El tenue olor a cigarrillo y café era lo que inundaba completamente aquella oficina, antes olía a perfume imponente de un hombre que ya no existía y no volvería a pisar la tierra por la cual peleaban arduamente día a día en una guerra donde solo ganaría el más fuerte.El hombre sentado en el escritorio de madera no sabía si era el café al cual le había puesto alcohol de más dentro de la taza o el tener una carta de los altos mandos sobre su escritorio lo que causaba que su corazón palpitara con inquietud.
James en su lugar la hubiera leído de inmediato pero él no era Potter, sino Sirius Black, un arrogante y frío comandante de un ejército que ni siquiera pidió comandar pero ahora se encontraba sentado en un asiento que para él se sentía de hierro que le clavan espinas en la espalda. A veces se preguntaba si moriría en el o en el campo de batalla, si algún muggle le lanzaría una bomba en el rostro que le desfiguraría la mitad de esta pero no lo mataría y tendría que seguir estando entre esas cuatro paredes que lo sofocaban pero se quedaba callado.
Tenía un buen ojo para intuir problemas y la carta entre sus manos era uno, James la hubiera leído de inmediato porque la curiosidad lo hubiera matado primero que la mala noticia pero Sirius odiaba tanto el tener que luchar por todo que no dudaba retrasar aunque sea unos segundos aquello que sabía que lo pondría en aprietos. Hace diez horas había llegado aquella correspondencia, no podía detener más aquella noticia que en su opinión, era la peor a pesar de no saber de qué se trataba.
Sirius a sus treinta y dos años había vivido la guerra desde el principio, hace once años estaban luchando y cada vez eran menos magos y más muggles.
Aún cuando cerraba los ojos podía sentir su cuerpo de apenas veintiún años, joven y feliz, graduado de Hogwarts para ser auror pero todo lo que conocía un día se rompió cuando los muggles fueron conscientes de la magia, con su tecnología avanzada declararon la guerra por el miedo que causaba lo desconocido y el cómo un joven dedicado a su gente... Ante todo su familia, tuvo que unirse al ejército. Aunque luego supo que eso era inútil, perdió todo lo que amo, no tenía anhelos o alguna esperanza, jamás se casaría ni tendría hijos, solo estaba esperando el momento de su muerte que en una guerra era inminente.
James era su mejor amigo junto a Remus, los tres siempre fueron unidos aunque estuvieran en distintos puestos a lo largo de aquellos años, luego llegó Peter que era un par de años menor que ellos y todo se arruino según las personas aunque Sirius está seguro de que todo se echó a perder por la existencia de una guerra, no porque haya aparecido un rubio de rizos de oro que parecía ser el alma de la estupidez que provocaba que James quisiera brindar festejando en honor a tal muchacho.
Black tenía entre sus dedos la carta que olía a malas noticias y los recuerdos lo atormentaban sin cesar, la angustia de hacerse cargo de algo que lo estaba cansando... que lo estaba matando y no podía hacer nada para detenerlo, era su obligación leerla, el comandar a su tropa, el cargar con el fantasma de James y sobre todo, mantenerse con vida cuando ya no lo deseaba.
《 20 de diciembre del año transcurrido. Comandante de la brigada ''orden del Fénix'', Sirius Orion Black:
Espero que reciba esta carta con la actitud más óptima posible respecto a que ya han pasado seis meses exactos desde la muerte del ex comandante James Potter y no se puede permitir seguir prolongando esta decisión desde los altos mandos. Le informó con anterioridad que hemos obtenido el visto positivo de la brigada de ''mortifagos'' si es que usted se niega por lo tanto no tiene más opción que aceptar.
Por ende hemos decidido de manera parcial sin la pedida de dictamen de su brigada, la destitución del cadete cual nombre usted está informado, que tenía el señor Potter a su mando.
Dicho soldado ha fallado en su misión de proteger a su comandante ya que este ha fallecido y no podemos permitir que siga en función cuidando la espalda de usted al mando y tampoco bajo su enseñanza personal. Yo, Albus Dumbledore me dirijo a usted en esta carta luego de la decisión tomada por quienes ya he mencionado. Personalmente en confianza de mis años siendo soldado y mago me he tomado el tiempo de elegir a su nuevo cadete con mis propios ojos, este proviene de la tropa de reclutas su casa de formación en Hogwarts pertenece a Slytherin, su formación es excelente respecto a hechizos de defensa y con un grado medio en pociones por lo tanto puede servir en el campo de batalla como para curaciones. El joven llegará exactamente entre el veinticinco de diciembre de este año seguramente de madrugada a su base, esté preparado desde antes por cualquier circunstancia.
Es un mago que estoy seguro que le servirá en el campo de batalla y que morirá por usted si es necesario, su nombre es Severus Snape.
Con gran gratitud hacía usted y respeto al luto por su comandante perdido, Albus Dumbledore.》
Sirius quedó estático observando el papel escrito prolijamente con pluma mágica, las palabras eran absolutamente claras sin opción a réplica... habrían cambios en un lugar donde el mandaba pero no lo suficiente como para poder decidir respecto a cómo vivir su puesto siendo comandante y su luto a causa de la muerte de James. Sus manos temblaron de impotencia porque aunque no le gustara ser quien era, Sirius Black odiaba que ordenarán en donde él era el jefe.
― Viejo de mierda ― pronunció el pelinegro de inmediato tirando la carta contra la pared como si eso pudiera hacer que el contenido y el papel desapareciera pero solo cayó al suelo todavía a su vista ―
Black se recostó en su silla para luego prender un cigarrillo mientras miraba directamente el techo, tenía mucho papeleo que hacer y sobre todo avisarle al antiguo cadete que ya no podría ejercer su cargo que mantenía hace más de tres años. Sus pensamientos iban de un lado a otro, hacía su amigo muerto, hacía su deber de ser comandante en una guerra que ya lo tenía encerrado hace demasiado tiempo y aún más hacía la pregunta de quién era Severus Snape, el recluta que no lo dejaría descansar ni siquiera en navidad.
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DIOS, revivo entre las tinieblas con una historia HERMOSA que apenas comienza, que se me ocurrió una tarde de diciembre cuando estaba roleando el character ai con un bot Hange Zoe, que es un personaje de un anime (snk) de guerra, libertad, etc etc en síntesis, como para no irme por las ramas. Entonces decidí crear esta historia que tengo incluso varios capítulos escritos pero no pude publicarlo hasta ahora.
En fin, para no estar hablando demasiado, muchas gracias por leer <3
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