² Sangre fría | Han Jisung

sangre fría | 06

Subí en el ascensor mirando los números ascender poco a poco hasta llegar a mi destino, en cuanto bajé de él un grupo de personas entró, caminé por el pasillo intentando lucir despreocupada, pero estar encerrada con mi acosador no era algo que me agradara definitivamente, toqué el timbre escondiendo mis manos en los bolsillos de mi suéter, la mañana había comenzado algo fría.

La puerta se abrió y no vacilé en entrar. Jisung vestía con algo cómodo para estar en casa, su cabello estaba despeinado, se acercó a mí tomando mi rostro entre sus manos besando mis labios. Correspondí por obligación como costumbre.

— Aquí estoy, por favor no comiences con rodeos y dime...

— ¿Quieres algo de beber o comer? —tomó mi mano llevándome a la sala haciéndome tomar asiento— ¡Oh! ¿Comiste algo?

— Jisung —reproché— ¿Cómo es que te llegó la respuesta de Hyunjin cuando a mí nunca me llegó?

El castaño rodeó los ojos cruzándose de brazos siguiendo aún de pie.

— Piensa.

— No puedes hackear mis cosas.

— Ya lo hice —se encogió de hombros.

— ¿Realmente has perdido la cabeza conmigo? —intenté decirlo de otra manera— ¿Qué pasa por tu cabeza? ¿Crees que lo nuestro será por siempre? ¿Crees que nuestra relación es normal?

— Claro que sí —se sentó a mi lado tomando mi mano— Sé que sólo debo enseñarte y ya está, el dolor es parte de nuestra relación—besó mis labios mientras yo escuchaba aterrada esa locura.

— ¿Cómo supiste lo de Hyunjin?

— Espera —se levantó. Desapareció un momento y regresó con su laptop —Él me escribió.

— ¿Te escribió? —quise reírme, pero eso probablemente lo enojaría— Es imposible, Hyunjin cree que estás muer... —callé al ver la pantalla.

El mensaje era realmente de Hyunjin.

De: Hwang Hyunjin.
Para: Han Jisung.

Jisung, detente, hablo enserio, esto está pasando el límite. Deja a esa chica en paz, ella no te ha hecho nada. ¿Por qué esa obsesión? ¿Realmente la quieres? ¿Realmente la amas? Por favor, déjala en paz.

No hagas que la historia se repita de nuevo.

— ¿Ahora me crees cuándo te digo que confiarás en mí? —me miró sonriendo triunfadoramente.

"Esto... Esto es..."

Leí el mensaje varias veces sintiendo curiosidad por lo último. El correo era el mismo al que yo había escrito. Esto no tenía sentido, Hyunjin no sabía nada sobre las personas que vivieron en esa casa, él enserio lucía sorprendido y preocupado... por mí.

— Yo... —me calló levantando su dedo para comenzar.

— En efecto, lo admito, él no sabía que mis abuelos vivían en esa casa porque cuando él y su madre llegaron al vecindario Hyunjin era un bebé.

— ¿Por qué me golpeaste cuando iría a almorzar a su casa si sabías quien era ese chico? —lo miré acusadoramente.

— Porque él no es bueno para ti.

— Esto es... —me levanté pasando mis manos por mi cabello— Insólito, ve al grano.

— Jennie, verte en casa de mis abuelos fue casi un regalo, mi chica perfecta estaba ahí—dejó la laptop a un lado— Ha habido muchas más antes de ti, pero todas ellas terminan por aburrirme.

"Aburrirle"

— ¿Qué les hiciste?

— Digamos que signifiqué tanto para ellas que están en un psiquiátrico— sonrió ampliamente— Contigo será diferente.

— ¿Cómo llegaste a Sydney? ¿Qué pasó con tus padres?

— ¿Mis padres? —frunció su ceño negando con la cabeza— Ellos nunca estuvieron en mi vida, siempre fueron mis abuelos, la abuela es perfecta usando eso de brujería y lo demás, gracias a ella estuve despierto durante el coma, por eso te conocí.

"Este tipo está loco"

Retrocedí mirándole.

— El coma pasó y vine a Sydney, ella me trajo aquí, sorpresa me llevé al verte en la universidad —se acercó— Por eso eres diferente, el destino nos quiere juntos.

— ¿Qué me dices de los chicos? ¿Por qué no lo saben?

— Porque ellos no entenderían nuestra forma de amarnos... —siguió acercándose, tomó mi muñeca jalándome a él, me abrazó respirando en mi cuello causándome escalofríos— Rosé no lo entiende, debes alejarte de ella, quiero que vivas conmigo, quiero que te quedes aquí conmigo —sus labios depositaron pequeños besos— Quiero que a cada minuto seas mía, Jennie.

— Jisung —retrocedí apartándolo con suavidad— Tú... ¿Eres consciente de que... esto no tiene sentido?

— ¿Por qué?

— ¿Por qué? ¡Nos conocimos cuando se suponía que estabas muerto! —bufé— ¿Tu abuela usaba brujería? ¿Te hechizó y esas cosas? ¿Hyunjin...? Esto suena como un mal chiste, estos abusos y golpes...

— Si me crees o no, no importa, pero tú te quedarás conmigo.

— ¡No!

— Jennie, te estás portando mal de nuevo—abultó sus labios—Discúlpate.

— Y tú eres un loco que no sabe que mentiras decir, ¡No me importa si Hyunjin lo sabe o no, pero todos mintieron! —mentí. Si me importaba lo de Hyunjin y mucho.

Necesitaba hablar con Rosé.

"Al final sólo cuento con ella"

Caminé a la puerta con pasos firmes pero el chico jaló mi brazo empujándome contra la pared dejándome algo adolorida por la espalda, tomé la lámpara junto a mí arrojándosela, el jarrón con algunas flores y que estaba lleno de agua también se lo arrojé, pero al intentar correr a la puerta jaló mi cabello, rasguñé su rostro forcejeando, jadeé de dolor mordiendo su brazo lo más que podía logrando que me soltara.

— ¡Maldita perra! —golpeó mi mejilla enviándome directo al suelo. Sentí algo metálico en mi boca, un sabor extraño, escupí en la alfombra la sangre acumulada e intenté levantarme pero Jisung lo impidió colocándose sobre mí sujetando mis muñecas con fuerza— Tengo una gran idea, nena, iremos a visitar a mi abuela... y tú te comportarás mejor con lo que te hará —sonrió besando mis labios mordiendo el inferior lastimándome, sus labios delgados se mancharon con mi sangre y lucía fuera de sí por completo—Ya estoy cansado de darte castigos, si no aprendes por las buenas aprenderás por las malas pero tú, Jennie Kim, no vas a dejarme.

Le escupí en el rostro y se echó a reír divertido arrojando un último golpe a mi rostro que me dejó inconsciente.