Capítulo 2 ❀

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Los días seguían corriendo con cierta "normalidad" para los adolescentes, ahora tenían algo en común, evitarse. Pero como si el universo los odiara, se cruzaban constantemente en los pasillos, causando ese desagrado interno de ella y la incomodidad de él por su rostro contorsionado.

──(N) tengo que irme antes hoy ──aviso su amiga después de teclear en su celular ──Mamá quiere que la ayude con algunas cosas, ni siquiera iré al club ──se quejó apoyándose en el hombro de su amiga. ──perdón por dejarte sola, vives lejos.

──Está bien, me iré con Dai como siempre ──tranquilizo palmeando el cabello rojo de la contraria. ──no pienso entrar al gimnasio, le voy a avisar que salga ──tomo su celular y comenzó a escribirle a su amigo de la infancia.

"Hana se va temprano, te espero fuera del gimnasio después del club"

"Si quieres puedes esperarme en la entrada, así no te cruzas con ya sabes quién"

"okis"

──No tienes que esconderte, no hiciste nada malo, él debería estar rogándote para que no lo acuses── gruño apretando el puño en alto.

──Exageras ──se rio y bajo la mano de la menor ──Y no me escondo, solo no lo quiero ver, cada vez que lo veo me acuerdo de la escena ──fingió un escalofrío y ambas rieron.

La campana hizo presencia dando por terminado el último receso del día, de a poco sus demás compañeros comenzaron a llegar, y entre ellos Kazuma acompañado del susodicho rubio. Se despidieron con un apretón de manos antes de que la mirada avellana de él se cruzara con la de ella.

Su ceño se contrajo instintivamente y la mirada del rubio se apartó malhumorada, cansado ya de la situación, por suerte para ambos termino tan rápido como siempre cuando el alto se perdió en los pasillos en dirección a su salón.

Las horas de clases pasaron con normalidad hasta que llego la hora de la salida, la pelirroja se fue tan pronto como se avisó el fin de la clase, disculpándose infinitamente con su amiga antes de salir corriendo hasta el auto de su madre que la fue buscar.

Con sus cosas en mano se dirigió como la mayoría del alumnado a sus actividades extracurriculares, el club de repostería era pequeño a diferencia de otros, pero eso lo hacía mejor, solo debía preocuparse por hacer lo que le gustaba sin muchas interrupciones, quizás ayudar a algunos miembros que aún eran principiantes, aunque no era molesto, muchas veces era divertido verlos ensuciarse con las mezclas.

Pero a diferencia de sus clases el tiempo paso lo suficiente rápido como para que mirara asustada la hora antes tomar sus cosas y correr donde normalmente se encontraba con sus amigos, olvidando por completo el cambio de planes acordados, ya estaba a unos metros del gimnasio cuando recordó que debería estar en la puerta principal.

Suspirando desganada mando un mensaje a Dai para avisarle que lo esperaría afuera del gimnasio, apoyándose en la pared, espero una respuesta de parte de él, pero el rechinido de las zapatillas en el piso de madera le hacían saber que no eran la única que se olvidaba del tiempo.

Esperó no más de dos minutos cuando el ruido paro y se empezaron a escuchar pasos acercarse, probablemente los chicos tomando agua. Miro entretenida el cielo tratando de encontrarle sentido a algunas nubes, cuando risas se hicieron presentes.

Al parecer el equipo esta de buen humor, aunque eso no es raro.

Aunque una risa más fuerte destaco, reconoció la voz de su compañero, pero no el sonido de quien reía con tanta alegría. Inevitablemente, fue contagiada de la felicidad ajena y sonrió mirando sutilmente sobres sus hombros hacia la ventana que se mantenía abierta a su costado.

En ese instante se escucharon como algunos se despedían y otros pedían quedarse más tiempo, no espero mucho hasta que el presidente de la otra clase y su amigo de toda la vida saliera aún con la toalla en la cabeza y revisando su celular.

Observo como fruncía el ceño al leer los mensajes y volteo para buscarla por el lugar, al conectar miradas la castaña sonrió y saludo con la mano alejándose de la pared para acercarse a él.

──Pensé que dijimos que nos veríamos en la entrada ──levanto una ceja mirándola con cierta diversión.

──Si, bueno, me olvidé ──se encogió de hombros quitándole importancia ──¿quieres de las galletas que hice hoy? ──sonrió.

──Dios, sí, muero de hambre ──expreso quitándose la toalla de la cabeza y comenzando a caminar uno junto al otro hasta la salida.

Pero sin poder ignorar a la hermosa pelinegra que paso a su lado antes de mirarla de arriba abajo mientras se acercaba cada vez más al gimnasio.

Su rostro se arrugó, tal como lo hacía al ver a Terushima Yuji

[ᴡᴇᴀʀᴇᴏɴᴇᴅᴀᴛᴛᴇʙᴀʏᴏ🍥]

Estuve buscando por horas los banners de esta historia hasta que me acorde que nunca le hice 👉👈

Es TAN DIFÍCIL volver a escribir, estuve TRES horas tratando de empezar, por suerte ya me ordene con esta historia, y las notas murieron porque tampoco las encontre asi que la historia no sera como la plane hace dos años 😾

En fin, gracias por esperar, besos en la cola a todos los que voten y comenten 😽

Troubled Heart | Terushima YūjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora