? —— Pregunto

—— Oh, Mehmed, no puedes ir todavía, aún eres menor —— Respondió enternecido

—— No es justo, tan solo nos llevamos un año ——

Las risas sonaron, la manera en que Mehmed actuaba era tierna. Cualquier Príncipe podría ir de cacería a después de los diez años, una regla que Suleiman puso por alguna razón.

Mehmed tenía diez años todavía, por lo que no podía ir de cacería aún mientras que Mustafá contaba con once años.

—— Me sentiré solo —— Dijo triste

Mustafá miro con pena a su hermano para después mirar a Gülbahar Hatun, que era una Daye para el.

—— No te preocupes Mehmed, mientras yo no esté aquí Gülbahar se va a quedar contigo —— Dijo con una sonrisa cómplice

Tanto Mehmed como Gülbahar se miraron sorprendidos, de inmediato la Hatun pidió disculpas por hacer contacto físico con el Príncipe.

Mientras que Mehmed había mirado a la Hatun, su belleza lo abrumó por completo, esbozo una gran sonrisa.

—— ¡Trato hecho! —— Exclamó con felicidad

“ Oh Allah ” Pensó la joven.



“ Oh Allah ” Pensó la joven

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—— ¿Así que tú cuidas de Mehmed? —— Pregunto la princesa otomana

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—— ¿Así que tú cuidas de Mehmed? —— Pregunto la princesa otomana

—— Si mi Sultana —— Respondió

La mirada de Hatice está vez era pesada, tanto que llegó poner incomoda a Gülbahar Hatun.

—— Me recuerdas a alguien, alguien que vivió aquí por unos años ——

—— ¿Alguien? ——

—— Si, a una mujer que llegó como una esclava igual que tú y que al final logro lo que ella se propuso —— Suspiro. —— Eres muy bella Gülbahar, deberías de aprovechar esa belleza —— Aconsejo

—— A veces la belleza puede llegar a ser la perdición de una mujer —— Pensó en voz alta

Rápidamente se disculpo cuando proceso lo que ella había dicho, pensaba en que recibiría un castigo.

—— Tienes razón querida, por eso aquella mujer termino perdiendo —— Dijo en un susurro acompañado de una macabra sonrisa

Aquella sonrisa hizo temblar a la castaña, algo podía decirle que ella había cometido algo horrible, talvez un asesinato, más no podía asegurar nada, le decían que la Sultana Hatice siempre llegaba a tener comportamientos extraños, por lo que se debía de acostumbrar a eso.

—— Puedes retirarte querida, debes de cuidar a Mehmed en todo momento, el pobre aún no puede expresarse muy bien gracias a lo que paso con su madre —— Comento

Había cierta felicidad y burla en sus palabras, aparte de que Gülbahar podía ver cada movimiento de ella y todo indicaba que disfrutaba de aquel dolor ajeno.

Se levantó, hizo una reverencia y se despidió, salió de aquellos aposentos con un mal sabor de boca, sus alertas se activaron de alguna manera. Hatice no era de confianza o eso ella creía.





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