Advertencias: fluff y poco drama. AU de híbridos y omegaverse
Jeongyeon recordaba que, cuando era pequeñita y tenía sólo siete años, tuvo su primera subida de peso. Fue luego de invierno, uno especialmente frío, en el que casi no salió de casa para correr y subirse a los árboles, y se la pasaba acurrucada en un nidito que hizo sobre su cama, comiendo bellotas y aguacates y piñones y almendras, hasta sentir su estómago pesadito. Sólo comía, sin pensarlo dos veces, sin importarle si estaba un poco más gordito que antes.
Cuando llegó al colegio luego de esas vacaciones de Navidad, algunos niños se rieron de ella y diciéndole que ahora era una pelota de fútbol. Esos niños eran tan pesados, ¡sólo porque eran carnívoros se creían con el derecho de tratarla así!
Chaeyoung le dijo que no los tomara en cuenta, que ya se iban a aburrir.
No fue así, porque Jeongyeon sólo siguió ganando y ganando peso. Las burlas de esos niños le ponían de los nervios, y a veces llegaban a propasarse, empujándola o haciéndole zancadillas o incluso pellizcándole el estómago, en especial cuando tenían clases de deporte y debía usar una playera más ajustada. Toda esa situación lo hacía llorar tanto, y llegaba también llorando a casa, y mamá, para consolarla, le daba un aguacate o varias almendras, porque eran las favoritas de Jeongyeon, y sólo así lograba calmarse un poco.
Gracias a eso, la niña relacionó desde temprano que podía relajarse cuando comía algo, y dejó de controlar la forma en la que comía. Jeongyeon realmente intentó arreglarlo varias veces, pero era muy difícil, en especial cuando los niños de su curso le decían palabras feas y lo hacían llorar. Parecía que lo único que parecía calmar el dolorcito en su corazón era la comida, lo único que lograba hacerla sentir un poco mejor era tener su boca llena de bellotas.
Sin embargo, cuando tenía trece años, fue que se dio cuenta de que quizás debería bajar de peso. A inicio del año escolar, en su primera clase de deportes, al profesor no se le ocurrió nada mejor que medirlos y pesarlos. Jeongyeon vio su número en la balanza y sintió el alma caer al suelo al notar todos los kilos que tenía encima.
Jeongyeon decidió que había llegado el momento de, quizás, controlar un poco eso.
Su familia y amigos la animaron a bajar de peso y Jeongyeon empezó a hacer ejercicio, tratando de no desanimarse en ningún momento. Aunque también tuvo algunas recaídas en esos años, nunca más quiso ver ese número en la balanza.
Con diecisiete años, Jeongyeon todavía estaba con algo de sobrepeso, pero lejos de ese terrible número que lo hacía llorar tantas noches en su cuarto. Era muy difícil para ella bajar de peso, porque debido a la ansiedad desarrollada, siempre que se sentía nervioso o muy mal, recurría a las comidas. Le costaba mucho seguir dietas por lo mismo, y el ejercicio era su principal recurso para mantenerse con un peso mucho más sano.
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Wild Chipmunk [Jeongmi]
RomanceJeongyeon es sólo una pequeña ardillita en un mundo de horrendos carnívoros. Al menos, hasta que Mina llega a su vida. Adaptación autorizada. Todos los créditos de la historia para @Hobibuba, quién me dejó hacer está adaptación.