El esposo de Satoru Gojo (Omegaverse) [GoYuu]

De corazón fuerte

La lluvia, definitivamente no le molestaba la lluvia, pero sí cuando se supone que tendría una caminata tranquila de su trabajo a su casa. Estaban en agosto y las lluvias de otoño no se dejaban esperar, se abrigo bien con su larga chaqueta beige antes de entrar a una pastelería a la cual sus compañeros de trabajo le habían recomendado.

Era hermosa, tenía pasteles de todos colores, pero sobre todo hermosas decoraciones que a él le fascinaron, no solo eso, sino que tanto a Satoru como a él le encantaban las cosas dulces y disfrutaban de tomarlas cuando bebían una taza de café o de té. Así que Itadori Yuuji tenía la más grande sonrisa, mientras escogía cual pasteles llevar a su hogar, el anillo en su dedo brillaba con las lámparas de la cafetería.

Había varias personas en ella, todas disfrutando del dulce aroma a repostería y del cálido líquido del café en su paladar, el sonido de las teclas en las laptops era común en ese tipo de lugares. Los estudiantes llegaban a terminar sus trabajos ahí o simplemente a escribir una buena novela mientras la lluvia chapoteaba afuera. A Yuuji le gustaba ese ambiente, había mucha calma, pero incluso ahí podía notar a los fantasmas descansando en los hombros o el cuello de alguien.

—Ese es un muy rico pastel.

—Salmón.

Eso lo sacó de su burbuja, una hermosa chica de mirada seria y cabello peinado en una coleta, lo miraba desde arriba. Había un chico de cabellos blancos a su lado, una chaqueta negra adornaba su cuerpo y parecía tener tatuajes en su rostro. A Yuuji usualmente no le gustaban los tatuajes, pero los de él se veían extremadamente bien, aun cuando no pudiese ver del todo su boca.

—¿Ya han venido aquí antes? —preguntó, sonriendo amistoso —. Me llamo Yuuji... —aún se confundía un poco en qué apellido usar, él había sido el que tomó el apellido de Gojo, pero muchas veces ni siquiera lo usaba—, Gojo Yuuji.

Ellos se tensaron, Yuuji no lo notó porque bajo la mirada un momento para sacar su celular y ver la hora, los ojos de las dos personas frente a él quedaron centrados en el anillo en su dedo.

—Maki y él es Inumaki —se presentó la hermosa chica, Yuuji sonrió—, y sí, ya hemos venido aquí antes y ese pastel es el preferido de nuestro profesor.

Inumaki la miro un poco nervioso, sabía lo que ella trataba de hacer.

—Oh, ¿Su profesor tiene un gusto por lo dulce? —rio el chico que parecía un mochi, realmente Inumaki nunca había visto a alguien tan lindo —ignorando a Yuta—, ¿En serio Maki creía que tenía algo que ver con Satoru? El apellido Gojo no era común, pero tal vez cabía la posibilidad de que fuese una coincidencia.

—Yo vine porque mis compañeros me dijeron que era delicioso, a Satoru, mi esposo, le gustan las cosas dulces así que quería darle una sorpresa.

O no. Notó a Maki sonreír de lado, conocía esa sonrisa y no dejaba nada bueno.

—Entonces sí, llévale ese pastel de fresas. Le encantará.

Yuuji asintió, dirigiéndose al mostrador para darle el nombre del pastel a la chica ahí —. Dos por favor, para llevar.

Maki e Inumaki se acercaron a él, lo que querían pedir ya memorizado en el cerebro de la de cabellos oscuros, lo que Maki no podía procesar era que ese chico sin duda era esposo de Satoru Gojo, era imposible que fuese una coincidencia, el mismo apellido y el mismo nombre, unido a la adicción de dulces a ese idiota. Yuuji sin duda era su esposo.

Pero, no tenía sentido, ¿Satoru casado? ¿Pero, cómo? ¿El mundo se había vuelto loco?

—Espero que ustedes dos disfruten del postre, Maki-san, Inumaki-san —dijo Yuuji, muy agradecido de la ayuda de los dos adolescentes que correspondieron su pequeña reverencia.