𝐌𝐈 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐃𝐎𝐑 [𝘉𝘶𝘭𝘭𝘧𝘳𝘰𝘨 𝘹 𝘙𝘦𝘢𝘥𝘦𝘳]

ep. 5

-¿Bullfrog...? - Una voz repentina apareció detrás de nosotros, causando que nos separemos rápidamente.

Nerviosos volteamos a ver de quién se trataba, encontrándonos con la mirada confusa de Laserhawk que estaba recargado en el marco de la puerta de edificio que llegaba hasta el techo en dónde nos encontrábamos.

-¡Monsieur Laserhawk! - Bullfrog se levanto acción que seguí al ver cómo se acercaba al moreno. -Pense que vendrían hasta mañana... - Apenado se rascó la nuca.

-Si... no, la alcaide no quiso esperar más. - Se le escuchaba pensativo, lo que me puso algo nerviosa ¿Y si ahora tiene una mala imagen de nosotros? no podia soportar la vergüenza.

-Entonces ¿Que estamos esperando? - Bullfrog también estaba nervioso, pero lo intentaba ocultar de forma graciosa, lo que me hizo sonreir.

Laserhawk se dió la vuelta para empezar a bajar del rascacielos.

-Despues de usted, madame. - Hizo una reverencia para darme paso, reí ante tal acto.

-Oh, muchas gracias caballero. - También hice una reverencia mientras sonreía juguetona antes de pasar por la puerta.

Bullfrog paso detrás de mi riendo a mi par. Laserhawk ya había pedido el elevador para bajar más rápido, al alcanzarlo entramos junto con él sintiendo tenso el ambiente.
El viaje en el elevador fue incómodo al igual que el viaje en la furgoneta, pues Laserhawk parecía estar bastante concentrado conduciendo que ni siquiera nos dejó poner música.

-Por órdenes de la alcaide te tenemos que poner está venda en los ojos antes de que bajes. - Dijo el moreno señalando una venda que tenía en las manos luego de estacionar la furgoneta. Yo asentí nerviosa sujetando la mano de bullfrog en busca de tranquilidad.

-Monsieur Laserhawk, déjeme ponérsela yo. - Pidió la rana mientras apretaba el agarre de mi mano.

-¿Por qué necesita ponerme esta venda? - Murmuré aún no tan confiada.

-Es una medida de seguridad. La alcaide no quiere que veas a dónde te llevamos. - Respondió igual en murmuros aquella rana.

Laserhawk acepto lanzandole la venda, la cual atrapó ágilmente sin separar su mano de la mía. Bullfrog se volteo hacia mí quitando su mano de la mía para poder colocarme mejor la venda. Mientras caminábamos hacia el lugar donde espera "la alcaide", yo aún mantenía un agarre firme en la mano de Bullfrog, tratando de confiar en mi guía en la oscuridad momentánea. En algún punto nos detuvimos, pude escuchar el sonido de una puerta de metal cerrarse atrás de nosotros lo cual hizo que me sobresaltara.

-Es suficiente chicos, ya pueden quitarle la venda. - Una voz nueva apareció en el lugar, parecía ser de una mujer y me resultaba algo familiar.

Bullfrog obedeció y me quito la venda, al hacerlo cerré los ojos por la repentina luz que había en la habitación cegandome un poco, pasaron un par de minutos para poder acostumbrarme y abrir correctamente los ojos. En frente de mi habia una mujer alta de tez morena y cabello blanco, con un traje militar común de Eden, cosa que me hizo desconfiar rápidamente de ella.

-_____... Cuánto tiempo... - Me dirijo la palabra, yo solo la miraba confundida por sus palabras. -Mhg... ¿Aún no me reconoces? -

-¿Acaso no es obvio? - Respondí sería, pero con una sonrisa intentando aligerar el ambiente. -Entonces dime ¿Quien eres? -

Bullfrog se sorprendió ante mi respuesta, parecía preocupado de que me hiciera algo. Aún que yo tenía la certeza de que nada me iba a pasar.
Una risa se escapó de los labios de la alcaide, provocando confusión a todos los demás en la habitación, incluyendome.

Suspiró calmando su risa antes de empezar hablar. -Oh... Inocente y dulce _____.- Lentamente empezó a caminar hacia mi. -Yo soy... -

Hizo una pausa dramática, dejándome algo desesperada por respuestas. Ya enfrente de mi y con unos centímetros de distancia continúo.

-...Tú hermana mayor. - Me dió una sonrisa, no una cálida y reconfortante clásica de un reencuentro, sino más bien una sonrisa fría y espeluznante que me puso la piel de gallina.

Esto era claramente imposible, yo no podría tener una hermana perdida, mamá me lo hubiera dicho, pero... No, no, no, esto no era verdad. Toda mi cabeza daba vuelta mientras escuchaba como ella se alejaba riendo sin dar más explicaciones sobre el tema.

695 words

Damn, creo que era muy obvio.
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