¡ESTÚPIDO ALFA! (DEKUBAKU/OMEGAVERSE)

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Las cosas definitivamente se estaban poniendo muy difíciles, Katsuki estaba cumpliendo sus 6 meses de gestación por fin, su pancita ahora era mucho más notable y era imposible no darte cuenta de que estaba en cinta.

El invierno estaba a punto de comenzar, era esa temporada en la que las lluvias eran bastante frecuentes y duraban la mayor parte del día, con una temperatura casi helada en las calles y el viento paseando por todos lados haciendo el frío más insoportable para quienes se transportaban a pie.

Katsuki estaba en su departamento casi muriendo de frío, al ser un complejo bastante económico, no contaba con calefacción así que la mayoría de los huéspedes contaban con un calentador eléctrico, algo que el rubio no podía costear.

Con sus 6 meses de gestación le fue demasiado difícil encontrar un empleo, no era aceptado en ningún lado, ni si quiera en los lugares que ofrecían un medio tiempo. Esto para no tener inconvenientes con un Omega preñado, según las personas llegan a ser poco productivos y viven quejándose de los síntomas que experimentan día a día, es lo mismo a no tener personal trabajando.

Se sentía inútil, no podía hacer nada en su estado más que pasarla encerrado en casa, con el empleo de Denki era muy difícil verlo más de 1 hora al día, regularmente pasaba a darle una vueltita y llevaba algunas cosas para él al saber que tenía problemas con el dinero, a pesar de que no era un problema ya que Kirishima al ser abogado podía proveerle todo lo necesario.

El estar recibiendo tanta ayuda sin dar nada a cambio lo hacía sentir mal, ellos no estaban en la obligación de lidiar con las cosas que eran completamente su responsabilidad, se ha quejado en varias ocasiones y insistido en que ya encontrará una manera de solventar sus gastos, pero, es imposible hacerlos entender.

En esos meses ya notado varias cosas que avanzan en su embarazo, se siente más cansado, su pancita ya es bastante notoria y su ropa ha dejado de quedarle por completo, eso lo hacía sentir horrible.

- Ahg!

Se quejó dando vueltas al rededor de la cama, que si bien no era suya se sentía bastante cómoda.

Desde hace un par de meses está viviendo en casa de Eijirou, en su última cita con el médico le recomendaron estar en un lugar donde el aroma de su amigo sea más notable, se puede malinterpretar el hecho de que el pelirrojo se esté tomando las molestias que haría una pareja, pero lejos de todo eso, es porque ver sufrir a Katsuki le rompe el corazón, es como su hermano menor y hará todo a su alcance para velar por su bienestar.

Han pasado 6 largos meses, su rutina es la misma de siempre, las siestas por el día son más constantes, y al estar completamente sólo la mayor parte del día solamente lo hace tener más sueño, Kaminari se ha distanciado un poco en ese tiempo, su corazón se estruja de sólo pensar porque sucede, pero no puede hacer nada, siente que está perdiendo el cariño de su amigo todo por sus malditas decisiones.

Había veces en sus momentos de debilidad en las que se preguntaba porque decidió seguir adelante con todo eso, tal vez si hubiera tomado una decisión diferente no estaría sufriendo, estaría viendo a sus amigos completamente felices mientras que él vive su vida tranquilo y sin ataduras, pero son sólo en momentos en los que su frustración lo domina.

Teme por hacer una tontería alguna vez, pero no lo hará, su mente es fuerte y sabe que el amor a su pequeño cachorro es más fuerte que la soledad que lo rodea.

Se levanta de la cama con dificultad, está usando una camiseta de Kirishima que en esos meses se ha vuelto su vestimenta diaria, su ropa no es lo suficientemente grande como para poder usarla, después de todo tiene un peculiar gusto de la moda, no usaría eso estando de esa manera.