Van Hugger
Era la mañana previa al inicio de clases, y mi mente poco a poco se contaminaba de pensamientos intrusivos al saber que la historia se podría repetir una vez más en esta nueva escuela, había pasado toda la madrugada jugando videojuegos, alejado de todos estos sentimientos, pero al final siempre vuelven, creí que al estar cansado mentalmente este último día podría pasar más rápido, pero me equivoqué, mi mente parece estar mucho más activa y no puedo siquiera conciliar el sueño. Tomé una ducha fría, bebí un poco de yogur, apagué mi celular y regresé a la cama donde rodeado de las suaves almohadas y sábanas me hice uno con el mundo de los sueños.
¡Olvidé poner mi alarma!
A juzgar por la luz del sol es demasiado tarde, no puedo faltar el primer día de clases, debo llegar como sea.
Salgo corriendo en dirección a la estación de tren más cercana, no veo a ningún estudiante y me preocupa bastante, pero a la vez me motiva a correr más rápido. Subo al tren justo a tiempo y disimuladamente miro si hay alguien más que como yo se hizo le tarde, pero lo único con lo que me topo es con la mirada de la gente. No dejan de mirarme y reírse, pero me da igual, o eso suelo aparentar siempre.
Bajo del tren y me dirijo a la nueva escuela, corro tan rápido como puedo, la puerta está cerrada, lo único bueno es que hay otro estudiante esperando en la entrada, al final no era el único. Ahora el problema será entrar.
De algún modo es reconfortante saber que no fui al único al que le pasó.
- No puedo creer lo que me acaba de pasar, ¿cuáles son las posibilidades de dormirme en la mañana, y despertar en la tarde creyendo que el día siguiente? Parece un chiste mal contado, me dijo mientras se reía, me dio una palmada en el hombro y se fue.
Prendí mi celular y efectivamente, era la tarde del día anterior a clases.
- Que estúpido, me dije.
Maat Prince
La naturaleza humana es un misterio para el mismo humano que intenta constantemente encontrar respuestas a su misma existencia y lo que le rodea, suelo hacer preguntas al aire y esperar una respuestas mientras dejo que la vida me guie por los caminos que se me han designado, tengo pocos planes y metas, la vida suele sorprenderme de vez en cuando pero últimamente siento que me he quedado varado en la telaraña del tiempo, aprisionado poco a poco en una aleatoriedad ficticia que me intenta hacer creer que tengo libre albedrío, pero en realidad, estoy casi seguro que dentro de esta libertad hay un ciclo, y dentro de ese ciclo orden, lo cual al final del día se vuelve en una rutina un poco más elaborada, haciéndome igual que el resto, por eso estoy casi seguro que estoy encarcelado en un universo en el que todo está premeditado, quiero creer que entre todas las posibilidades hago lo que me gusta porque me gusta y no porque alguien más lo decide por mí, mientras vago por las calles de noche, suelo hablar con gente desconocida que al igual que yo no quiere quedarse en casa, si no quiere salir, distraerse y sentir un poco más de cerca lo que se supone que es estar vivo, o vivir la vida. Mi mente inundada de preguntas suele proponerme escenarios para poder crear esta dinámica en la que hay un problema futuro al que me debo enfrentar, y en cierto modo me prepara para eventos que posiblemente me toque vivir, así cuando surja algún error de mi parte o sienta que el dejarme llevar me ha llevado demasiado lejos, pueda tener una respuesta al problema que quiero solucionar y así poder volver a ser lo que soy, aunque ese yo esté en constante cambio.
Me despierto pasado el mediodía y entre las posibilidades del día de hoy debo recoger mi uniforme a la ciudad, estuve posponiéndolo dado que siempre había algo más importante para hacer, menos hoy. Vivo un poco alejado, pero suelo utilizar bicicleta muy a menudo, así que no habrá problema al llegar mañana a la escuela. El uniforme lo vende la misma escuela, espero que estén atendiendo todavía, llego aproximadamente a las cuatro de la tarde y no hay absolutamente nadie, pero que la reja esté abierta debe significar que aún están de servicio.
