Imagino que os preguntareis ¿por que poesía?
Mirad, el significado de poesía tiene multiples connotaciones, a cada cual más sincera, pero si me preguntáis a mi: la poesía es el principal motor de la historia, es el mas fiel testimonio de la resistencia del espíritu humano. A lo largo de los tiempos, ha sido un eco de las verdades incómodas y dolorosas, un susurro en las revoluciones soñadas y un faro en los tiempos de penumbra. Es un recordatorio de que las palabras, cuando están repletas de sinceridad, tienen el poder de transformar el mundo que nos rodea y su importancia, radica en la habilidad para capturar la esencia del instante, para congelar la efímera belleza del presente en palabras que resuenan en el eterno eco de la memoria. En cada verso, la poesía se convierte en una cronista de las emociones, en un diario que revela los secretos del ser humano.
Por eso, bajo mi humilde opinión, la poesía es el discurso de la verdad, de lo real, de lo efímero.
Así pues, con la melancolía como aliada acompañada de versos como viajeros errantes, os invito a explorar conmigo callejones de la existencia que pocos se atreven a transitar. Convirtamonos en pintores de paisajes emocionales, en arquitectos de sueños que construyen sus líneas en los cimientos de la realidad, donde cada palabra de esa realidad, será un tributo a la capacidad humana de soñar, de resistir, de llorar y de encontrar belleza en la sencillez de lo cotidiano.
Así pues, la poesía es
faro y refugio,
espejo de la realidad y del alma,
un tributo.
En su esencia,
encontramos la esencia de vivir,
ya que en cada verso,
la vida se vuelve a construir.
