13. Va arder Troya

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La reincorporación de Shoto había sido todo un éxito, sus días cada vez se volvían más llevaderos y los desplantes de su jefe ya le resultaban habituales.Desde su conversación con Izuku había aprendido a ver las acciones y las palabras del pelocenizo desde otra perspectiva; no negaba que le seguían afectando ciertas palabras pero desde el día de su regreso, el señor Bakugo le había bajado una raya a su intensidad, demostrándole su cambio con acciones casi imperceptibles.

A pesar de seguir usando su voz demandante conmigo, me permitía tener ciertas libertades cuando conseguía persuadirlo en sus días buenos.Por ejemplo, a veces dejaba que Toshio se quedara en la oficina cuando el horario de trabajo se extendía, en otras ocasiones me había dejado salir temprano y por ultimo, extrañamente había aprendido el hábito de regalarle libros a mi pequeño sol.

Katsuki había regresado a aquella librería, a la que pensó nunca más volver

Extraño o no, agradecía internamente ese cambio en su superior, dado que el ambiente poco a poco se iba convirtiendo en su zona de confort. El carácter fuerte de Bakugo lo hacía sentir protegido, sintiendose como una liebre bajo el cuidado de un tigre, inmiscuyendose bajo una paradoja difícil de creer o aceptar; sin embargo,inevitablemente las cosas estaban desarrollandose así y se sentía correcto.

Por ello, como resultado del estado de calma del menor la oficina ya no era una zona de órdenes,gritos y guerra.

Shoto era radiante como el sol y los demás eran plantas dichosas de regocijarse de esa luz, o al menos Bakugo era el que siempre deseaba codiciosamente esa calidez, convirtiendose en el primero en notar y pensar sobre ese ser radiante. Desde la última vez,  una parte de sí se volvió consciente de su empleado,empezando a mirarlo con ojos más atentos y curiosos; como en este momento donde observaba de lejos al chico trabajando silenciosamente sin que este lo notara.

—¿Que estas viendo Kats?— un pelirrojo susurró detrás de su amigo como si fuera un espía

—¡Carajo Kirishima! Casi me matas de un susto

—Vengo para que firmes esta autorización para el evento de los niños mañana pero te eh visto todo misterioso aquí mirando un punto fijo— siguió la dirección en donde la atención de su compañero se desviaba encontrandose con Shoto escribiendo concentrado en su laptop, haciendo de vez en cuando caras adorables cuando algo le era difícil de entender o se frustrada

—No molestes y lárgate, estoy haciendo cosas importantes

—Acosar a alguien no es.... — abrió los ojos cuando notó algo en el de cabello bicolor, algo que solo el con sus pocos años de experiencia como padre reconocería — Owwwww se ve como Mina cuando estaba em.... ¡Un minuto! No te muevas, ya vengo — corrió por donde vino para regresar con un Izuku desorientado

—Mira a Shoto y dime si ves algo diferente — demandó un poco alterado

—Sé ve tan tierno pero no tanto como Ochako cuando estaba en cin.... — sus ojos se abrieron exageradamente al obtener tal conjetura — Trae a Mirio — ordenó 

Dicho y hecho Mirio era el tercero en corroborar aquel suceso sorprendente que sólo ellos sabían

—Tamaki también se veía así cuando tuvo a nuestro..... — calló al instante al notar las expresiones asesinas de los demás, al parecer querían mantener el secreto

Para este punto Katsuki ya estaba demasiado intrigado y enojado por el secretismo de sus colegas.Y para acabar de exasperar al pelicenizo, Denki se asomó por ahí queriendo saber el contexto del escándalo, sumando otra confirmación sobre el estado de Shoto

Mi Cielo Y Sus Pequeñas Constelaciones - [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora