Capitulo 4 - Un día más

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Narra Bill;

En el momento que vi a Harley cerrar los ojos, me quedé mirando su rostro relajado.

Con sus ojeras color violeta, grandes pestañas y labios carnosos parecía una niña buena. Pero sabiendo lo que hizo hoy no es nada comparado.

Sin pensarlo más, me fui, dejándola sola con la nieve cayendo en su cara.

Narra Harley;

Me desperté temblando, tenía mucho frío y me di cuenta que tenía nieve por todos lados. Me levanté y baje de la casita del árbol para irme a casa.

Era de noche, la luna era hermosa y la nieve lo hacía aún más lindo de lo que es, haciendo que me olvide de que tenía mucho frío e irme tranquila y sin apuro a mi casa. No lo quería hacer pero era para dormir cómoda en mi cama.

...

Llegando a mi casa entré y vi de lejos en el sillón a mi madre completamente drogada. Tenia drogas por todos lados y botellas de vodka vacías, otro de vino y otras botellas más.

Caminé ignorando el estado de mi madre, nunca me importó porque ella nunca se importó por mi existencia.

Voy a mi cuarto y lo único que hago es tirarme a la cama, sacarme los zapatos y el pantalón para dormir.

...

Mientras dormía sentía una mano en mi muslo, dormida abrí los ojos y vi a mi papá tocando mi muslo mientras me miraba con una mirada malvada.

-¡¿Papá?! ¿Que..Que...- Me sobre salté y me puse en un rincón de mi cama para alejarme de él mientras me trataba de relajar.

-shhh.. tranquila pequeña, solo será un juego- Dice él con su voz gruesa y ronca lo cuál comencé a sentir escalofríos por mi espalda.

-¡NO! ¡NUNCA FUE UN JUEGO!- Grite desesperada.

-Tranquila- Dice mientras se acerca a mí y me agarra del brazo.

-Sueltame..- Dije asustada.

En el momento que estuve lo suficientemente cerca vi todo negro.

Volví a abrir los ojos y pude ver que era un sueño.

Miré mi muslo porque me estaba doliendo, y era porque me estaba rasguñando a mi misma con mis uñas. Me había sacado un poco de sangre.

-Zzhh.. Mierda- Dije y dejé de rasguñar. -Pesadilla, puta pesadilla- Murmurando.

Me puse de pie y me fui al baño a lavar mi herida, de paso el de mi abdomen. Aún que estaba cerrada, estaba sucia y con un poco de sangre seca.

Miré la hora y eran las 15pm. -Puta madre, tenia que ir a trabajar- Dije. Ya se había hecho tarde y no me iban a dejar entrar.

Si, tengo un trabajo de mesera en un restaurante en mal estado. No me dan mucho que digamos pero es para pagar las deudas que en realidad mamá lo tendría que hacer. No tenemos casa propia y yo con 18 años trabajo para pagarla.

Sin nada que hacer me fui nuevamente a mi cuarto, me encerré con llave y me senté en la cama.

Estaba pensando en que esta noche voy a volver a salir y me voy a relajar ahí. Solo quiero eso y nada más...

Para estar más cómoda me puse un buso grande que me llegaba hasta lo que me hice en el muslo y me senté en mi cama apoyando mi espalda y mi cabeza en la pared con los ojos cerrados tratando de regular un poco mi respiración, ya que lo que soñé aún me dejó con el corazón un poco acelerado.

CRÍMENES DIVERTIDOS - Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora