Capítulo 4: nuevas facetas

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- Ya, ya, ya pasó, mirá, ya llegamos a tu casa.

- Snif... Snif... Tío idiota...

- Eh! Que tiene que ver tu tío

- ¡Todo! Buaaa...

Esto fue un desastre, solo quería morirme, no solo fue lo que dije, también el cómo lo dije, lo grité, grité tan fuerte que las pocas personas que pasaban por ese camino voltearon a vernos.
Eso no me afectaría en nada normalmente, pero cuando esa situación se mezclo con mi nuevo nerviosismo y la cereza del pastel fue el rostro de Zuky, era una mezcla de risa incómoda con una mirada llena de miedo, como si estuviera viendo a una loca.

Ahí fue cuando me rompí, caí al suelo y con el rostro rojo por la vergüenza rompí en llanto, si lo sé, patético.

Debí causarle tanta lástima a Zuky que corrió hacia mí y me acompaño todo el camino a casa mientras trataba de consolarme.

No entiendo que me pasó, que yo recuerde jamás fui tímida o nerviosa.
Pero ahora que recuerdo, con mi primera novia siempre fui muy complaciente... No, era una sumisa.

Ella siempre decidía lo que íbamos a hacer o a dónde ir, y siempre que su rostro se acercaba al mío me volvía un tomate. Si lograba hablar con ella con normalidad era porque fuimos amigas desde niñas.
Con mis consiguientes relaciones nunca tuve ese problema, supongo que era porque siempre me saparaba de ellas antes de agarrarles cariño.

Vaya descubrimiento más curioso y también inoportuno, de todos los momentos de mi vida, que tenga que descubrir esa parte de mí con esta situación tan vergonzosa, parece un mal chiste.

Maldito tío, todo es tu culpa, ojalá te vuelvas impotente.

Pensé que Zuky se iría al momento en que llegáramos a la puerta de mi casa, pero se quedó conmigo, incluso llamó a su madre para decirle que se quedaría a dormir en casa de una amiga.

Eso solo aumentaba mi vergüenza, su compasión me estaba matando, ojalá se fuera lo para ponerme a gritar en mi almohada, jurar nunca volver a intentar ese tipo de tonterías y de paso planear una bonita bienvenida para mi tío 😈.

- ¿Que se supone que estás haciendo?

Mierda, olvidé echar el seguro.

Quise aprovechar cuando se fue a hablar con su madre para encerrarme en mi cuarto y esconderme con mi almohada debajo de mi cama, algo que no hacía desde que era niña. Debo tener la cabeza hecha un desastre como para olvidarme el seguro.

Cómo no le respondí, Zuky suspiró algo cansada y empezó a buscar algo en su mochila.

- ¿Quieres que te lea algo?

Es obvio que está tratando de suavizar y volver a algo de normalidad esta situación tan patética, así que le dije que sí con la cabeza.

Cuando "salíamos" ella solía leerme una que otra cosa en la cama. Aunque es extraño que no recuerde mucho de eso.

Eso me hace pensar que tal vez me equivoqué y ella no fue alguien tan importante para mí como creía, no debía serlo si  pude olvidar una situación tan romántica como esa.

- "Y entonces mirando su espejo se dijo a si misma: sabías hermanito, ya cumplí 16..."

- ¡Basta! Ahora ya recuerdo porque bloqueé esos recuerdos, ¡qué demonios me estás leyendo esta vez!

No pude ni aguantar la primera frase, salí rápidamente de mi escondite y le arrebaté su manga

- Un seinen de ídols.

- ¡Me estás jodiendo!

- Pero creí que te gustaban mis historias, siempre las escuchabas con mucha atención.

- ¡Nunca me gustaron!, tus gustos son raros, solo te escuchaba porque me acostaba contigo.

Ups, creo que acabo de decir algo cruel. Empecé a sentir que me dolía el pecho, pero entonces la escuché reír.

- jejejeje, si, ya lo sabía.

- what?

- Porque crees que empecé a leerte por la parte más cringe en lugar del inicio, es gracioso verte apretar los dientes y casi llorar de rabia cada vez que te leo uno de esos mangas. Je je

Al parecer aún hay partes de esta chica que desconozco, Zuky, una pervertida de closet y al parecer también una sádica.


- ¡Largo!

Ya había tenido suficiente, fue un día "productivo" por no decir horrible. Fuí consciente de algunas cosas mías que desconocía y también descubrí el lado sádico de Zuky.

Al diablo el ultimátum de mi tío, ya cumplí y salió todo mal. Creo que esto ya cuenta como un intento.

- Entonces me iré, me iré y no volveré jamás, jamás, jamás, jamás!

- En serio, ya te estás pasando de melodramatica.

Ese lado de Zuky siempre me gustó, cuando por fin se sintió en confianza conmigo y Ale, se la pasaba peleando con ella usando sarcasmos y siendo re dramática. Me parecía muy linda en esos momentos y era divertido ver las caras de Ale aguantando las ganas de tirarsele encima.

Pero ahora que me encontraba en la posición de Ale, al fin la entiendo.

- ¿En serio quieres que me vaya?

- Si!!

- Quieres que me vaya y que el último recuerdo que tendre de tí sea tu propuesta de matrimonio?

- .... Quédate

- Con mucho gusto

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