Capítulo 5

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Pov Pamela

Hoy es el día en el cual van a vender mi lugar de paz, aquel refugio que siempre me protegió de todo lo que pasaba en el exterior ahora va a pertenecer a un desconocido. No tuve ganas de levantarme por lo cual me quedé con mis pensamientos mirando hacia el techo de aquella celda, perdiendo esperanzas de salir de este lugar.

Llegó el pingüino con una bandeja de desayuno dejándola en el piso de mi celda, ese hombre no me agradaba y se que lo hacía todo con dobles intenciones de obtener algo de mi.

"Debes comer plantita o nunca recuperaras ese asqueroso lugar al que llamas hogar" me volteo dándole la espalda no sin antes mostrarle el dedo medio

"Pudrete pinguino hoy no estoy de humor" gruño sin poder evitarlo al escuchar su risa asquerosa

"Si recuperó aquel lugar puedo vendérselo a un buen precio pelirroja" luego de aquello se va y pateó la pared con irá, frustración además de tristeza

Decido comer lo que me trajo inspeccionando antes de meterlo en mi boca, al finalizar lanzo la bandeja a un guardia en la cabeza y veo como cae como un muñeco, a lo cual solo suelto una risa, estaba enojada en ese momento podía hacer lo que yo quisiera.

Me retienen luego de enojarme con el mundo y me mandan a aislamiento, puedo ver a mi doctora favorita con cara afligida pero lo único que puedo pensar o hacer es descargar mi furia en algo, por lo cual luego de golpear un par de guardias me noquean dejándome en el suelo.

Pasan varios días en los cuales me quedo sola con mis pensamientos, aun triste pensando qué persona desalmada compro aquello que era mío, qué pasaría con mis amadas plantas o simplemente imaginando un futuro al lado de mi doctora favorita. Cuando abren la puerta me echan agua con una manguera y suelto un grito de dolor para luego escuchar la risa de los guardias que disfrutan torturandonos.

"¡Jodanse! ¡Los voy a matar cuando salga de este asqueroso lugar!" gritó con todas mis fuerzas hasta que me colocaron las esposas y el collar llevándome de nuevo a mi celda

Me estaba quitando la camiseta mojada cuando escuchó abrirse la celda y con mi cepillo de dientes en forma de cuchillo apuntó a la persona que entro, sin darme cuenta que es mi amada doctora suelto un suspiro de satisfacción cuando veo cómo sus ojos se quedan en mi cuerpo

"¿Se comieron la lengua los ratones doctora?" suelto una leve risa colocandome una camisa seca suspirando de alivio luego de aquel encierro

"Te ves muy sexy" ella se acerca a mi hasta que sus manos se acomodan sobre mis hombros, paso mis manos por su cadera hasta su trasero, hoy traía una falda que hace que su trasero resalte.

Bajo mis labios hasta empezar un beso frenético y hambriento mientras mis manos van desde sus nalgas hasta su pecho, de un momento a otro la acorralo contra la pared bajando mis labios a su cuello abriendo su blusa con brusquedad escuchando sus gemidos hasta que nos detenemos de golpe al escuchar unos pasos acercarse a la celda esperando que la oscuridad que nos brinda la celda sea suficiente para ocultarnos.

Con la respiración agitada sigo masajeando sus pechos por encima de aquel encaje soltando un leve gemido sin poder evitar sentirme excitada por el momento que estamos teniendo.

"Detente, por favor, nos pueden descubrir" la escucho murmurar cerca a mi oído, gruñó con frustración alejándome para acabarme de cambiar bajo su mirada de escrutinio

"Doctora espero que no trate de esa manera a todos sus pacientes o voy a tener que amenazarlos para que no asistan a su consulta" intentó bromear mientras ella suelta una pequeña risa, ella se para frente a mi nuevamente con la blusa arreglada mostrandome un papel

Amor de Manicomio (Harley Quinn y Poison Ivy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora