A través de las dimensiones

el despertar

Esa mañana llegue más temprano que de costumbre, añoraba verlo, al llegar encontré a Éster Balbuena en la habitación de Dominic , realizándole un baño en cama, me extrañaba su particular interés en Él, mientras se encontraban las cortinas de la unidad Cerradas el corazón me daba un vuelco en el pecho, luego le escuche comentar en la cafetería junto a sus amigas del paciente de la unidad 9 y de los fantásticos dotes que la naturaleza le había brindado.

Aquella tarde me acerqué hasta su cama por primera vez sin el equipo médico, lo observe en silencio, tome asiento a su lado, mientras sujetaba su mano, sólo se escuchaba el constante pitido del monitor de signos vitales.
Acaricié su rostro con la barba algo nacida, vi sus musculosos brazos tal como los recordaba, sus manos varoniles.

decidí hablarle:

- hola soy Laura... Me atreví a decir , segura de no recibir respuestas debido al coma inducido.

- sólo quería hablarte para mi es raro verte aquí, sabes a lo que me refiero, dije nerviosa.

Acaricié sus manos las sentí, cálidas tal como en mis sueños, las coloqué en mi rostro mientras recordaba su expresión cuándo me hablaba diciéndome " mi niña", me sobre salte al escuchar a mi espalda que decían.

- Doctora Roldan , buenas tardes!!, siento haber tardado el tráfico esta complicadisimo.

Al darme la vuelta nerviosa, logré ver a la esposa de Dominic, la señora Esmeralda de la vega, un tanto descompuesta con su rubio cabello húmedo, no pude evitar observar a través de la ventana que el sol brillaba sobre  la ciudad.

- no se preocupe, dije recuperando la compostura, el paciente no ha tenido novedad alguna, sólo comprobaba sus reflejos... Atiné a decir mientras notaba que ella observaba atentamente la mano de Dominic entre las mías.

- pero pronto despertará cierto? Pregunto con una marcada preocupación en su tono de voz.

- si, Respondí, sin evitar sentir algo de emocion por el acontecimiento...

Me retiré disculpándome vagamente, la situación para mi resultaba bastante incómoda.

Esa noche después de entregar mi turno ingresé a la habitación alegando haber dejado mi sello allí, para mi sorpresa Él estaba sólo. Mirando a lado y lado atiné a besar su frente, Dominic movió su mano, nerviosa salí corriendo como una niña que acaba de robar un dulce de la alacena de su madre.

La noche fue eterna no logré conciliar el sueño, a la madrugada del día siguiente mis ojos mostraban los rastros de una noche difícil, mi cabello no lograba acomodarse casi como si entrara en huelga, me sentía totalmente desaliñada, nerviosa y torpe por la falta de sueño.

Al realizar la ronda,vi su puerta cerrada imaginé a Éster Balbuena realizándole baño en cama excitada, por su atlético cuerpo, como la gata en celo que siempre ha sido, por un momento recordé a Gloria y de como la Arpía de Éster había logrado su ascenso.

Mientras me encontraba en la central de enfermería revisando las historias, vi salir a Esmeralda de la vega de la unidad de Dominic, con una gran sonrisa, no niego que sentí una inmensa curiosidad... Al pasar por su cama mientras terminábamos la ronda, recibí la noticia de que Dominic había despertado.

Mientras el doctor Cubillos y los demás colegas hablaban de los pormenores de su recuperación me quede en silencio con evidente nerviosismo, absorta en mis pensamientos de como sería nuestro encuentro, pensaba en su reacción al verme .el doctor Cubillos le saludo desde la puerta, escuché su voz tal como la recordaba grave  y varonil. No tuve el valor de acercarme.

Esa tarde tuve que irremediablemente Ingresar después de recibir el llamado de Esmeralda de la vega a través de la auxiliar de enfermería de turno, mientras me acercaba mis piernas empezaron a flaquear ,mi cabello se iba hacia mi rostro, me detuve en el baño peine mi cabello, mis ojos rojos enmarcados por unas inmensas ojeras, me hicieron sentir devastada, camine lentamente hacia su habitación giré la perilla mientras mi corazón salía por mi boca... Entonces lo vi sentado sobre la cama, su esposa acariciaba su rostro tiernamente, el la tomaba por la cintura, Ella al notar mi presencia lo suelta recuperando la compostura.

- Amor la doctora Roldan ha llegado... Entonces giro su rostro hacia mi, para mi fue un momento en cámara lenta, vi su piel blanca, sus ojos negros profundos, escrutadores con sus hermosas pestañas y negras cejas, sus labios delgados dibujaron una gran sonrisa tal como la recordaba.

- venga, vamos doctora un gusto conocerle. Me dijo extendiendo su mano hacia mi, con su marcado acento español... Leí en sus ojos que no me reconoció, sentí una gran desilusión. Estire mi mano para responder a su saludo al rozar su mano mi piel se enchino fue un momento de conexión nos miramos ,me apareció distinguir un pequeño destello en su mirada, su mano cálida cubría la mía se vino a mi mente el momento de la primera vez que recordé soñarlo cuando sentado en el árbol, me tomó la mano recordé su olor. Creó que demoramos más de lo debido nuestro saludo.

- me alegra verlo recuperado señor Berrueta atiné a decir nerviosa... Mientras su esposa preguntaba.

- lo trasladaran pronto a piso doctora Roldan, la familia esta ansiosa por verlo.

Al escuchar sus palabras un frío recorrió mi espalda imaginé a Dominic rodeado de pequeños llamándole papá, recordé su fecha de matrimonio no era posible un bebé aún, respiré aliviada. Mientras notaba que esperaban mi respuesta.

- Awmmm  si claro Respondí sin recordar la pregunta.

- cuando doctora? Pregunto Esmeralda impaciente .

- tal vez esta misma tarde, respondí recordando.

Dominic me miraba como si intentará leer mis pensamientos
Salí de la habitación desconcertada sonriendo tontamente luego de realizar una revisión de rutina, sin levantar la mirada durante la obscultacion.

Esa tarde quedé para almorzar con Cubillos,mientras bajaba por las escaleras hacia el  parqueadero escuche una mujer discutir con un hombre.

-entiende que es mi esposo, no lo puedo dejar ahora ,gritaba la mujer con  una voz que me parecía familiar.

Al acercarme vi a Esmeralda  hablando con un hombre rubio muy alto que la sujetaba por la mandíbula con una expresión de evidente enojo