prólogo

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South park
Ubicación: Bosque
Hora: 3:20 AM

Los ecos de pasos apresurados resonaban en el bosque, sin embargo, solo se percibía una sombra casi humana corriendo sin cesar. Finalmente, se detuvo en el corazón del bosque, agotado de huir de sus perseguidores. Si debía enfrentarlos, sería en ese instante, sin más distracción. Estaba resuelto a resistir y luchar por su vida.

—Aquí termina todo — declaró con firmeza un individuo que vestía una sudadera azul, pantalón negro y un gorro del mismo color que se había caído mientras corría, revelando su cabello negro y lacio, desordenado por el viento. Sus ojos ámbar brillaban con una mezcla de ira y valentía mientras desplegaba sus garras afiladas, listo para atacar.

No era un juego, no podía permitirse perder. Su familia, su pareja y su fiel mascota dependían de él. Se preparó para el combate, sintiendo la adrenalina fluir por sus venas.

—Venid aquí, malditas arpías cobardes — exclamó con voz desafiante, su rostro transformándose en una feroz máscara de lobo, sin perder su esencia humana.

Entre los árboles, se escucharon risas burlonas, un sonido que le erizó la piel y avivó su ganas de atacar.

—Oh, por favor, habla el que ataca en manada — replicó una mujer vestida con una túnica griega blanca, su espalda adornada con unas hermosas alas de color blanco con bordes marrones, cabello ondulado castaño claro y una mirada audaz en sus ojos esmeralda penetrantes y seductores.

La mujer alzó el vuelo con una gracia sobrenatural y se abalanzó directamente hacia el joven de cabello negro, sus garras brillando con malicia mientras dejaba un corte profundo en su rostro.

El joven permaneció inmóvil, sintiendo cómo la sangre se derramaba de su cara, no dijo nada y solo escuchaba la risa de la castaña que se jactaba de haber herido al lobo.

—Miren, le hice daño, y él se creía muy fuerte — se burlaba la mujer alada, pero de repente sintió como algo atravesaba su pecho. Era el lobo que había saltado y clavado su puño en el estómago de la chica, haciendo que cayera al suelo sin poder moverse o razonar.

Apareció otro ser alado con una mirada de disgusto, acompañado  por una rubia que a vista parecía sería.

—Linda, ¿qué no te dijimos acerca de subestimar a nuestro invitado? — habló el chico de cabello rubio de una coleta, con alas similares a las de un halcón, ojos color zafiro y una túnica griega color perla.

La chica en el suelo solo movió sus ojos con un gesto de molestia, mientras aguardaba a que su herida se regenerara y recuperara su energía.

—Du-ele m-mucho— articuló con dificultad, observando cómo la rubia alada aparecía, dándole una señal de que todo estaría bien.

la rubia pisó el suelo, ocultando sus alas de colores del arco iris, con el morado como color predominante.

—En lugar de quejarte, ve y llama al jefe — sugirió, dirigiendo su mirada al rubio que mostraba un gesto de aburrimiento. Acto seguido, tomó a la castaña que se quejaba por el dolor y se alejó del lugar. La rubia suspiró cansada, si el golpe hubiera llegado al corazon de la contraria ella estaria perdida. —Eres el antiguo alfa, ¿verdad? — inquirió la rubia con voz seria, mientras ajustaba su túnica, idéntica a la de la castaña. Sus ojos de color violeta irradiaban peligro, algo que el joven de cabello negro debía temer, pero no lo hacía y solo se dedicaba a observar cada movimiento de su contrincante.

—Qué bien, ahora estamos tú y yo solos — avanzaba con pasos lentos pero amenazadores — Ahora ven y ataca, o no me digas que el alfa de tu ex manada te quitó hasta tu fuerza — rió con elegancia, observando cómo el contrario no reaccionaba ni decía nada.

el chico simplemente adoptó una postura de combate, dando la señal de que estaba listo para el enfrentamiento, que no iba a retroceder.

La tensión en el aire era palpable mientras los dos se enfrentaban, cada uno listo para luchar hasta el final. Sin decir una palabra, El pelinegro agarró el cabello de la rubia y lo tiró con fuerza, provocando que ella soltara un gruñido de dolor. Pero Estrella no se amedrentó, al contrario, desplegó sus alas de colores del arco iris y dejó que sus garras afiladas salieran a relucir.

La pelea comenzó con una ferocidad desenfrenada. Estrella lanzaba golpes rápidos y precisos, mientras Craig respondía con movimientos ágiles y defensivos. Ambos mostraban habilidades sobrenaturales, aprovechando su fuerza y velocidad para intentar superar al otro.

El sonido de sus golpes resonaba en el bosque, mezclado con los gruñidos y los rugidos de ambos contendientes. La chica aprovechó un momento de distracción del contrario y logró atrapar su pierna con sus garras, intentando derribarlo. Pero el no se dejó y se liberó rápidamente y contraatacó con un golpe directo al rostro de ella, haciéndola retroceder unos pasos.

La batalla continuó, cada uno luchando con todas sus fuerzas. Pero como siempre una pelea tiene que terminar con un ganador.

Finalmente, con un último golpe certero, logró derribar a la chica que estaba cansada y a punto de desmayarse. Ella cayó al suelo, herida y agotada, mientras el otro se mantenía de pie, respirando pesadamente pero con una mirada de triunfo en sus ojos.

—Esto termina aquí, ahora quiero hablar con tu líder — afirmó con voz firme, demostrando ese control que tanto de distingue con otros hombres lobos

La chica sonrió, esbozando una sonrisa algo siniestra que causó un ligero temor en su oponente.

—Has desperdiciado tu tiempo viniendo aquí, porque él no pierde el tiempo con insignificancias como tú — dijo con una risa burlona.

En ese instante, la chica se levantó con dificultad y mientras caminaba hacia el bosque, sintió cómo su pie quedaba atrapado en algo, provocando que fuera arrastrada. Lo último que hizo fue emitir un sonido similar al de un ave para indicar que estaba en peligro.

El lobo no comprendía lo que había sucedido y solo suspiró.

—Esto fue una pérdida de tiempo — se dijo a sí mismo, justo antes de sentir cómo algo atravesaba su pecho.

¿Qué era eso? Eso mismo se preguntaba él y al voltear vio a un anciano que le sonreía. Pensó en huir, pero sintió cómo su cuerpo se debilitaba y lo único que pudo hacer fue aullar hacia la luna para que su antigua manada supiera que estaba en peligro.

Esta iba a ser la única noche tranquila en ese pueblo que a la distancia parecía un lugar seguro, pero de cerca era peligroso.

Bienvenido a South park

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Espero que le guste mi historia, soy nueva en esto, puede que aiga falta de ortografía pero espero que le guste mi historia nada original jajajajaja

Me voy a central más en las arpías y lobos pero me gustaría que me dé alguna idea de que criatura de gustaría ver o que personajes de gustaría ver cómo criatura,

Esto es todo, chaíto

dangerous southDonde viven las historias. Descúbrelo ahora