CAPÍTULO 4

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Me levanté muy pronto, los demás seguían dormidos, me arregle y fui a cubierta me encantaba ver el amanecer, es algo que hacía muchas veces. Solo que fui muy tonta en no sacarme una chaqueta, pero en lo que iba por ella probablemente el amanecer se habría acabado, entonces espere a que se acabara. Cuando veía el atardecer me recordaba muchísimo a mi madre.
Habría pasado como una hora, ni me daba cuenta. Cuando vi a a Ulises me acerque.

- que haces aquí, entra ahora mismo-

- que te pasa -

- que entres joder -

- escuchame quién coño te crees, para decirme que hacer -

Solo me agarró y me hizo entrar.
Vi como fue de una forma rapidísima para decirle algo a mi padre, entiendo que alomejor no se podía estar en cubierta pero tampoco era necesario actuar así.
Mi padre ordenó a todo el mundo estar en el comedor. Habló de una manada de pájaros, bueno y de un montón de cosas, el problema vino cuando los pájaros se volvieron locos y tuvimos que cubrir todos los ojos de buey, bua era alucinante lo que estaba sucediendo, cada día quiero creer que he caído en un profundo sueño y que todos los desastres que suceden no son realidad.
Vi a Burbuja mirando un punto fijo, me acerque a él y le pregunte que le pasa, el no respondía. Derepente quería salir y todos intentamos pararlo, mi padre vino y lo detuvo.
Una vez se hizo de noche me fui a lavar los dientes. Apareció Ulises y bueno no hubo palabras solo risas, me deseó las buenas noches y yo igual, me daba mucha vergüenza hablar con él después de todo. Cuando baje al comedor vi a mi padre hablando con Ainhoa, yo me acerque a Valeria y empecé a hacerle cosquillas y a darle besos

- para Marina, para -

- y si no quiero que pasa -

- Marina podemos hablar-dijo mi padre

- claro, dime -

- tu sabes quien es ese chico, con el que esta tu hermana-

- Papá... sabes mi situación con Ainhoa...no hablo con ella desde aquel día. Si me lo hubieras preguntado hace meses alomejor lo sabría pero en este momento no me puedes preguntar a mi -

- Marina vas a dormir con nosotros- me dijo Valeria

- bueno, si quieres me quedo -
Cuando se quedó dormida me levanté para ir a la cocina, me dolía la cabeza quería tomar una infusión.

Cuando entre no había nadie estaba sola, empecé a pensar como serían las cosas si yo no me hubiera enfadado con Ainhoa, cuando acabe la infusión me fui y vi que todos estaban dormidos, vi que no había más sitios en el colchón con Valeria y tampoco en ningún sitio así que cogí una manta y me tumbé en ella. Sonó la alarma y todos nos levantamos cuando mi padre me vio se enfado pero no dijo nada por que ya tenia suficientes problemas, poco después ordenó a todos que nos pusiésemos los chalecos salvavidas. Todos estábamos ayudando para hacer una mezcla de no sé qué, estaba con Salomé cuando primero entró el tío Julián y luego Palomares, vi que Burbuja se iba pero no sé a dónde así que fui detrás de él.

- espera Burbuja a dónde vas -

- no me sigas Ma..Marina es peligroso -

- que piensas hacer-

- es..esperarme aquí-

Hice lo que me dijo solo que cuando vi como los pájaros le intentaban atacar, entre para ayudarle a salir de allí, llevaba puesto la primera chaqueta que había visto para que no me hicieran tanto daño, me llevé algún rasguño pero no fue nada comparado con lo de Burbuja.

- si... Los.. Los alcones asustan a los pájaros -

- tienes razón Burbuja- le dije yo
El salió yo me quedé dentro escuchando como todos aplaudían y yo miraba como los pájaros se iban.
Soy un cuadro entre el rasguño en una pierna y en la otra una herida medio abierta. Todos estaban limpiando yo fui a mi habitación para limpiar el rasguño y así conseguí que nadie lo viese, en cuanto vende el rasguño me levanté para ayudar a los demás.
Ya todo estaba limpio y todos estábamos muy cansados por eso nos fuimos a dormir.
Me levanté y vi que eran las 3 de la mañana, joder es que no puedo dormirme. Me puse una chaqueta y salí a cubierta, me encantaba estar ahí, aunque es una oportunidad para darte cuenta de lo que impone el mar, pasaron las horas y cuando menos te lo esperas ya es de día vi a mi padre y al tío Julián.

EL BARCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora