Detrás del alambrado había una sombra. Ahora sabía que se trataba del vecino, va siempre solo. Es un hombre bajo y de paciencia corta, tiene la belleza de quién conserva los músculos trabajos por el uso, pelos desparejos color negro intenso, ojos inquisitivos, heterocromaticos, uno es marrón medio amarillento y el otro es azúl. Una tarde fresca, lo suficientemente para no transpirar. No le habla, solo lo mira. Él le pregunta "¿qué haces?" Él le cuenta que esta admirando sus ojos, un marrón intenso como el café de cada mañana, está perdido en ellos. Él no responde y él se envalentona y sigue hablando de sus rasgos más llamativos hacia roier, su cabello, su piel, su cuerpo. Él intenta decir algo, pero él está como en un trance de palabras; tienes ojos muy bonitos, ese lado tímido tuyo es algo lindo e infantil, se me hace muy tierno. Tú no serás un niño ¿No? El sol cae y natalan se despide, tiene que terminar de organizar algunas cosas para su casa "así no me aburro".
Su sombra se deshace a los lejos, y él queda completamente confundido, mareado y con un deseo interior, no puede meter ni un comentario.
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Él desaparece detrás de un árbol, como si la sombra del árbol se lo tragara. Mira la ventana de la habitación del vecino que está pegada a la suya y se queda pensando. Por dónde está el vecino pasó un gato "¿Sabrá que es hermoso?" Exclamó refiriéndose a natalan. El sol detras de la ventana muestra diferentes rayos de idéntico espesor. Lo más caliente que puede ser, el sol, su vecino, un día a pura luz. Una mañana está sentado en las afueras mientras observa a un gato blanco ahí parado en sus plantas. "Dámelo", aparece el vecino por detrás y haciéndose espacio para agarrar a su mascota sin querer le roza la cintura. Él lo deja hacer, mudo, todavía sintiendo sus manos, como si eso fuera el comienzo de una entrega a algo que ni él entiende. Empieza a caer la tarde y contempla cómo el sol oculta algunos objetos y hace brillar a otros. Necesito ocuparse de que todo estuviera bien en el exterior antes de preocuparse por el interior. Los días son casi iguales, transcurren calmos, lo sabe y se entrega a ello y a esa sensación. Sin objetos para ver, sin imágenes para admirar; se enfrenta a la soledad de su percepción. Cómo si mirara su propio mirar. Está tan absorto que no se da cuenta de que el vecino lo mira desde la ventana de su habitación hasta que siente como lo invita a su casa. Físicamente le atrae de un modo insoportable. Se está acostumbrado a la soledad. Hace cuánto que no conoce a alguien interesante, con una mirada distinta, un poco distorsionada. Cómo un escape hacía adelante, algo que lo saqué.
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Se que está muy corto(creo) pero ya tengo más ideas para el capítulo que viene, pensaba poner algo más explícito así que le pondré la advertencia a la historia y no soy bueno escribiendo como pueden ver ujum( ≧Д≦)
