¿El dolor cuenta?
Luigi se encontraba pintando en su habitación de arte, el vendía las pinturas y así generaba dinero.
Alex por otro lado había salido. Luigi estaba tranquilo se podía decir, pero no sabía lo que le esperaba.
Las palabras duelen.
Pasaron las horas y llegó Alex, azotó la puerta y ingreso, el estaba ebrio. Luigi se altero y se prefirió no esconderse para que así no lo golpera tan "fuerte"
Alex ingreso a la habitación y le dió un beso en el cachete a Luigi. El último mencionado se sorprendió.
—luigi, amor ¿Que haces? — pregunto mientras se sentaba en una silla cerca de Luigi.
— na- nada - respondió tartamudeando.
— no tengas miedo, cuéntame lo que haces.
— mm, estoy pintando un recuadro que me lo pidieron.
— está muy lindo solo que le falta detalles, deberías esforzarte.
— no tengo tiempo para hacerlo nuevamente, lo tengo que entregar mañana.
— no importa, te puedes quedar haciendolo toda la noche.
Así fue, Luigi se quedó toda la noche con Alex, durante la noche Alex solo se dedicó a juzgar a Luigi.
— bueno está un poco mejor, ahora sí vamos a descansar.
— o-okey.
Después a la mañana siguiente fue a entrenar el recuadro a la persona correspondiente.