War Of Hearts || Clarisse La rue

Luke y Thalia: Introducción

1999:

Bien...yo no quería ser una mestiza y agradezco no haberme enterado en ese tiempo. Pero siempre había algo que lo indicaba, las visiones, los monstruos, mis problemas para leer y la concentración. No era problemática, pero a veces hacía cosas por impulso y eso me llevó a hacer algo loco

Hace un mes escuché una conversación de mis padres. Tal vez no fue lo mejor porque no debo espiar a los adultos pero esa conversación me involucraba de una forma no favorecedora. Comenzaron con una discusión sobre mi verdadera madre, no escuché su nombre pero simplemente me pareció raro. Toda mi vida mis padres han dicho que soy adoptada, y sabía que lo decían para hacerme mal, pero trataba de no darle importancia, aparte era casi imposible, todos decían que yo era la copia de mi padre. Pero mi madre no es la mujer con la que viví toda mi vida, es mi madrastra pero ella me trata muchisimo mejor que mi padre. Durante toda la discusión estaba escuchándo todo detrás de la puerta, pero parecía que mis padres estaban haciéndose chistes; hablaban de dioses griegos y el olimpo, temas que con mis compañeros habíamos visto en el colegio y por esa razón me causó risa...pero hubo algo en esa conversación que simplemente hizo que nuestras expresiones cambiaran. Mi madre dijo que debían  mandarme lejos. Eso me paralizó por completó, ellos querían deshacerse de mi. Mi mente solo podía pensar en que me mandarían a un orfanato o a un reformatorio. Pero me detuve y sentí una lagrima caer por mi mejilla. Era obvio que mi relación con mis padres no era bueno. Cuando no hacia las cosa bien ellos simplemente amenazaban con castigarme golpeándome, o sacándome mis cosas. Nunca fue un buen hogar, pero sin dudas no quería estar sin uno. El impulso simplemente me ganó y al rato cuando dijeron que la cena estaba lista comencé mi plan.

Lo que yo quería hacer sin duda era algo tonto y sin sentido, pero por alguna razón estaba decidida. Algo dentro mío decía que si yo cenaba probablemente me contarían acerca de aquella conversación. Si bien mi duda más grande era el porque nombrar a dioses venía al caso de su pelea solo decidí ignorarlo. Luego de unos minutos escuché el ruido metálico de los cubiertos y esa era mis señal. Simplemente agarré mi bolso y metí una chaqueta de abrigo, unos pantalones y una remera, quería dejar espacio para poner un poco de comida dentro. Luego de un tiempo oí el sonido de las escaleras el típico crack que hacían los escalones cuando mis padres subían a su dormitorio. Esperé unas 2 horas aproximadamente viendo a través de el reloj de mi alarma y fui a la cocina lo más silencioso posible.

-Santo cielo- dije y no podía creer lo que había- Pastel?...¿por qué?- Luego recordé que pronto sería mi cumple, solo en una semana, supongo que fui ilusa al pensar que era para mí pero eso nunca lo sabré. Me aguante las ganas de comer un trocito y agarré un sándwich que era para mi día siguiente en el colegio, unas manzanas que habían en la frutera y una botella grande de agua. Sabía que era muy pesado, pero no podía arriesgarme a que algo me pasara.  Antes de partir fui a la biblioteca de mi casa y agarré mi libro favorito, tenía dibujos y trataba sobre diseñadores de moda, es algo un poco infantil para mi edad pero me entretiene ya que no tiene mucho texto, por lo que mi dislexia no afecta, agarré dinero de la billetera de mi padre y de la de mi madre y llevé mi alcancía en el bolso para romperla cuando estuviera lejos de casa. Luego traté de agarrar una llaves y por suerte recordaba cual era la de la puerta principal. Al tener la oportunidad de hacerlo dejé de sentirme segura, tenía un nudo en la garganta y ganas de llorar y vomitar, estaba nerviosa y por un momento pensé en ir a decirle a mis padres que por favor no me internaran, pero tal vez sería en vano o hasta peor, solo Dios sabe que me harían si se enteraran que los espié. Abrí la puerta de forma cuidadosa y antes de pensarlo salí corriendo, no me importó cerrar la puerta ni nada, solo corrí sin sentido y podía sentir el viento en mi cara como nunca, me sentía libre, pero estaba aterrada. Sin darme cuenta ya estaba lejos de casa y no estaba muy segura de como volver