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¡ 𝐉ENNIE !
Después de que Javon salió de la Universidad con esa chica que se llamaba Mina, Jayla y Nat me llevaron a casa porque definitivamente no puedo conducir mi auto.
-Oye, va a estar bien, ¿de acuerdo? Hablaré con él tan pronto como lo vea para saber su verdadera razón para hacer esto.- Natalie dijo suavemente mientras lentamente me guiaba a sentarme en mi sofá y sostenía mis dos manos sobre las de ella.
-Y probablemente dejar algo de sentido en su estúpido cerebro.- Jayla se burló en la esquina que todavía estaba furiosa con el chico de cabello castaño que acababa de golpear antes.
-Hun, todavía no sabemos el lado de Javon, así que por favor.- Natalie dijo y miró a Jayla. Sé que esto también es difícil para ella porque Javon es su primo más cercano y también es mi amiga. Ella simplemente no puede saltar abruptamente al lado de uno de nosotras.
-¿Qué deberíamos necesitar saber de el? El está en mal estado y claramente no ha cambiado un poco, sigue siendo el viejo idiota Javon.- Jayla replicó, su voz subió un poco su volumen. Mi corazón se apretó por lo que dijo y por la forma en que lo dijo. Jayla está claramente enojada con Javon por lo que me hizo, pero ¿cuál podría ser su reacción si sabe mi secreto? ¿Sería capaz de entenderme o me odiaría más de lo que estaba sintiendo hacia Javon ahora? Sacudí mi cabeza. No. Necesito terminar con lo que tengo con Kai antes de que cualquiera de ellas se entere, especialmente Javon.
Necesito recuperarla sin importar qué, y lo primero que tengo que hacer es limpiar mi conciencia para poder planificar bien mis movimientos sin ningún obstáculo.-Chicas, quiero descansar.- Entonces dije antes de que las dos caigan en una discusión. Escuché que Natalie suspiró suavemente y se puso de pie.
-Probablemente deberíamos irnos ahora. Contáctanos si necesitas algo, ¿de acuerdo?- Dijo y me envolvió en un abrazo antes de caminar hacia Jayla.
-Muchas gracias por todo, muchachas.- Les dije de todo corazón al dúo.
-Descansa bien, Jendeuk-. Dijo Jayla y solo le envié un asentimiento y una pequeña sonrisa tranquilizadora. Cuando la pareja finalmente salieron de mi casa, miré por la ventana para ver si su auto ya se había ido. Y cuando vi que ya se habían ido, fui bruscamente a buscar mi teléfono y marqué el número de alguien. Después de unos pocos tonos, la persona en la otra línea respondió:
-¡Bebé! Pensé que nunca volverías a contactarme. Dios, cuánto te extraño.- El hombre dijo excitantemente.
-Kai, tenemos que hablar.- Le respondí con un tono serio, pero parece que no se dio cuenta de eso o decidió no hacerlo.
-Aww. ¿También me extrañas tanto? Bien, ¿dónde deberíamos encontrarnos, Bebé? ¿En el mismo hotel? ¿O quieres en mi casa esta vez?- Dijo, hice una mueca. Pensó que quería verlo por la misma razón que antes.
