II

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—"Me despierto en la mañana para verte pasar, y tenerte en mi mente por el resto del día, qué vida la mía"

Nunca sabía a que hora se levantaba, Foolish solo sabía que si veía a un lindo chico de ojos morados pasar era que aún estaba a tiempo de alistarse para el trabajo.

No recordaba exactamente desde cuando comenzó a verlo pasar, pero siempre lo veía a la misma hora con el mismo uniforme, gracias a eso sabía que iba a la universidad de Karmaland. De vez en cuando lo veía pasar con ciertos materiales así que según su intuición debería estudiar arquitectura o algo similar. Era lo mismo que Foolish quería estudiar antes de que su situación de "adulto independiente" le obligara a trabajar.

Para su suerte, le gustaba su trabajo, trabajaba en el café de su amigo Wilbur junto a sus demás amigos, no podía pedir nada más.

Bueno, talvez solo podría pedir el nombre de aquel chico de ojos morados al que llevaba tiempo viendo pasar frente a su casa, eso y una cita con él. No pedía más.

Desgraciadamente, era algo que su jefe no podía concederle, a lo mucho le podría conceder un aumento. Aún así todos los días rogaba porque aquel chico algún día entrara al café en el que trabajaba, le estaría eternamente agradecido a los dioses si eso pasara. Incluso su amiga Baghera que también trabajaba en el mismo sitio le había recomendado que lo manifestara, cosa que no sabía siquiera si funcionaría.

Y así empezaba su día, se levantaba, veía por la ventana unos dos minutos hasta que pasaba el de ojos morados, se daba una ducha, se preparaba, desayunaba, y esperaba a que su mejor amigo Bad pasara por él. Después de eso ambos iban a su trabajo, el café SMP, propiedad de su amigo y jefe, Wilbur.

Ambos se encargaban de abrir y limpiar el lugar antes de que el resto llegara, después de ellos llegaba Cellbit o Jaiden, dependiendo del clima, la siguiente era Baghera y al final siempre llegaba Tina, pero ese día era su día de descanso por lo cual no llegaría. Wilbur de vez en cuando los visitaba para ver lo que hacían en su preciado negocio.

En cuanto estaba todo y todos listos abrían el local. La mayor parte de personas llegaban antes de ir al trabajo o de entrar a la universidad, y algunos llegaban después de salir de ahí. Ese era el caso de la... ¿amiga? de Baghera, Aroia, sus hermanos y su mejor amigo, eran clientes frecuentes, tanto que los cuatro tenían una tarjeta especial en la que acumulaban puntos que podían intercambiar por un postre gratis.

—Llegaron temprano. — saludo Cellbit a Aroia recién entro junto a su grupo.

—Salimos temprano. — respondió ella.

Lo primero que hacían al llegar era sacar sus laptops y concentrarse en cosas de la universidad. Baghera hizo un café y antes de llevárselo a Aroia, Bad habló.

—Lo van a descontar de tu paga.

—No importa. — contestó antes de llevarlo hasta la mesa en donde estaba la rubia.

—Se llevan bien. — dijo Cellbit observando a su amiga.

—Demasiado bien. — Jaiden también se acercó.

Pronto los cuatro empleados estaban hablando sobre la extraña relación de su compañera con la otra rubia, en su defensa, los únicos en el café eran Aroia, su hermano mayor Herny, el novio de este, Jesús, y su hermano menor Arsilex. Podían hablar tranquilamente.

Al menos hasta que las personas empezaron a llegar. Y entre esas personas que empezaron a llegar, entró un gran grupo de chicos al lugar, algunos reian y otros solo sonreían.

Qué vida la míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora