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- dos semanas antes

"Todo en el hospital estaba de maravilla; los pacientes mostraban una recuperación inmediata apenas y se ponía en práctica la cura de su enfermedad. Era una felicidad y emoción para los doctores ver a los pacientes irse al fin curados. Estaban haciendo de maravilla su trabajo.
Pero, uno de ellos era la excepción:

Marie; contaba con unos 16 años y al menos media 1.60 de altura. Su complexión era delgada y contaba con un par de ojos color verdes. Su cabello era castaño claro pero caía con abundancia a causa de una extraña enfermedad la cual no tenía una cura, según los médicos.
Fue detectada con este caso apenas y cumplió los 13 años, a causa de un desmayo que había tenido. Algunos dicen que se trata de un virus; otros de algún tipo de cáncer; y algunos afirman que es un proceso hormonal, pero este último fue descartado al ver que la paciente solo empeoraba con el pasar del tiempo.
La causa de la caída de su cabello no tenía explicación, pero los síntomas que presentaba solo les permitía a los doctores diagnosticar una enfermedad sin alguna cura, y solo pudieron darla por desahuciada.

Su familia mostraba gran preocupación ante esto, y por lo último mencionado de parte de los doctores solo rompieron en llanto y agonía. Al pasar los años dejaron de mostrar preocupación por ella hasta dejarla en abandono completo.
Marie al principio se mostró asustada; con miedo y solo preguntaba lo que le pasaba a su madre, pero al recibir ausencia de su madre se dió por muerta a sus 16 años.
Los doctores hacían lo que podían por lograr encontrar una cura a su enfermedad y pueda regresar a casa. Pero ninguna mostraba resultado alguno; al menos esto lograba darle un poco más tiempo con vida. Más al notar la ausencia de la familia en el cuarto de la paciente decidieron parar de buscar una cura y dejar que el ciclo de la vida transcurra.
No fue de hacerse ver que Marie comenzara a desarrollar un transtorno depresivo al notar la ausencia en su cuarto; lo único que llegaba era la comida. Además su desesperación por salir iba incrementando a causa de ver cómo los pacientes abandonaban aquel hospital y ella no podía salir de su jaula."

- a continuación, le cedo la palabra a mi compañera; adelante Camila -

Sonaba la pantalla de la recepción del hospital, dónde se encontraba el guardia cuidando la entrada de aquel lugar.

- gracias Mauricio, aquí su servidora Camila informando desde las fronteras del estado. Hasta ahorita todo está en calma aunque la situación del país es otra. Lo bueno que no se avecina ningún ataque a como estamos viendo -

mencionaba la chica desde aquel lugar mientras el de la cámara filmaba cada parte mostrando los paisajes del amanecer; eran las 8 a.m.

- me alegra mucho que así sea Camila; que lindo está el paisaje por cierto. ahora vamos a ver qué clima nos espera para esta semana -

las voces seguían saliendo de la televisión, por el momento todo estaba tranquilo y sin ningún tipo de problema por el pasillo.
Hasta que comenzaron a escucharse golpes provenientes de una puerta, la cual ya sospechaba el guardia de dónde venían.
comenzó a caminar hacia el lugar de dónde venían y al llegar solo pudo afirmar su respuesta.

- ya puedes dejar de causar ruido, hay pacientes que aún quieren seguir durmiendo -

mencionó el guardia hacia la puerta la cual había dejado de ser golpeada; solo pudo escuchar una breve voz salir del otro lado del pedazo de madera.

- por favor, déjame tomar un poco el sol tan siquiera -

mencionó la pobre Marie, suplicando por salir al otro lado del umbral. El guardia solo saco un suspiro por sus labios, para volver a repetir las mismas palabras de todos los días.

- no puedes salir a causa de tu enfermedad, no sabemos si puede ser contagiosa. Y sin saber la cura, no hay mucho que pueda hacer por ti Marita -

Marita era la manera en la que llamaba a la chica; al pasar tres años cuidandola de no salir se le dió por llamarla así. Pudo escuchar que la chica entro en desesperación al escuchar su respuesta, al oir suspiros frenéticos salir de sus labios.

- pero no creo que lo sea; todos pasaban a visitarme y nadie se enfermaba -

mencionó ya algo alterada al recibir una respuesta que no quería. El guardia solo decidió irse de aquella puerta escuchando las quejas de la chica; intentó mantenerla en razón pero no logró hacerlo.
Solo se escuchaba como comenzaba a volver a golpear la puerta en desesperación por salir de aquel lugar al cual llamaba "su jaula".

desde que comenzó a ausentarse su madre, comenzaba a ponerse más alterada al no recibir lo que quería. Comenzaba a gritar, golpear y a destruir todo a su alcance hasta no poder más con ella misma. Decían que era estrés y desesperación lo que invadía su cuerpo, y por eso mismo debía permanecer en cautiverio. No saben de lo que sería capaz en frente de una persona.

Por el momento, solo les quedaba esperar a que perdiera sus energías y consigo llevarla a su muerte. No hay nada más que pudieran hacer por ella.

" nada es lo que parece "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora