El chico más guapo de la escuela renace para salvarme

23. [No es un buen día para huir de casa] 1/2

(N/T: Se viene capitulo larguísimo más de 9 mil caracteres, por eso lo dividí)

—Giré la cara de lado y vi el boletín de la policía en el tablón de anuncios del barrio: la foto en blanco y negro del hombre buscado parecía cobrar vida. ¿Podría ser que estuviera oyendo los gritos de aquellas doce víctimas? El miedo me invadió y aceleré el paso para intentar olvidar el aspecto del hombre buscado. El viento me metía los pantalones hasta dentro, tan frío que me temblaba todo el cuerpo. El débil sonido de finos sollozos llegó desde detrás de mí ......

En el aula, muchos oyentes contenían la respiración.

—Recuerdo ahora, la pareja del bloque 2 acaba de tener un bebé.

Al unísono, se escucharon algunos suspiros.

Zhong Chun murmuró: —¡Este tipo siempre está pensando en tonterías!

El viejo Oso también sintió que la autocrítica se estaba desviando, y dijo en voz baja: —¡Vamos al grano! ¡No divagues!

Cen Qingmei sonrió interiormente. Un informe de tres mil palabras, ¿cómo podría ser un disparate? Solo contiene emociones sutiles.

—Caminé rápidamente hacia mi bloque, el camino arbolado frente a mí no dejaba pasar ni un rayo de luz, como si continuar hacia adelante me llevara directo al abismo del infierno. El viento soplaba de nuevo, las sombras de los árboles se movían como si quisieran arrastrar mi cuerpo hacia abajo. Estaba tan asustado que me faltaba el aliento, y detrás de mí, se sentía un escalofrío constante.

—Probablemente sea porque el uniforme escolar es demasiado grande y deja pasar el viento —Chen Shuo no pudo soportar la atmósfera incómoda de la historia de terror y rompió el hielo tan pronto como habló.

Provocó risas en el aula.

Cen Qingmei no se vio afectado en absoluto, mantuvo el mismo tono y ritmo que antes: —De repente, ¡me di cuenta de que alguien estaba detrás de mí!

El viejo Oso, impaciente, dijo: —Cen Qingmei, esto es una autocrítica. Te pedimos que reflexiones sobre tus errores, que te arrepientas, ¡no estamos aquí para cuentos

—¡Lo haré de inmediato! ¡Ahora mismo empezaré a arrepentirme!

De repente, en el aula, alguien dijo: —Antes de arrepentirte, ¿por qué no nos dices quién está detrás de ti?

La cara del viejo Oso se puso lívida: —¿Quién te autorizó a hablar?

Cen Qingmei activó la función de avance rápido:—No me atreví a mirar atrás, solo podía seguir adelante desesperadamente. Cuanto más rápido iba, más rápido me seguía la persona detrás de mí. Ni siquiera parecía estar jadeando, comencé a sospechar que podía ser el fugitivo...

Justo cuando aparecieron las palabras "fugitivo", Shu Yang, que había estado durmiendo en la mesa, se sentó sorprendentemente, frunciendo el ceño y mirando a Cen Qingmei.

—Cuanto más quería abrir rápidamente la puerta de hierro abajo, más torpe me volvía. Solo podía mirar cómo la otra persona me extendía la mano. La mano tenía dedos largos, una muñeca atractiva y nudillos uniformemente espaciados, sosteniendo la llave de mi unidad. Cuando me volví, ¡me sorprendió ver a nuestro compañero de clase Shu Yang!

—¡Demonios! Dedos largos, muñeca atractiva y nudillos uniformemente espaciados de nuevo. ¡Pensé que te habías encontrado con un fantasma femenino! —Zhai Ling, el chico alto en la última fila, se quejó en voz alta.

Otros estudiantes se unieron a la risa.

—¡Silencio!—El viejo Oso intentó suprimir la atmósfera no seria en el aula, pero no pudo controlar el deseo de todos de divertirse.