05.

28 1 0
                                    

Desperté con la incertidumbre haciendo estragos mi estómago, había prometido no cruzar la línea, pero necesitaba saber, era simple, llamaría, preguntaría y después colgaría; sencillo.
Obviamente no fue así, hablamos casi una hora y media, o más bien yo hablaba mientas sollozabas de manera dolorosa; escucharte no le traía paz a mi corazón, todo se destruía mientras yo intentaba sostenerlo con la poca fuerza que me quedaba.

Escuché un débil "te amo" susurrado entre tus hipeos, no pude evitar corresponderlo, porque una parte de mi, esa pequeña parte extraña y tonta aún te ama de manera asfixiante e incomprensible, esa parte aún cree que todo puede arreglarse; pero yo, yo sufro, yo te odio, yo me inhibo; mientras esa parte también sufriendo y sangrando, me pide a gritos estar contigo para poder hacerla feliz. Para poder hacerme feliz internamente. Pero no, yo sé que aún no es tiempo.

-D.

Días sin ti. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora