Ellos no yo.

Uno.

Leonardo se fue con dos de sus hermanos (Donatello y Raphael) a una misión, está fue inesperadamente más complicada de lo que debía y acabaron teniendo que irse, sin previo aviso, a otro país, quedaron incomunicados con su familia y amigos porque sus dispositivos acabaron explotando.

Mikey, los esperaba con la comida lista, sólo supuso que sus hermanos estarían hambrientos luego de ir solos a una misión.

Él pequeño no había ido debido a que tenía una herida leve...Bueno, leve es una cosa que sería falsa, porqué realmente quedaría una cicatriz horrible en su pierna... Por cierto, no debió levantarse tan pronto como se sintió un poco mejor, pero digamos que... Su hiperactividad se lo impidió.

Estuvo esperando por largas e inacabables horas...El padre al ver lo y enterarse de esto, dijo que quizás se les complicó un poco o estaban celebrando por ahí, como los inmaduros adolescentes que eran, entonces mandó al pecoso de vuelta a su descanso de dos semanas para que la herida sanará adecuadamente...

Pasó una semana y las tres tortugas no volvían, Mikey era cuidado por su padre que se quejaba de su molestó ser.

– Si tan solo pudieras encargarte de ti mismo como Leonardo, Raphael o Donatello hacen, no estaría haciendo esto y distrayendo me de encontrar a tus hermanos...
– Lo siento sensei...(Si fuera uno de ellos...Seguro que me pediría cuidarme más o consolarme ...)

–¡Un "lo siento" no arreglará tu estúpida pierna!–Gritó perdiendo los estribos.–¡Debiste tener más cuidado!¡Niño tonto!

– L-Lo se –sus piernas tiemblan, empezó a sudar frío. Sus pupilas se dilataron, miedo, algo que no había sentido antes hacia su padre. -- Se que debí ser lo, en serio lo lamento maestro...

La plática acabó con otro grito de la rata, la tortuga acabó siendo golpeada (no muy fuerte pero lo suficiente para dejar un leve moretón) en el brazo, esto porque no se quedaba quieto nunca y su padre se cansó de pedir que se quedará quieto y ser desobedecido...

Pasó un tiempo más, una semana para ser preciosos, Mikey no había salido debido a que se le prohibió.

Splinter solo hablaba de que tres de sus hijos no estaban y empezó a quejarse de eso otra semana después.

Después del mes cumplido, desde que sus hijos no llegaban, la posibilidad de que ellos hayan muerto se hizo colosal...No hubo luto debido a la tenue esperanza del padre por qué sus hijos aún vivieran.

En cada entrenamiento había algo que se repetía...(y el entrenamiento pasó de ser una vez por semana a tres veces por semana.)

Lo que tanto se repetía eran los gritos del padre, el mal trato al pequeño para que esté de alguna forma se fortaleciera y no fuera tan débil como antes 

–¿¡Por qué no pudiste ser tú?!
– No lo sé...Si hubiera sabido-
– Nunca sabes nada.

La rata se fue a su habitación.

Mikey simplemente abandonó el dojo y fue a la cocina...Comió un sándwich de algas y gusanos, después, fue a la sala y busco los VHS que tenía guardados, la mayoría de sus hermanos porque su padre rompió los que le pertenecían.

Tomó uno de Heroes espaciales, extrañaba tanto a su hermano mayor que decidió que su programa no era tan insoportable...

Luego de dos capítulos de 20 minutos se fue a dormir.

El padre lo ha visto, había ido a la sala después de escuchar el televisor a un leve volumen fue a ver qué estaba pasando, sin embargo, el que Mikey estuviera viendo Heroes espaciales, despertó una idea en su cabeza, una idea que se lo comió vivo, volvió a su habitación en busca de algo...