capitulo 2

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Cuando ya llego a la empresa mi asistente  felizmente me informa que las ganancias aumentaron en un 60% los últimos días, y que tengo una agenda llena de reuniones.

Cuando veo la oscura noche caer me despido de todos mis compañeros y subo a mi carro.

Ya en el carro no puedo evitar preguntarme cómo estará la chica de esta mañana, luego de pensar un rato me invade una tristeza, pues no creo volver a verla, Riddler nunca tiene una relación fija con las personas que he conocido que son sus amantes, y no creo que ella sea la excepción.
Una idea alocada me viene a la mente, pienso a pedirle a Riddler el número de la chica, no mucho después me arrepiento.

¡Ah!, ¿por qué es tan difícil localizar a una chica que esta mañana estaba en toalla en mi casa? Luego de pensar se me ocurre escabullirme en la habitación de Riddler, lo más probable es que encuentre su número en alguna parte. Cuando me doy cuenta ya estoy frente al edificio. Dentro del apartamento me doy un baño mientras en mi cabeza tengo un debate de cómo encontrar a la chica de esta mañana.
Cuando salgo del baño Riddler está en la cocina bebiendo un vaso de agua, ambos estamos en silencio y nos miramos fijamente. La situación ya es bastante incómoda, y lo que sucedió esta mañana no creo que ayude mucho. Se me ocurre romper el silencio diciendo la siguiente estupidez:

-¿y la chica de esta mañana?

-No quiero que interactúes con ella.

-¡¿qué?!, ¡¿por qué?!

-Esta vez las cosas son en serio.

-Ajá, y yo soy Adele.

-Es en serio, no quiero que te acerques a ella.

Yo realmente estoy molesta, ¿por qué tendría que obedecerlo? Luego de pensarlo un rato me doy cuenta de que estoy siendo muy inmadura, esto solo es un capricho, no puedo hacer un escándalo por una chica que ni siquiera conozco, seriamente le respondo:

-Está bien, lo entiendo.

Con estas palabras me voy a mi habitación y me acuesto. Ya cuando estaba por cerrar los ojos mi celular empieza a sonar, me están llamando. Ah, él me está llamando, cojo el celular y muy felizmente contesto:

-Hola, ¿cómo estás?

-Nada de “hola ¿cómo estás?”, ¡Silver, hace cinco meses no sé nada de ti, y no te he podido contactar!, ¡¿por qué no contestas mis llamadas?!.

Yo respondo un poco pensativa y cansada:

-He estado ocupada…

-Claro, ocupada sin poder hacer una llamada en cinco meses.

Yo no respondo y un largo silencio invade la llamada.

-Perdón, me preocupa no saber nada de ti, y más si crees que el dinero es la solución a la soledad con la que cargas.

Yo no contesto nada, “tal vez tiene razón” es el pensamiento que cruza por mi mente, el silencio de la llamada vuelve a ser interrumpido:

-¿te parece si salimos a comer mañana?

-En la noche estoy muy cansada como para salir a comer…

-Está bien, vente para mi casa y te quedas a dormir.

-Mmm, está bien, llego a las seis de la tarde.

-Dale, te espero.

Con esto la llamada concluye, y una nostalgia empieza a invadir mi cuerpo.

Luego de unos minutos quedo totalmente profunda.

Me despierto y me voy a la empresa, transcurre todo un día lleno de juntas y reuniones.
Ya en el carro me dirijo a la casa de mi mejor amigo, me preparo mentalmente para sus discursos. Llego y toco la puerta, un chico alto, ojeroso, con aspecto desarreglado y cabello negro me abre la puerta.
Él se ve furioso pero también melancólico.

-¡Frank!

Grito yo de felicidad.

-¡Silver!

Grita él de furia, seguido me pega en la cabeza y luego de unos segundos me abraza. Yo le devuelvo el abrazo y así duramos un momento hasta que se vuelve incómodo el momento, él interrumpe:

-Hay pizza adentro.

