capitulo 1

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Después de un día agotador me dirijo a mi apartamento, una rutina aburrida por cierto. Cuando llego a mi apartamento, el cual es amplio y con una iluminación espectacular, escucho risitas que provienen de la habitación de mi esposo, lo que él haga o no no es mi asunto y no me interesa en lo más mínimo, pero... siento que debería respetar que hay alguien más viviendo en el apartamento, y ese alguien soy yo, su esposa.
No veo nada de malo en que tenga relaciones con otras mujeres, este matrimonio lo acepté porque las ganancias eran elevadísimas, y yo, Silver Emerson, adoro el dinero.
La cantidad de dinero que ganaría si me casaba con este hombre hicieron que mis ojos lloraran de felicidad. Me casé, estoy ganando todo el dinero por el que un día lloré.
Riddler me es infiel, se acuesta con la primera mujer que se le atraviese, esto no me afecta ya que ninguno de los dos tenemos intereses románticos, lo único que no me gusta es que traiga a sus amantes al apartamento.
Después de un día agotado lo único que quiero es llegar a mi apartamento y descansar. ¡Ah, da igual! Lo único que quiero es dormir.
Me dirijo a mi habitación sin darle mucha importancia a lo otro, y tras acostarme quedo totalmente profunda.

Al día siguiente me despierto a eso de las ocho de la mañana, lo primero que se me viene a la mente es café.
Me levanto y me dirijo a la cocina, preparo mi café y lo tomo lentamente.

Mi aspecto es el de una persona recién levantada de su cama. Suspiro y me pierdo en mis pensamientos. ¡Alguien interrumpe esos pensamientos! Sale de la habitación de Riddler una chica joven, es hermosa y delgada, con hombros pequeños y caderas pequeñas, no es muy voluptuosa, su estatura es aproximadamente de 1.60, y tiene un aspecto angelical, cabellos rubios y ojos azules, piel blanca  rosadita, lleva una camisa blanca grande y ancha que le llega a los muslos.

Estoy totalmente perdida en mis pensamientos hacia ella, es bellísima, mi boca se abre inconscientemente, hasta que ella me interrumpe con una voz frágil y dulce:

-Perdón, ¿me podrías decir dónde está el baño?

Yo le respondo inconscientemente:

-Al final del pasillo.

-¡Gracias!

No sé qué es lo que acaba de ocurrir, de lo único que estoy consiente es de que una chica hermosa está caminando por los pasillos de mi apartamento.

Después de unos minutos caigo en cuenta de que ella es la amante de Riddler, es algo raro la verdad, pues los gustos de él son todo lo contrario a la belleza que acabo de ver.

Sus gustos son más por mujeres altas, bronceadas y con cuerpos extravagantes, y de personalidades vanidosas.

En cambio, la chica que acabo de ver es pequeña, delgada y dulce. Entre estos pensamientos la misma voz dulce y frágil vuelve a irrumpir:

-Ah, oye, ¿será que me puedes prestar una toalla? Es que aquí no hay.

Le respondo con un "Sí" y me dirijo rápido a buscar una, lo hago casi como si fuera una orden, no sé por qué o a qué se debe.

Me acerco a la puerta del baño y le entrego la toalla, noto que su delicado cuello y hombros están empapados, no puedo apartar la vista de ella, hasta que me pregunta:

-¿Vives en este apartamento?

Rápidamente respondo a su pregunta y señalo la habitación de Riddler:

-Sí, soy la esposa del chico que duerme en esa habitación.

Ella queda impactada, su expresión tranquila y fresca rápidamente se torna a una cara llena de nervios y miedo, ligeramente cierra los ojos con mucha fuerza, noto que tiene los puños cerrados y está apretando su mandíbula con mucha fuerza.
Me quedo por un minuto observando, hasta que me doy cuenta de que ella cree que la voy a maltratar por acostarse con mi esposo, rápidamente le intento aclarar lo que sucede.

-Oye, no te asustes, no pasa nada.

La chica abre sus ojos con timidez y confusión, y dice:

-No entiendo, ¿es normal que te peguen cacho?

-Jajaja, no, relación abierta supongo, ¿y tú, emociones de por medio?

-No, nada de eso.

-¿sexo casual?

-Jajaja, suena chistoso pero no, fue algo de la nada... Muy espontáneo la verdad.

-¿y cómo te llamas?

Cuando ella estaba a punto de decirme su nombre sale  Riddler de su habitación e interrumpe fríamente:

-¡Oye!, no molestes a mi invitada, y tú, apártate que me voy a bañar.

Pues estábamos hablando en la puerta del baño. Yo entonces le respondo:

-¡¿Perdón?!

-Sí, como escuchaste, no te metas en mi vida privada.

-¿cómo? No entiendo, estoy hablando con una persona.

Al parecer Riddler se enojó bastante con mi respuesta, nos empujó a las dos bruscamente, y luego grité como loca:

-¡Oye, si vas a cagar por lo menos baja la cisterna, nadie se aguanta tu mierda!

La chica empezó a reír suavemente, y hay que admitir que su sonrisa es divina. Cuando le iba a preguntar su nombre nuevamente mi celular suena, me estaban llamando.

-Perdón.

-Tranquila, contesta.

Me están llamando de la empresa, y al parecer me necesitan urgente, Riddler está usando el baño y no tengo tiempo como para esperarlo.

Me arreglo lo más que puedo y cuando estoy a punto de salir la chica se despide:

-¡Adiós! Espero que te vaya bien, es raro pero fue divertido hablar contigo.

Esto raramente hace que una sonrisa de oreja a oreja se dibuje en mi rostro. Bajo al garaje del edificio y saco mi carro.
Ya a lo lejos veo a la chica tras el ventanal del apartamento despidiéndose, no se porque  pero no puedo evitar no sonreír como una idiota embobada.
Pero tristemente ese momento es interrumpido por Riddler, que para mala suerte me mira de una forma rara, nosé porque pero ese gesto parece un poco competitivo porque alcanzo a ver una mirada de advertencia mientras me alejo.

La Amante De Mi Esposo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora