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A la mañana siguiente JeongGuk despertó con el ruido de la ducha que TaeHyung estaba tomando. Miró hacia el reloj digital en su mesita de noche y se quejó un poco en voz alta cuando vio que eran las cinco de la mañana, y no era que fuese muy temprano para él, después de todo era enfermero y era experto en dormir poco, pero era sábado y levantarse temprano los sábados era un crimen, así como lo era despertar a alguien un sábado antes de que saliera el sol.

Aún así, y gracias a su cansancio, Guk logró volver a quedarse dormido hasta que cuando despertó por segunda vez, el reloj marcaba casi las nueve.

ㅡ¡Demonios! ㅡsusurró, saltando fuera de la cama y saliendo a toda prisa de la habitación en busca de su esposo. Era terriblemente tarde ahora y no había preparado el desayuno para TaeHyung.

Sin embargo no lo encontró en casa, en su lugar encontró una nota sobre la mesa de centro en la sala.

"Fui a casa del señor Bang para retomar mi trabajo, volveré a las diez para desayunar."

El joven suspiró aliviado y rápidamente se puso a trabajar. Tenía una tiempo justo para vestirse, arreglarse y hacer el desayuno antes de que TaeHyung estuviera de vuelta en casa.

Cuando sus padres le dieron la noticia de su matrimonio con Kim, JeongGuk aborreció todo relacionado a ello, sin embargo allí estaba, esmerándose y cumpliendo con sus labores de esposo con total dedicación. Y se preguntaba por qué... tal vez se había hecho a la idea con demasiada determinación que, luego de dos años de vivir sin compromisos con su matrimonio, sentía que debía cumplir con el rotundo propósito que sus padres le establecieron...

Sí. Culpar a sus padres por imponerle tal objetivo sonaba menos agotador que buscarle explicación para su entusiasmo con respecto a una vida junto a Kim TaeHyung.

Justo tres minutos luego de las diez, TaeHyung llegó a la casa, siendo golpeado por el aroma a comida recién hecha a penas puso un pie adentro. Automáticamente sus ojos encontraron a JeongGuk, parado frente a la estufa y con un delantal amarrado a su cintura, sirviendo el arroz en un tazón, el cual casi deja caer al piso por la impresión de ver a su esposo parado detrás de él.

ㅡ¿Te asusté? ㅡla pregunta era obvia, pero salió por sí sola de la boca de un anonadado TaeHyung, contemplando lo precioso que lucía su esposo en esa cocina.

ㅡPor el ruido del agua hirviendo no te oí llegar ㅡhabló bajito, como siempre lo hacía ㅡ. Lávate las manos mientras sirvo el desayuno.

Una vez la mesa estuvo puesta, ambos comenzaron a desayunar en silencio hasta que TaeHyung habló.

ㅡEl coche lucía como si no lo hubieses usado ni una sola vez. ㅡseñaló, y Guk tardó un poco en responder.

ㅡEso es porque no lo hice.

ㅡ¿Por qué? ¿Cómo ibas a la universidad o al trabajo?

ㅡEn bus.

ㅡ¿Teniendo un coche en el garaje? ㅡse burló sin reírse y JeongGuk sólo asintió ㅡ¿No sabes conducir?

ㅡSé conducir.

ㅡ¿Y entonces por qué jamás lo usaste?

ㅡSupuse... supuse que no te habría gustado que lo hiciera...

ㅡ¿Qué?

Claro, lo seguía olvidando. Ellos a penas estaban conociéndose.

Le molestaba la barrera que JeongGuk mantenía levantada entre ellos... no, le jodía. Pero de todos modos, ¿tenía el derecho de estar molesto? No, y tampoco podía culpar a su esposo por ser tan recatado en lo que a él respectaba, después de todo lo había dejado solo durante dos años sin despedirse siquiera, y por si fuera poco lo había tomado prácticamente a la fuerza en su noche de bodas, por supuesto que JeongGuk se sentiría incómodo usando sus cosas, por supuesto que seguían siendo desconocidos.

Tan desconocidos que TaeHyung había dormido en la sala por voluntad propia al no soportar la vergüenza que le causaba recordar sus acciones... al no poder soportar la culpa de haber sido tan desconsiderado y tan bruto con JeongGuk la noche en la que se casaron.

Así que suspiró y alejó su enojo antes de volver a hablar.

ㅡDebiste usarlo. Soy tu esposo y lo mío es tuyo ㅡaseveró con seriedad, mirando al castaño quien le devolvía unos ojos temerosos ㅡ. Aún así, creo que deberíamos comprar otro auto.

ㅡ¿Por qué? ¿El tuyo no sirve? ㅡinquirió con preocupación ㅡSupongo que se averió por no usarse... lo siento.

ㅡNo es eso, el auto está bien. Pero ahora que estoy aquí y lo usaré, tú necesitarás uno.

ㅡNo es necesario, puedo tomar el bus. ㅡmurmuró.

ㅡNo dejaré que tomes el bus, es incómodo y riesgoso. Le diré al señor Bang que me ayude a conseguir un auto para ti.

JeongGuk quiso insistir, pero de nuevo recordó lo mucho que su madre le remarcaba lo prohibido que estaba desobedecer a su marido y se quedó callado, volviendo a comer.

El día continuó y por la tarde JeongGuk se alistaba para ir al supermercado a comprar cosas que faltaban en la casa. Sin embargo ahora no estaba solo en casa, por lo que debía avisarle a TaeHyung que estaba por salir, así que fue al estudio y golpeó con timidez la puerta sin querer molestar a su esposo que había estado trabajando toda la mañana y parte de la tarde.

ㅡAdelante. ㅡescuchó la voz de su esposo y abrió la puerta.

ㅡEstoy yendo al supermercado, no tardaré mucho ¿quieres que traiga algo en especial? ㅡdijo, mirando al escritorio para no mirar a su marido.

ㅡIré contigo. ㅡse puso de pie y caminó hacia Guk.

ㅡPero estabas haciendo algo.

ㅡYa no. Sube al auto, iré por un suéter. ㅡdischo eso, salió del estudio, dejando a Guk sin posibilidad de replicar.



ᴍᴘʀᴇɢ|𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐲 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora