ᴍᴘʀᴇɢ|𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐲 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

3

JeongGuk se arrepentía de haberse precipitado y enviar la carta a su esposo. Esa en la que le hacía saber con tanta ilusión que tendrían un hijo, pues algunas semanas después el aborto ocurrió y todo se vino abajo.

Por si fuera poco, no sólo tuvo que soportar el haber perdido a su bebé, sino que también la noticia que le dio el médico luego de algunos análisis.

JeongGuk no volvería a quedar embarazado.

Su útero poco desarrollado y débil no era capaz de albergar vida.

Ni siquiera quería recordarlo, no quería recordar nada de eso y tampoco lo que pasó después.

De todos modos, estaba listo para aceptar el inminente rechazo de su esposo.

JeongGuk se levantó de la silla y fue a la habitación, cuando regresó, puso sobre la mesa una carpeta con el logo del hospital y miró a TaeHyung, mismo que le devolvió la mirada... una confundida a cambio de una rota.

ㅡ¿Qué es esto? ㅡinquirió el moreno.

ㅡLéelo, por favor. ㅡrespondió débilmente por estar aguantando el llanto.

TaeHyung lo miró con un poco de hartazgo, pero aún así abrió la carpeta y comenzó a leer la única hoja que contenía. Luego de haberla leído toda sin mostrar una sola emoción ni mover un solo músculo facial, la dejó sobre el sobre y miró a su esposo.

ㅡYa lo he leído, ¿ahora qué?

El labio inferior del menor tembló un poco y sus ojos se cerraron por un segundo, dejando caer un par de lágrimas.

ㅡPor favor... no me hagas esto más difícil. ㅡsollozó quedito.

ㅡ¿De qué estás hablando?

ㅡEstoy dispuesto a aceptar el divorcio.

El rostro del moreno se torció en una mueca aún más aterradora y sus ojos brillaron con furia, fulminando a JeongGuk.

ㅡ¿Divorcio? ㅡrepitió con asco, poniéndose de pie e inclinándose hacia su esposo por encima de la mesa ㅡ¿Por qué mierda hablarías del divorcio a penas llego? ㅡexigió, comenzando a elevar la voz y viendo con furia al chico temblando bajo su mirada.

ㅡPorque soy...

ㅡ¿Acaso estuviste con algún bastardo mientras yo me arrastraba en el lodo?

ㅡ¡No! ㅡchilló con la cara empapada y colorada.

ㅡ¡¿Entonces?! ㅡrugió, azotando la palma de su mano contra la mesa.

ㅡ¡Porque perdí a nuestro hijo! ㅡgritó, explotando y dejando salir todo su dolor en forma de un llanto desconsolado ㅡPerdí... perdí a nuestro bebé y no volveré a tener otro... ㅡdijo bajito, cubriendo su rostro con ambas manos y llorando tan fuerte que su garganta se cerraba.

ㅡ¿Qué carajos tiene eso que ver con el maldito divorcio?

El menudo cuerpo de JeongGuk se sacudió por los espasmos que provocaba el llanto y tuvo que tragar varias veces para poder responder.

ㅡTodos me lo dijeron... ㅡcomenzó ㅡ... cuando me dieron la noticia de que era estéril, todos me advirtieron que te divorciarías de mí en cuanto volvieras ㅡdijo entre lágrimas ㅡ. Ningún hombre quiere a una pareja incapaz de darle hijos... yo sé que tú quieres tener hijos y no voy a impedirte cumplir ese sueño, por eso... por eso quise...

JeongGuk no pudo terminar de hablar, pues en un segundo, su esposo rodeó la mesa con dos pasos y se acercó a él para envolverlo en un fuerte y cálido abrazo que definitivamente era muy distinto a lo que se había imaginado que TaeHyung haría cuando llegara ese momento.

El llanto del joven se calmó por la sorpresa y sus espesas lágrimas tibias se perdieron en la camiseta de su esposo, entonces, instintivamente, JeongGuk escondió su cara húmeda en el pecho de él.

ㅡ¿Tú quieres divorciarte de mí? ㅡla voz de TaeHyung, que antes había sido áspera y fuerte, ahora sonaba profunda y suave... dolida.

ㅡ...no. ㅡmurmuró contra el pecho ajeno, sintiendo una mano de TaeHyung en su cabeza y la otra en su cintura, apresándolo con desesperación.

ㅡEntonces nunca vuelvas a mencionar el divorcio, no lo voy a tolerar. ㅡsentenció, apretando sus labios contra el cabello de su esposo.

ㅡNo podré darte bebés... ㅡrepitió con dolor, como si esa fuera también su última advertencia.

ㅡNo necesito un bebé para estar seguro de que quiero ser tu esposo ㅡJeongGuk se congeló al escuchar a su marido decir semejantes palabras ¿TaeHyung genuinamente quería tener una vida a su lado? ¿Acaso no se había casado con él por orden del viejo SiHyuk? ㅡ. Y si tú quieres hijos, podemos adoptar todos los que quieras... no hay por qué hacer un escándalo.

Sin poder impedirlo, JeongGuk comenzó a llorar con más fuerza que antes, aferrándose al firme cuerpo de su marido. Esta vez lloraba de alegría y alivio, creyendo que de verdad estaba viviendo un milagro.

Durante esos dos años, después de haber enviado aquella carta a TaeHYung diciéndole que había perdido a su bebé, vivió imaginando mil y una veces la reacción del moreno cuando ese momento llegara; se torturó creando escenarios trágicos en su cabeza y todos ellos terminaban con él llorando solo en esa casa, abandonado por todos y condenado a una vida desdichada.

Pero el haber escuchado algo tan noble salir de la boca de su marido, aunque lo había hecho inmensamente feliz, también lo hacía temer que todo fuera un sueño.

Sin embargo, con cada segundo que pasaba en los fuertes brazos de aquel hombre, se aseguraba de que todo era real.