Osvaldo y Félix

159 18 6
                                    

Últimamente Osvaldo se sentía solo. Cómo ahora que veía un vídeo mientras almorzaba. La sensación de vacío estaba más presente que nunca.

Desde que se distanció de Samantha, sus días se volvieron más monótonos. No es que no tuviera más amigos, pero extrañaba las ocurrencias de la rubia, tanto cuando compartian juntos en persona como cuando lo hacían en directo.

Los golpes en la puerta lo sacaron bruscamente de sus pensamientos. Extrañado, se levantó de la silla y se aproximó para abrir.

Su sorpresa fue enorme al encontrarse con Félix al otro lado de la puerta.

—Hola, Valdo. ¿Puedo pasar? —preguntó Félix, rompiendo el silencio que había reinado por unos largos segundos.

Osvaldo, desconcertado, no sabía qué podía querer, o por qué había ido a verlo.

—¿Interrumpí algo? —inquirió Félix al no obtener una respuesta inmediata.

—No... Es solo que no esperaba verte... Pasa— respondió Osvaldo, saliendo de su trance y haciéndose a un lado para permitirle la entrada al pelinegro.

Avanzaron juntos en silencio para sentarse en su sofá.

—¿Cómo estás, Valdo? —preguntó Félix con una mirada seria y una nota de preocupación en su voz.

—Estoy bien, gracias —respondió Osvaldo, tratando de darle una sonrisa —¿Te gustaría algo de beber o comer?—

Félix negó con la cabeza.

—No, gracias. Solo quería pasar a asegurarme de que estuvieras bien. Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que hablamos.—

La mente de Osvaldo giraba mientras intentaba mantener su fachada de normalidad. Sabía que tarde o temprano lo enfrentarían por su ausencia, pero no esperaba que esa persona fuese Félix.

—Sí, he estado ocupado con algunos proyectos— respondió Osvaldo, tratando de sonar tranquilo.

Félix lo observó en silencio por un momento antes de hablar de nuevo.

—Valdo, sé que no te conozco tan bien como Samantha, pero puedo sentir que algo está mal. ¿Realmente estás bien?—

El tono amable del pelinegro hizo que Osvaldo se derrumbara. Se sintió abrumado por la preocupación de su amigo y el sentimiento de culpa.

Una oleada de emociones lo invadió, y no pudo contenerse más. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, traicionando su intento de mantener la compostura. Se sentía culpable por preocupar a Félix, el no creía merecer esa empatía.

—Puedes contarme lo que sea, estoy aquí para ti —insistió Félix, poniendo una mano sobre el hombro de Osvaldo.

Pero las palabras de Félix solo hicieron que Osvaldo se sintiera aún peor consigo mismo. Las lágrimas seguían fluyendo y sus palabras salieron entrecortadas por sollozos.

—Soy un mal amigo. No merezco tenerte aquí consolándome.—

Félix le dio una mirada comprensiva y conmovida.

—Valdo, eres un gran amigo. Me lo has demostrado todo este tiempo, con solo ver como eres con Samantha puedo notar tu calidad como persona—

Osvaldo podía sentir que explotaría y le confesaría todo en cualquier momento.

—Si supieras... si supieras... me odiarías.—

—No importa lo que sea. No hay nada que pueda cambiar mi opinión sobre ti. Por favor, cuéntame qué pasa.—

Three Beats [Riversgg] [El Mariana] [Producción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora