Should we kiss? // KIVI fanfic

3. El baile

Todo transcurría con normalidad, ambas se lo pasaban bien cada una por su lado y no habían tenido que coincidir más en toda la noche.

Violeta, con unas cuantas copas de más y una sonrisa burlona, se acercó a Chiara en medio de la bulliciosa fiesta.

-¿Qué tal, mosquita muerta?  Tan recatada, correcta y perfecta como siempre, ¿no?- dijo Violeta en tono condescendiente- Parece que todo el mundo conoce y adora ya a la nueva y perfecta becaria.

Chiara, frunciendo el ceño, respondió con frialdad.

-No estoy interesada en tus provocaciones, Victoria.- dijo Chiara, diciendo su nombre mal a propósito para hacerle ver que no le importaba.- Me imagino que al resto de la academia la tendrás comiendo de tu mano, pero a mí no.

-¿Victoria?, ¿me ha llamado Victoria?- dijo Violeta para sí, sin ocultar su rostro de confusión. Chiara se apuntó otro tanto. 2-0, Violeta.

Violeta, ignorando la advertencia, continuó con su tono sarcástico.

-Siendo honesta, pareces más una vedette que una verdadera bailarina. ¿Bailas o solo haces movimientos básicos?- a la pelirroja le encantaba la cara de rabia que poco a poco iba dibujando la morena, y eso y las copas que le sobraban hicieron que no pudiera disimular una risa tonta.

Chiara, manteniendo la compostura, no se dejó afectar.

-Mi estilo no necesita tu aprobación.- dijo Chiara con una mirada que ya dejaba entrever su enfado.

Violeta, ahora insinuante, cogió la copa vacía de Chiara y la llenó con una generosa cantidad de ginebra.

-Vamos, dale un último trago y demuéstrame que puedes ser algo más que una mosquita muerta en esa pista de baile y en esta academia.- dijo Violeta, desafiante

Chiara, mirando la copa recién servida, dudó por un momento, pero la provocación de Violeta despertó su determinación. Tomó la copa y se la bebió de un sorbo, sintiendo el ardor del alcohol.

-No necesito demostrar nada a alguien como tú.- dijo en un último intento de no entrar al trapo.

Violeta, con una risa cínica, insistió.

-Adelante, Chiara, muestra tus supuestos movimientos de bailarina. A lo mejor hasta me sorprendes.

Chiara, con una mirada desafiante, dejó la copa en la barra y se dirigió a la pista de baile. La música pulsante llenaba el ambiente mientras Chiara se sumergía en movimientos elegantes y precisos, desafiando la etiqueta de "mosquita muerta". Los espectadores, incluida Violeta, quedaron atónitos al ver la transformación de Chiara en la pista de baile.

A medida que Chiara demostraba su destreza, Violeta, aunque inicialmente escéptica, no pudo evitar reconocer la habilidad de su compañera. La rivalidad se disipó momentáneamente mientras Chiara se convertía en el centro de atención, desafiando las expectativas y demostrando que su talento iba más allá de cualquier etiqueta despectiva.

Al final de la actuación, Chiara regresó a la barra con una sonrisa sutil, dejando a Violeta en un silencio incómodo. La mosquita muerta había revelado su verdadero poder en la pista de baile, y la noche tomó un giro inesperado, desafiando las tensiones entre ambas mujeres.

Con el transcurso de la fiesta, la pista de baile se convertía en un hervidero de energía, envuelta en la música embriagadora que llenaba el espacio. En un giro inesperado del destino, los acordes inconfundibles de "I Kissed a Girl" de Katy Perry resonaron con fuerza, capturando la atención de todos los presentes y transformando la atmósfera en un torbellino de emoción intensa. En medio de la multitud, Chiara y Violeta, portadoras de una tensión palpable, se encontraron cara a cara como si la melodía las hubiera convocado a un duelo encubierto.