La verdad entiendo su comportamiento, pues de la nada dejamos de vernos y yo no contestaba sus llamadas. Él es mi mejor amigo y como un hermano mayor, siempre me apoyó en lo que yo quería, él fue el único que se quedó a mi lado después de graduarme. Todas esas personas que yo consideraba amigas nunca las volví a ver, cada uno desapareció, en cambio Frank me apoyó en todo lo que quise y me propuse, y aún así soy una desgraciada con él en muchas ocasiones. No entiendo cómo es que él me soporta, pero aunque yo no se lo diga lo aprecio mucho, en pocas palabras es lo único que tengo en esta vida.

Cuando ya entro a la casa tomo una porción de pizza de la que estaba en el microondas y me siento en el sofá de la sala. Seguido de mí Frank toma su porción y se sienta a mi lado, luego de unos momentos interrumpe el silencio diciendo con tristeza:

-No puedo creer que te casaste solo porque había dinero de por medio.

-Frank… Ah sigue siendo dinero.

-¡Silver, tienes veintitrés años!

-¿Y?

-¡Silver estás dejando toda tu juventud de lado solo por dinero!, manejas una empresa, dime ¿te queda tiempo para ti, siquiera eres feliz, te sientes cómoda?

Yo no respondo, soy consciente de todas sus palabras y que tiene razón. Me siento tan inmadura, pero no veo nada de malo en dejar mi juventud de lado por dinero, el dinero lo es todo, ¿no?, ¿me estaré equivocando?. Frank interrumpe el silencio nuevamente:

-Mira, el dinero es necesario ya sea para gustos, comida, higiene, o cualquier cosa, pero el dinero no va más allá de eso. Cuando una persona tiene mucho dinero más son sus gastos y más sola está. Me vas a decir: no, pero yo estoy rodeada de personas. Pero dime ¿tú crees que esas personas no están ahí por tu dinero?, ¿serías feliz si tu existencia girara en torno al dinero?... El dinero es necesario, tristemente tienes que producir dinero para poder sobrevivir en este mundo, solo te digo que no vivas en torno al dinero.

Yo no respondo nada, quedo totalmente impactada, no sé cómo actuar ante tales palabras, era cierto cada cosa que decía, todo tenía sentido… pero aparte de generar dinero no sé qué más hacer con mi vida. En un instante siento una presión, ¿acaso no estaba bien lo que hacía?, sentí como un pánico y ansiedad se apoderaron de mi cuerpo, no sabía qué hacer, solo quería llorar. Cuando ya sentía las lágrimas venir Frank acaricia mi cabeza, esto detona todo y parto en llanto.

-¿Qué es lo que tengo que hacer en este mundo, cuál es mi propósito?

Fue lo que le pregunté a Frank en medio del llanto, y su respuesta fue lo más incomprensible para mí:

-Vivir sin arrepentimientos, vivir como quieras.

-Y, ¿cómo hago eso?.

-Pronto lo entenderás.

Luego de una hora de haberme calmado Frank me preguntó con curiosidad:

-¿Ha ocurrido algo inusual aparte de ello?

No puedo disimular mi ligera sonrisa al pensar en la chica de ayer.

-¿Y… me vas a contar?

-Bueno pues… ah, mierda, cómo te lo explico.
Yo le cuento detalladamente, desde el momento cero que desperté, pero él pregunta inesperadamente:

-¿Desde cuándo te gustan las mujeres?

-No lo sé, nunca me negué a la idea de sentir algo por una chica.

-¿Entonces te enamoraste de la amante de Riddler?

-¿Qué? No estoy enamorada, solo fue una atracción.

-Deberías intentar conocerla, ¿no?

-No tengo razones para hacerlo.

-Míralo más como una etapa de conocer personas, date la oportunidad.

-Mmm, lo tomaré en cuenta.

Seguido de dicho esto me levanto y me voy a lavar la cara, pues tengo que acostarme para madrugar el siguiente día.

La Amante De Mi Esposo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora