Capítulo 1: El caer.
Irradiabas luz, irradiabas amor,
cada día una sonrisa te sostenía.
A pesar de los daños que recibías,
aún así te mantenías.
Pero, daño tras daño, caíste un día.
Te rompiste.
Todo era frío y solo,
decías que estabas bien pero te dolía caminar.
Fingías sonreír a los que amabas para no preocupar,
pero aunque avanzabas hacia adelante, no dejabas de mirar atrás.
Capítulo 2: Ayuda
Ese frío y soledad,
crearon en tu mente algo que no era verdad.
Te llegaste a señalar, lo peor que una persona podría acusar.
Mala, mala, mala,
y así fue como las piezas dispersas
dejaron de iluminar.
Se intentó pegar,
se intentó volverte a armar,
pero habías dado tanto de ti
que solo mirabas hacia fuera,
olvidando lo que te hizo ser como antes eras.
El miedo a herir
te impedía recibir ayuda.
Solo ofrecías piezas rotas
a cambio de volver a sentir.
Capítulo 3: Las dos luces
El camino ciego lo iluminó una luz blanca,
mostrando lo que no se podía ver; no eras el único roto.
La esfera que te envolvía estaba hecha pedazos.
Luz blanca ayudó a organizar,
luz blanca ayudó a limpiar,
te enseñó tu libertad,
dando herramientas para enfrentarla y perderla.
También llegó luz morada,
enseñó a preguntar qué era lo que necesitabas.
Luz morada ayudó a mirarte por dentro,
estudiarte con método
y crear espejos
para que nada malo de afuera te afectara por dentro.
Luz morada y luz blanca te armaron de nuevo,
cumplieron su trabajo con amor y se fueron.
Armado, solo faltaba encender,
el porqué no lo llegabas a entender.
Capítulo 4: Alrededor
Tanta oscuridad te cegaba,
impidiendo ver esos rayos de luz que siempre estaban.
Mirabas tanto atrás que no percibías el presente,
donde estas luces intentaban sostenerte.
Entre ellas se juntaron y pudisteis encenderte.
Capítulo 5: Sanar
Querido corazón roto,
hoy volviste a brillar.
Volviste a volver amar,
aprendiste a mirarte a ti mismo,
cuidando a los que te saben tratar.
No eres el mismo porque el pasado y el presente se juntaron para crear una mejor versión de ti.
Vives otro comienzo acompañado de una nueva manera de hacer las cosas,
comprendiendo que cada suceso es un aprendizaje para cambiar y tener felicidad.
