El camino al cielo, pasa por el infierno

52 5 1
                                    


Capítulo 1

El camino al cielo, pasa por el infierno

-¿Listo? -Dejo salir un suspiro y asintió. Mientras sus puños apretaban con fuerza el pantalon. Levanto la mirada y observo lo que acontecia mas alla del auto en donde se encontraba.

A pocos metros, había una pareja de ancianos atendiendo un jardín. La mujer tenía la cabellera de color rojo y el hombre el pelo completamente blanco.

-Son ellos. -Las dos palabras, estaban casi ahogadas en su garganta. No parecía tan listo como creía realmente. Realmente, no sabia si realmente podria estar listo alguna vez para lo que estaba por suceder. Sintio que algo rodeaba su cuello y le cortaba por momentos la respiracion.

-Sí, ellos son tus abuelos. -Espero a que el chico regulara sus emociones y abrió las puertas.- Vamos.

-Si, vamos. -Ignorando la presion en su cuello, salio tambien del vehiculo. No dejaria que ese temor, esa cadena, lo detuviera.

Ya habia salido del infierno y no tenia derecho a retenerlo.

...

-El jardín debe estar impecable para cuando lo traigan. -La mujer sermoneaba al hombre, desde de la desaparición de su hija habían descuidado mucho la casa. Haciendo solo lo necesario para mantener el lugar en pie.

Hace un mes, unos policías vinieron a verlos.

Les informaron que habían encontrado a su nieto, en el país vecino, y ahora había sido repatriado. Tristemente, no sabían que había sido de su hija o si lo sabían, tal vez la verdad era tan terrible que no querían decirla al par de ancianos.

Al inicio estaban escépticos ante las noticias que le daban, a pesar que uno de los policías presentes era el comisario y viejo colega del hombre. Este había llamado antes, diciéndole que lo iban a ir a visitar y que estuvieran preparados para las noticias. A pesar que no quiso anticiparlos, algo les decia que tenia que ver con su hija.

No esperaban que fuera un nieto caido del cielo.

Les habían mostrado una foto del muchacho y el examen de A.D.N comparado con la muestra que poseía la policía de su hija. Cuando vieron la foto del muchacho, los ancianos no tuvieron la menor duda de que el chico era su nieto.

Ese cabello rojo y esos ojos azul-celestes llenos de vida. Habían pasado años desde que pudieron tener una mirada de esos ojos... La anciana rompió a llorar cuando vio la foto.

Luego de un mes, hace unos días habían aceptado tener un breve encuentro con su nieto. Tenían muchas dudas y muchos miedos... Pero aun así, sin darse cuenta arreglaron toda la casa y se pusieron sus mejores ropas.

Solo que mientras aguardaban, se encontraron con un par de hierbas malas arruinando el hermoso paisaje que tanto se habían esforzado por armar.

El hombre alzo la cabeza para decirle a su señora: que en vez de retarlo tanto, le ayudara... Pero sus ojos se posaron en uno de los dos visitantes, habían estado tan concentrados que no notaron cuando llegaron.

-Alicia... -La voz del anciano se quebró cuando llamo a su esposa y luego, con pasos temerosos, comenzó a caminar con los ojos de a poco nublándose. -Nuestro...nieto...

Maximiliam Dupont, policía retirado y famoso por ser un alfa duro en su mejor momento, al inicio no estaba muy seguro sobre este nieto que apareció de golpe. Tenía un odio que llevaba hace años guardado y pensaba que ver al muchacho solo sería darle más alimento a ese odio.

Pero cuando al fin tuvo al fruto de esa tragedia delante de él, lo que sintió fue una extraña sensación de paz. Como si se le hubiera devuelto algo valioso perdido hace años... Como si llevara años perdido en un laberinto oscuro con paredes negras, donde no podías ver donde estaba el camino. De golpe una luz aparece y te reconforta, te indica qué camino seguir... para salir de ese infierno y llegar al fin al esperado cielo.

Los ojos del chico están llenos de lágrimas, brillan con expectación y temor. Sus ojos son iguales a los de ellos dos... Tiene miedo e ilusiones con este encuentro.

-Mi nieto...- Su esposa es la primera en avanzar y agarrar en sus brazos al muchacho delante de ellos. Sus pasos la alcanzan y también lo abraza, siento un gimoteo y el joven comienza a llorar en sus brazos.

Como un niño pequeño que por un momento perdió a sus padres de vista y se creyó abandonado... Y una vez que los encuentra de nuevo siente confort al encontrarse de nuevo con ellos y ser consolado por ellos. El cuerpo tiembla, tiembla más que el suyo y eso le parte el corazón.

¿Qué vivió su nieto en ese horrible país? ¿Qué vivió su hija cuando fue engañada para llegar allí?

Llora, tanto por la felicidad perdida y la felicidad encontrada.

Así abrazados, delante del asistente social, los tres miembros de la familia Dupont lloraron en su reencuentro.

Lloraron, que luego de transitar un largo camino por el infierno... Llegaron al tan esperado cielo.

Y lo que encontraron en ese cielo, fue algo realmente hermoso. Encontraron a su familia.

Alexandre, luego de cinco años de tormento y toda una vida soñando...

Encontró a su familia.


Tus cadenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora