XV

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POV VIOLETA:

Tras una noche muy larga, desperté por la claridad que entraba por la ventana. El día estaba despejado y escuchaba a los pájaros cantar.

Miré a mi lado y sonreí, Kiki seguía dormida y tenía la boca abierta por la baba que había soltado al dormir. Eso indicaba que había dormido bien, ya que ella me lo había corroborado en la academia.

Me levante lentamente para evitar despertarla y me vestí lo primero que encontré en mi maleta. Una sudadera color lila y unos pantalones que chandal negros. Salí del apartamento sigilosamente y cogí las llaves de Kiki.
Busqué en mi google maps como llegar a alguna pastelería y si había alguna abierta, lo q fue tarea imposible al ser las 6 de la mañana, el tren nos recogería a las 9:30 de la mañana por lo que debía darse prisa para poder desayunar con ella con calma.
Tras 15 minutos buscando, encontró una pequeña cafetería donde trabajaba una señora y una chica muy joven.

-Hola, buenos dias, ¿tenéis cafés para llevar y algun pastel?- pregunté asomandome por el mostrador.

-Hola joven, si, tenemos un poco de todo, echa un vistazo allí- me dijo la señora muy amablemente señalándome la vitrina repleta de pasteles y dulces.

Miré con detenimiento y observé una caja con trufas de chocolate.

-Bingo- susurre pero la joven camarera me miró extraña.

-Espera, ¿eres Violeta de operación triunfo?- preguntó emocionada.

-Si- dije orgullosa y sonriente.

-No puede ser, ¿podemos hacernos una foto? - preguntó buscando su teléfono móvil en el bolsillo.

-Por supuesto - le dije.
Tras la foto le dije lo que quería y salí de la cafetería con una caja de trufas, cafes para todos y varias napolitanas de chocolate.

Abrí la puerta lo más lento que pude y ahí estaba mi hermana en el sofá mirándome.

-Pense que aún dormíais- me dijo bostezando- ¿A donde has ido?- preguntó.

-Pues fui a por el desayuno, pero primero dejadme que despierte a Kiki y darle el desayuno en la cama.- hice una pausa- y os dejo en la cocina lo que cogi para vosotros.

-Eres la mejor hermanita - dijo abrazándome mi hermana Tana.

-No me alabes tanto, que es por que te traje el desayuno- dije riendo y fui hacia la habitación con una bandeja con el desayuno de Kiki.

Chiara seguía en la misma posición que cuando me había ido, la almohada estaba húmeda por su baba, sonreí al pensarlo y procedí a besar la cara de Kiki sin parar.

-Ay, Vivi- dijo Kiki abrazándome.

-Buenos días amor- le dije y deje un corto beso en sus labios.

-Joder, que buen recibimiento- me dijo Kiki- si siempre va a ser así yo firmo- me dijo mientras miraba la bandeja de comida.

-Venga, disfruta que en nada volvemos a la academia- le dije entregándole las trufas y tras verlas sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Kiki ¿por qué lloras?- pregunté preocupada.

-Te quiero Vivi, me encanta como me conoces.

-No seas tonta y desayuna - le dije y me tumbe con ella en cama para desayunar.

Tras el desayuno ambas nos levantamos y nos duchamos por turnos, porque no queríamos que nuestros padres supiesen nada, aunque seguro se lo intuían.

-Kiki, es tarde, vamos a perder el tren- le dije gritando desde la puerta .

-Voy- gritó y abrazó a sus hermanos al verles- os voy a echar de menos enanos.

-y nosotros a ti Chiara- dijeron a coro sus 2 hermanos pequeños.

Tras una intensa pero breve despedida nos fuimos juntas hacia la parada del tren, donde nos recogerían y tras 1 hora de recorrido, nos recogerían para ir hasta la academia.

-Estoy de los nervios, no quiero que nadie me cuente nada, me refiero, fui feliz sin saber nada y me da miedo enterarme de cosas- me confesó Kiki.

-Te juro que no pasará, te protegeré de todo eso- le dije para tranquilizarla mientras besaba su mejilla.

-Gracias por cuidarme Vivi- me contestó y devolvió el beso.

Cuando llegamos a la academia nos esperaban las cámaras para narrar como habían ido nuestras navidades en casa, como habíamos pactado, dijimos que bien, que cada una por su lado, ya que mi ruptura con Julia era muy reciente y no quería que se malinterpretasen las cosas.

Cuando acabaron con las preguntas, Noe nos esperaba dentro para besuquearnos y darnos energía.
Ambas nos moríamos de ganas de saludar a todos, pero sobretodo a Ruslana, Juanjo y Martin, ya que eran nuestros mayores pilares fundamentales.
Me daba miedo mirar a Salma, ya que el primer día de navidades llamo a mi casa para declararse, yo le deje claro que tenía compromiso y que no podía estar con ella.
Salma no se lo tomó bien y colgó, por lo que me preocupaba que me sabotease mi concurso. Ella es buena chica, pero tiene muy mal carácter

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Holaa, tras 2 días sin moverme de mi cama por la puñetera gripe A, he conseguido escribir esto. Espero ir mejorando.  Espero que hayáis disfrutado de la felicidad, ya que algo pasará en los siguientes capítulos... un besot y animo para los que estéis enfermos como yo (y como media España)

En mis armoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora