I kissed a girl - Violeta y Chiara

Capítulo 14

Chiara's pov:

Violeta llevaba ignorándome todo el día. En las clases actuaba normal, pero la sentía distante, pero en cuanto teníamos tiempo libre se alejaba.

Yo estaba desesperada. Normalmente pasaba mucho tiempo con Violeta y mucho más esa semana que nos había tocado trabajar juntas, pero.... Ese día hacía como si no existiese. Como si al salir por la puerta de la clase yo me convirtiese en un fantasma. 

Después de comer había estado ensayando sola y antes de la cena igual, me sentía una payasa haciendo un baile en el que teníamos que interactuar yo sola. Pero me hacía falta practicarlo, aún no me sentía cómoda del todo con él y tenía miedo a que me nominasen por ello.

Me senté en la mesa al lado de Ruslana, no era mi sitio habitual y la pelirroja lo sabía.

- ¿Problemas con la reportera? - Dijo mirándome, yo asentí.

-Lleva todo el día sin ensayar conmigo, ignorándome. No puedo más. - Dije y me apoyé en su hombro.

Ambas levantamos la cabeza cuando la escuchamos acercarse a la mesa, acababa de salir de la ducha con Denna y la rubia la miraba con desaprobación. 

Violeta se extrañó cuando vio que no estaba en mi sitio habitual en la mesa, a su lado, si no que estaba en la otra punta entre Ruslana y Martin, pero no dijo nada.

Durante la cena fue muy notorio que no estábamos bien, se notaba la tensión y lo peor es que no sabía ni por qué estaba mal conmigo. Todos se dieron cuenta de la situación, cuando yo hablaba ella hacía como si no me escuchase y yo le había contestado cortante más de una vez.

Una vez acabamos de cenar me levanté cansada.

- Me voy a ensayar - dije con cierto tono de enfado.

Para mi sorpresa Violeta también se levantó.

-Vamos - Dijo en un tono casi inaudible.

Llegamos a la sala de ensayo sin mediar palabra y en cuanto entré fui directamente a poner la música. Mientras lo hacía sentía la mirada de Violeta perforándome la nuca.

La música empezó a sonar y nos colocamos en nuestros sitios para empezar. Siento su mirada durante toda la parte en la que estamos separadas y se me hace inevitable no mirarla yo también.

En cuanto me acerco ella se pega a mí, juega con mi pelo y acaricia mis hombros, nunca la había visto tan metida en la actuación. Después de estar todo el día sin ella con esto me iba a dar una sobredosis. 

Intenté mantener la seriedad durante la canción, pero en cuanto llegamos al momento de las taquillas me fue imposible. 

Empezamos a cantar muy cerca la una de la otra como había marcado Vicky, Violeta mientras cantaba dio un toque en mi nariz con su dedo y puedo jurar que me olvidé de toda la letra de la canción.

Como malamente pude continué cantando, coloqué mi brazo al lado de su cabeza, simulando que me estaba apoyando en la taquilla. Ella se acercó a mi brazo y apoyó su cabeza, para después empezar a acariciarlo hasta subir su mano hasta llegar a mi hombro. 

Violeta me sonríe y me es imposible no reírme, era evidente que no iba a aguantar haciéndome la enfadada. 

Pasa su mano por mi pelo y como marca la coreografía tiro de ella para acercarla a mi.  Cantamos con nuestras caras prácticamente rozándose hasta que nos toca separarnos para seguir con la coreografía.

Continuamos con la actuación hasta llegar a la última parte cuando volvemos a cantar más cerca la una de la otra. Violeta me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa, agarro su cintura y ella apoya su mano en mi cuello.

La canción acaba y apenas nos separan unos centímetros, siento su mirada bajar a mis labios y mi única respuesta es levantar una ceja. 

Ella empieza a reírse mientras se aleja. Pero cuando apenas está a un metro de distancia vuelve a acercarse y se abraza a mi.

- ¿Se te pasó el enfado? - Pregunto irónicamente.

- Lo siento. - Me contesta con su cara encajada en mi cuello.

Tras un tiempo abrazadas decidimos volver a ensayar, no hablamos más de la incomodidad de esa tarde, simplemente seguimos actuando como lo hacíamos antes.

Paramos de ensayar cuando acabó el directo y yo me fui a la ducha con Ruslana.

- ¿Qué tal el ensayo? - Me preguntó.

-Bien, como siempre, ha sido como si la tarde no hubiese pasado. - Hice una pausa - A veces no entiendo a Violeta. - Comenté resignada.

- Mi pobre guiri enamorada - Cantó Ruslana desde la otra ducha. - Estuviste toda la tarde con carita de perro mojado. Parecía que dejabas un rastro de tristeza y enfado a tu paso.

- ¿Tanto se me nota? - Pregunté.

- Digamos que eres una chica muy expresiva - Me contestó mi amiga. Tras una pausa continuó. - Pero la reportera tampoco se queda atrás.

-¿A qué te refieres? Ruslana no empieces con tus paranoias. - Le dije seria.

-Kiki no son paranoias, la Violeta también está rayada por ti, ¿Si no cómo explicas su comportamiento de hoy? 

Ruslana ya había insinuado en varias ocasiones que a Violeta le pasaba algo conmigo, pero sabía que eso no era así. Violeta tenía novia.

- No lo sé Rus, pero lo que está claro es que Violeta tiene a alguien más y que yo y ella solo somos amigas. - Di la conversación por finalizada y salí de la ducha.

Quería estar sola un rato, así que cogí mi libreta y me fui a la sala del piano. No sé cuánto tiempo pasé allí dentro, pero conseguí escribir una canción casi completa, evidentemente no era la versión final, pero estaba muy orgullosa de lo que había hecho. 

Violeta entró por la puerta de la sala vestida con su pijama rojo y se apoyó en el piano.

- ¿No tienes pensado venir para la habitación? - Me pregunto en cuanto dejé de escribir.

- Quería acabar unas cosas. - Mientras decía eso cogí el móvil y miré la hora, eran casi las dos de la mañana. - Pero creo que esas cosas van a tener que esperar.

Ella me sonrió, no sabía que llevaba en aquella sala casi dos horas, el tiempo había pasado volando, el tiempo siempre pasa volando cuando compongo. 

Salimos de allí juntas y fuimos directas a la habitación, Violeta se tumbó en su cama y yo no supe muy bien qué hacer. No me había dirigido la palabra en toda la tarde y aunque en ese momento estuviésemos bien no sabía si quería que me acostase con ella. 

Finalmente me senté en mi cama y empecé a colocar mis cosas en la mesilla que tenía al lado, Violeta se dió la vuelta y se quedó mirándome.

Nuestras miradas se cruzaron y nos quedamos mirándonos durante unos segundos en los que ninguna de las dos dijo nada. 

Empecé a abrir mi cama para meterme dentro y vi de reojo como Violeta se colocaba más en el centro de su cama. Fue ahí cuando me di cuenta que me había dejado mi sitio de siempre, pero cuando lo hice la pelirroja ya estaba mirando a la pared lista para dormir, así que preferí no molestarla. 

Me tapé con las mantas y me giré hacia la pared yo también. La cama parecía gigante, llevaba más de una semana sin dormir sola y  sentía que la cama había crecido desde la última vez.  Sentía que en el sitio que quedaba libre encajaría perfectamente el cuerpo de cierta pelirroja que tenía a mis espaldas. Pero ya no podía hacer nada. Esa noche dormí sola.