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Las manecillas del reloj y su constante pequeño ruido parecían acrecentar los nervios de JeongGuk, quien frotaba sus manos mientras daba vueltas por la sala en la espera de su esposo.

Cualquier persona que espera a su cónyuge luego de tanto tiempo debería estar contenta y emocionada, pero en esos momentos, JeongGuk no podía ser más ajeno a esos sentimientos. Y es que, si bien estaba casado con Kim TaeHyung, ellos eran prácticamente desconocidos.

Dos años antes

ㅡEspero que esta unión fortalezca a nuestras familias ㅡdijo uno de los dos viejos que estaban sentados en la mesa ㅡ. TaeHyung es como un hijo para mí, y confío en que sabrá tratar a tu hijo como se merece un muchachito de su clase. ㅡfinalizó, sonriéndole al señor Jeon mientras le servía vino.

ㅡNo hay por qué exagerar, SiHyuk ㅡrespondió tranquilamente el señor Jeon ㅡ. Mi familia no es de clase alta, y lo sabes bien. Estamos acomodados, pero no somos ricos. Y si estoy comprometiendo a mi hijo con tu empleado es porque confío en él para cuidar de mi único hijo y porque tú eres mi amigo y eso me mantendrá cerca de mi hijo.

El viejo SiHyuk soltó una risotada ronca.

ㅡSí que sabes lo que quieres, YongWoo. Por eso somos amigos.

Ambos jóvenes se mantenían callados y cabizbajos al lado de los viejos, escuchando cómo éstos hablaban de ellos y establecían sus destinos como si fueran sus dueños. Aún así, no había mucho que pudieran hacer. Para JeongGuk, desobedecer a su padre significaba ser desheredado y echado de casa; para TaeHyung, seguir las órdenes de su jefe era lo que le daba sustento y mantenía seguro su empleo.

ㅡLa cena está lista. ㅡanunció la señora Jeon, acercándose a la cocina para comenzar a servir los platos.

ㅡGracias, querida ㅡle dijo su esposo ㅡ. JeongGuk, ve a la cocina con tu madre y sírvele la cena a tu prometido, anda.

El obediente muchacho acató de inmediato y se puso de pie sin decir nada ni mirar hacia arriba. Sirvió las porciones con las manos temblorosas y regresó al comedor, acercándose a TaeHyung, sintiéndose nervioso y cohibido. Puso el plato en la mesa despacio y todo su cuerpo se tensó por estar cerca del hombre que se iba a convertir en su marido dentro de poco. Y no era para menos cuando con suerte habían intercambiado un par de triviales "buen día".

TaeHyung miró el plato y luego vio hacia arriba para agradecerle al chico, pero se quedó perdido en la vista que tenía de su menudo cuerpo tan cerca, sus dedos delgados y vacilantes, piel pálida y un agradable aroma.

Gracias a que llevaba una camisa fajada, pudo ver cuán pequeña era su cintura y se preguntó si un bebé podría caber dentro de ese delgado cuerpo.

ㅡGracias. ㅡdijo TaeHyung, buscando la mirada del chico, sin éxito.

ㅡBuen provecho. ㅡmurmuró JeongGuk antes de regresar a la cocina para ayudar a su madre con lo demás.

ㅡQuita esa cara de susto, hijo ㅡle habló su madre estando solos en la cocina ㅡ. Pronto vas a casarte y tendrás que comportarte como todo un adulto ㅡel chico escuchaba en silencio a su madre, mordiéndose la lengua y apretando los puños ㅡ. Eres afortunado de casarte con un joven tan guapo y trabajador como TaeHyung; además es el protegido del amigo de tu padre. Todo es perfecto. ㅡdicho eso, la mujer salió de la cocina tras decirle a su hijo que trajera dos vasos más.

Acabada la cena, el plato de JeongGuk estaba casi intacto y los mayores se disponían a jugar al billar en la ludoteca de los anfitriones mientras la señora Jeon levantaba los platos, dejando a JeongGuk y a TaeHyung solos.

ᴍᴘʀᴇɢ|𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐲 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora