Capitulo 15

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—Sabía que no te podías negar a unas alitas. —escucho la voz de Lizzie acompañada con una risa. A los segundos aparece con unas copas y una botella de vino.

Sonrió sin dejar de masticar. Lizzie se sentó a mi lado dejando las copas sobre la mesa de centro que adorna su sala. Me pasa mi copa llena con.

—Gracias, linda. —hablo dando el primer sorbo.

Estoy consciente de lo que salió de mi boca y sonrió al ver a Lizzie reprimir una sonrisa.

—Linda...me llamaras así. —sonríe ampliamente tomando asiento a mi lado, provocando que nuestros cuerpos estuvieran tocándose

—¿Te molesta? —pregunto sin dejar de ver sus ojos verdes, espero su respuesta, pero creo que la obtengo al ver sus ojos tornar un brillo hermoso que los hace ver aún más verdes.

Como pueden ser realmente hermosos

Siento sus ojos recorrer mi rostro aun manteniendo su hermosa sonrisa. —No, claro que no, tú me puedes llamar como tu gustes...solo que me sorprendiste. Lizzie se acercó despacio sin miedo ante mi reacción.

Me encanta que sea así de segura. Quisiera tener un poco de su seguridad para lidiar con todo el peso de la fama.

—Linda no eres la única que puede sorprender. —hablo alejándome de su rostro para dar otro sorbo a mi copa. Se que quiere besarme y no es la única, pero esta noche no le dejare el control.

—Comamos antes que se enfríen las alitas. —trato de no reír al ver como oculta su frustración al no obtener su beso

—¿Tienes en mente que película ver? —pregunto mirando el televisor que se encuentra a solo unos metros de nosotras

—Ehh, no...no escoge tu. —Lizzie tenía su mirada perdida ante un punto de su sala de estar

—Kate me recomendó una película... ¿la vemos? Pregunto tomando el control y buscando la película

—Si. Habla mirando la pantalla donde se encuentra una pequeña introducción de la película. —

—Me imagino que será buena para que Kate te la haya recomendado. —

—Supongo. —no dudo en poner play y comienza a correr la película. Llevamos un poco más de media hora viendo la película y la tensión entre nosotras se sentía a kilómetros. Decido pasar por alto lo que se estaba transformando a nuestro alrededor para poner atención a la película.

Fracaso por completo al sentir sus dedos jugar con los míos, para después comenzar a descender sobre mi brazo. Un inesperado escalofrió comienza a recorrer mi cuerpo, haciendo que mi respiración comience a irregularse.

Me estiro hacia la mesita para tomar mi copa y así poder alejar su mano sobre mi cuerpo. Me gusta su toque, pero hoy las cosas se harán a mi manera. Escucho inhala profundo para después exhalarlo de manera lenta.

—¿Estas cansada? —pregunto tratando de no reír.

Se que está perdiendo la paciencia en querer besarme, pero sé que no lo aceptara. Así que me puedo divertir un momento

—Mmh, no...para nada. —

—Te noto cansada, me puedo ir para dejarte descansar. —trato de levantarme, pero su mano sostiene de manera tierna mi antebrazo evitando levantarme.

—¿Estas segura? —hablo en un suave susurro.

—Estoy segura...quédate conmigo. —escuche como su voz salió en un susurro. Pero lo que me conmovió fue oír levemente una súplica en su voz

El sabor de tus mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora