T R E S

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El fin de semana había llegado más rápido de lo esperado para SeoJun, no era cómo que al pelinegro le molestara mudarse, él no tenía una vida en Daegu por lo que para ser honesto le daba igual moverse a otro lugar, hace ya un tiempo había perdido el interés en relacionarse con más personas, lo que si llegaba a lastimarle era el rechazo de su hermanastro hasta el momento, algunas veces pensaba que él era el problema y que quizá si este no hubiese llegado a la familia tal vez SuHo sería más feliz y un niño mas educado, todo el tiempo se culpaba por el mal carácter de su hermano aunque también entendía que no tenía porqué.

SuHo sólo llevaba dos maletas, lo cuál era muy poco considerando que él había empacado cinco y aún así no cabía toda su ropa por lo que su madre lo obligó a donar lo que no había entrado en las maletas jurando que en Busan tendría tiempo para salir al centro comercial y comprar más cosas.

Cuando los cuatro integrantes de la familia Lee estuvieron dentro del coche el padre de los menores comenzó a conducir.

— Niños, están muy callados, vamos Suho ya verás que será un nuevo comienzo para ti, conocer gente nueva, cambiar de aires y quizás hasta conocer una chica linda.— Habló la señora Lee dirigiéndose al castaño.

Suho no respondió nada, tampoco quiso hacerlo. Sus padres al no ver respuesta comenzaron a hablar amenamente mientras su padre ponía un poco de música.
Suho detestaba la música que su padre escuchaba por lo que se colocó los auriculares y lo único que pudo hacer fue intentar ver el paisaje. Lo logró unos cinco minutos hasta que un pelinegro comenzó a hacer demasiado ruido a su lado.

— Oye Suho, ¿qué escuchas? No traje mis auriculares, vamos déjame oír.— pregunto el menor acercándose al cuerpo del castaño.

SuHo sólo se limitó a pasarle un auricular, en cualquier otro momento lo hubiera ignorado y seguramente también lo hubiese insultado pero en ese momento sus padres estaban ahí y él no tenía la más mínima intención de discutir con su madre por lo que se podría a decir estaba en un estado bastante tranquilo.

SeoJun se sorprendió cuando lo que escuchó fue Diffucult de Gracie Abrams, el menor no esperaba que a su hermano le gustara ese tipo de música, pensaba que sólo escuchaba metal y rap, como siempre Suho era una caja de Pandora.

— Desde cuando tienes tan buen gusto musical, dios, esperaba que te gustara cualquier cochinada menos algo bueno.—SeoJun se volvió a verle.

— Amo todo lo que venga de Gracie, sobre todo este álbum, es buenisimo.—Contestó Suho de manera amable después de casi una semana de no hablarle al pelinegro.

Seojun estaba sorprendido por el pequeño cambió en su hermano, era lógico que el menor no dejaría pasar ese momento y aprovecharía para conocer un poco más al castaño.

— Mi canción favorita es i should hate you.

Suho inmediatamente lo miró
extrañado pero no cuestionó el porqué.

— Sí, es buena, prácticamente todo good riddance.

La canción terminó y lo siguiente que escucharon fue the good side de Troye Sivan.

— ¿Quién eres y que hiciste con Lee SuHo y su pésimo gusto musical?

— No es mi culpa que siempre estés encerrado estudiando en vez de prestarme un poco de atención.

— Loco, todo el tiempo te prestó atención, tú eres el que siempre está a la defensiva.

SeoJun logró ver lo que parecía una sonrisa por parte del mayor y eso le gustó, quería que su hermano lo quisiera tanto cómo él lo hacía.

SeoJun sabía cómo hacer para llamar la atención del mayor por lo que sacó una bolsa en la cual había puesto golosinas y frituras, y también sabía que su hermano no lo había hecho puesto que sólo había llevado lo indispensable. Y si algo sabía Seojun era que Suho comía todo el tiempo y en esas horas de viaje sin duda al castaño le daría hambre.

Cuando SeoJun comenzó a husmear en la bolsa de las golosinas, Suho se tiró a él quitándole unas papás fritas de la mano.

— Matanga dijo la changa.

— Oye que te pasa, ratero, las traje para mí.

— Pues muy tarde.—Suho abrió la bolsa llenándose la boca de patatas fritas.

— Esta bien puedes quedártelas, sólo con la condición de que cuando lleguemos a Busan me acompañes a conocer el lugar.

— ¿Y por qué yo? Papá tiene el día libre, dile a él que te lleve, yo llegaré a dormir y no lo sé, tal vez pida una pizza.

Seojun y Suho siempre discutían entre que comida era mejor, si la pizza o las hamburguesas, no entendía como era que su hermanastro pudiera comer siempre pizza y no engordar ni un sólo gramo, el pelinegro amaba las hamburguesas pero solo las comía de vez en cuando porque a comparación del castaño el engordaba con sólo respirar.

— Quiero que me acompañes porque si me pierdo se que mantendrás la calma y no te volverás loco como lo haría papá, además es lo mínimo que puedes hacer después de robarte mis patatas favoritas.

— ¿Eran tus favoritas? Lo lamento no lo sabía, tampoco me hubiera interesado.

Seojun sólo rodó los ojos.

—Sí, ya cállate y come.

🧸

Conforme el viaje transcurrió Seojun se quedó dormido.

Se veía adorable dormido de esa manera. Se había dormido con el auricular que el castaño le había dado, era una escena muy poco común de ver. De pronto un gran tope hizo que el auto saltará y por el contrarío, SeoJun no se levantó pero su cabeza quedó apoyada en el hombro del castaño, y suho no hizo nada para moverlo, simplemente lo dejó ahí, dormir mientras el observaba por la ventana.

Noto que su madre los veía por el retrovisor y pensó que diría algo pero no lo hizo y entonces sólo pudo respirar y continuar escuchando lo que ahora era Lana del rey.

𝑫𝒆𝒍𝒊𝒄𝒂𝒕𝒆 [𝑺𝒖𝑯𝒐/𝑺𝒆𝒐𝑱𝒖𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora