𝐵𝑢𝑔𝑎𝑚𝑏𝑖𝑙𝑖𝑎⎯⎯⎯
De bellas facciones, cabello castaño que en el solo se volvía claro, sus ojos profundamente azules, sus mejillas sonrojadas, sus labios suaves y su carisma era todo lo que adornaba en la cara de aquella hermosa jovencita.
Últimamente habían varios rumores que rondaban al rededor de ella, tantos de esos la envolvían en que era una amante secreta del Sultán.
Gülbahar Hatun era alguien a quien envidiar, pues su carisma y belleza no siempre se encuentran en las demás mujeres del Harén, quienes estaban ansiosas de dos cosas, ser libres u obtener poder.
—— Entonces, ¿Cree que podré gobernar una provincia yo solo? —— Pregunta el Príncipe
—— Por su puesto Alteza, usted muestra un liderazgo que ningún hombre más que el Sultán puede llegar a mostrar —— Responde sonriente la Hatun
Ante la respuesta de la llamativa señorita el Príncipe Mustafá sonríe satisfecho. Mientras su madre estaba viva, le ponía toda la atención a Mehmed mientras que el lo dejaban a un lado, sintiéndose incapaz e poder demostrar todo el potencial que tenía guardado.
—— Gülbahar ——
—— Dígame Alteza ——
—— Para serle sincero, la veo como una madre que nunca tuve en mi vida ——
El rostro confuso de Gülbahar hizo reír al joven Príncipe pero de la pena, pues no se había expresado de buena manera como el quería.
—— Talvez este confundida porque mi madre era la Sultana Hürrem. Pero el siempre prefirió a Mehmed, aunque yo fuí el primero en nacer, ella me dejó a cargo de una Daye y dos criadas más, nunca estuvo presente en mi infancia hasta su muerte y verle a usted, sentir sus cuidados y sus preocupaciones en mi, me hacen sentir especial, me hace sentir como si yo fuera uno de sus hijos ——
Al final de sus palabras su voz se entrecorta debido a los sentimientos encontrados que tuvo al recordar una amarga infancia, baja su cabeza para evitar que le vean sus ojos llorosos.
“No puedo llorar, no puedo llorar, no puedo llorar” Repetía ese mismo pensamiento
Hasta que sintió una lágrima resbalar por s mejilla izquierda, el miedo recorrió toda su columna al recordar como era castigado por su madre cuando le encontraba llorando. Pero está vez fue diferente.
Unas gélidas y suaves manos de colocaron en sus mejillas, levantaron su rostro y sus ojos se encontraron con los de la hermosa señorita quien lo miraba con una sonrisa pequeña pero mostrando empatía.
—— Mi Príncipe, usted llore que el mundo no a de terminar por eso, yo seré su soporte para sus momentos vulnerables —— Dijo tan gentil
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𝐵𝑢𝑔𝑎𝑚𝑏𝑖𝑙𝑖𝑎⎯⎯⎯
Fiksi Penggemar𝓨 𝓫𝓪𝓲𝓵𝓪 𝓵𝓮𝓷𝓽𝓸 𝓯𝓵𝓸𝓻 𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓪 𝓠𝓾𝓮 𝓶𝓮 𝓻𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓪𝓼 𝓪 𝓶𝓲 𝓪𝓶𝓪𝓭𝓪 𝓔𝓵𝓵𝓪 𝓶𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓮𝓷 𝓬𝓪𝓼𝓪 𝓨 𝔂𝓸 𝓶𝓾𝓻𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓹𝓸𝓻 𝓿𝓸𝓵𝓿𝓮𝓻.