Capítulo V - Prepartido

318 24 0
                                    

Hoy era el día del partido contra Australia. Jugamos en Wembley y estaba muy nerviosa ya que era un partido contra una selección muy potente en un estadio muy grande.

Durante el almuerzo creo k alguna chica se percató de mi estado de nerviosismo.

"Oye T/n, se que estás nerviosa pero deberías comer algo antes del partido", me dice Beth.

"Ya lo se, pero no tengo hambre".

"Se como te sientes pero tienes que intentar comer algo".

Leah se encontraba cogiendo su comida y al darse cuenta de la situación cogió otro plato con un poco de comida para mí y vino a sentarse en la mesa que estábamos todas.

"Toma Kid, debes comer algo".

"Pero es que no t-", Leah no me dejo terminar la frase y me contestó.

"Ya se que ahora no tienes ganas de comer però hoy es un día importante y aunque los nervios te hagan sentir así es importante que comas por tu bien y el del equipo", me dijo con tono de capitana pero a la vez suave.

Al final acabé comiendo una tostada con miel y un poco de fruta.

Después del almuerzo nos dirijimos al estadio con el bus. Me senté al final de todo junto con Alessia y Ella.

"¿Preparada T/n?", me preguntó Alessia.

"Si pero los nervios me están matando", le confesé.

"Es normal, yo en mi primer partido también lo pasé mal y estaba muy nerviosa, pero con la ayuda de las compañeras todo fue mejor y ahora tengo un bonito recuerdo de mi debut", dice Ella.

"Es verdad que con vuestra ayuda ya no estoy tan nerviosa. Leah también me ha ayudado mucho desde el primer día, hace que me calme y que no esté tan nerviosa", le digo con una pequeña sonrisa.

"Se nota que tenéis conexión, y que te gusta Leah", me dice Ella con una mirada y sonrisa pícara.

"Pero que dices, solo que me ha ayudado y es muy maja conmigo".

"Si ya, pero tienes que admitir que te gusta", me dice Alessia. " Va confiésalo, no se lo diremos a nadie".

"Bueno si, puede que me guste. Esque es tan amable y siempre está pendiente de que estemos bien. Pero tampoco creo que se vaya a fijar en mi, encima soy la más pequeña y la nueva".

"Pero si a Leah también se le nota que le gustas. Siempre está pendiente de tí y de preocupa mucho por ti. Es verdad que siempre ayuda mucho a todo el mundo pero contigo es diferente. Créeme, le importas de verdad y mucho", me dice a lo que yo me sonrojo.

Al cabo de un rato llegamos a Wembley. Este estadio es tan grande que impresiona de verdad.
Una vez ahí entramos dentro, bajamos al césped como de costumbre y después nos dirijimos al vestuario. Me senté donde estaba mi camiseta con el número 30, junto a la de Beth y Alessia. El partido era a las 12, y aún eran las 11. Así que aún faltava un rato para empezar a calentar, por lo que decidí escuchar un poco de música para tranquilizarme mientras que me iba preparando.

Al cabo de un rato salimos a calentar, el estadio ya estaba medio lleno. Es increíble la cantidad de personas que habían y las que faltaban por llegar. Cuándo pisé el césped por primera vez me sentí nerviosa pero bien a la vez, era como estar en un sueño hecho realidad.
Después del calentamiento nos entramos de nuevo al vestuario, donde Sarina acaba de darnos las ultimas ordenes para finalmente hacer el grito.

Después nos dirijimos hacia el campo, pero yo me dirijo al banquillo junto a otras y que evidentemente no soy titular, pero Sarina me ha dicho que si el partido va bien seguro que me da unos minutos.
Ya salen al campo las jugadoras, se hacen las fotos y las dos capitanas se dirigen hacia la arbitra para realizar el sorteo. Leah y la capitana de Australia, Sam Kerr, se saludan y se cambian el banderín. Leah gana el sorteo y escoge balón.
Las jugadoras se dirigen a sus posiciones para empezar el partido.

Una Lionesse más - Leah Williamson y T/nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora