La Última Omega. (SasuSaku fanfic+18)

Epílogo 🍅

Pov Sasuke

"Nunca pensé que vería a mí futuro alfa temblando."

Le enseñe los colmillos a Naruto, listo para atacar si seguía fastidiando.

SaKu estaba nerviosa y su estrés pasaba directo a mí a través del vínculo que teníamos.
Sumado a mí propio estrés y nerviosa, se puede decir que era una bomba lista para estallar.

"Déjame decirte que esto no ayuda con tu reputación de malote, ya sabes..." Se sumó Itachi a la burla.

Mire de uno a otro molesto. Papá se mantenía sabiamente callado, pero su sonrisa empezaba a joderme también.

"¿No tienen otro sitio donde estar, nosé, tal vez otro alfa al cual molestar?" Gruñí.

"Todo va a salir bien tesoro. No estés tan ansioso." Me dijo mamá. La abracé y besé su frente.

"Gracias má, me gustaría que solo estemos tu y yo esperando..." Gruñí.

Las risas de Itachi y Naruto resonaron en la sala de espera.

Hinata salió de la sala y me hizo una seña.
Me acerque feliz de librarme de esos dos idiotas.

"Ya estamos listos para empezar, me dijo la compañera de mí beta. Quién ahora también era mí familia."

Me acerque a la cama dónde Saku estaba acostada, semi sentada y jadeando.

"Ya vienen..." Me dijo.

"Alfa, puedes sentarte detrás de ella y sostenerla." Indico la joven sanadora.

Hice lo que me pidió, rodeando a Saku con mis brazos.
Tomé su mano, y besé su cabeza, que me llegaba a la altura del pecho su cuerpo se acurrucó contra mí.

Ella gimió, sollozo y me insultó fervientemente, mientras los trillizos venían al mundo.

"Ya está, ya está nena, solo un poco más."
Infundi todo mí amor en nuestro vínculo mientras ella tenía  a nuestros bebés.
Era muy importante que tuvieran contacto con ambos desde el inicio.
Hanna los limpio a medida que iban naciendo.

La primera fue Sarada, mí cachorra era tan hermosa que incluso un alfa duro y fuerte como yo, soltó algunas lágrimas al cargarla.

Luego llego Haru, un cachorro gritón que se hizo sentir en toda la clínica, y por último Sumire, su hermana, tan pequeña que pensé que no lo lograría, pero demostró tener el espíritu feroz de su madre, que compensaba su tamaño diminuto al lado de sus hermanos mayores.

Una alfa que además era una Omega, un beta fuerte protector y otra omega dulce y pequeña, es lo que mí instinto susurraba sobre mis hijos. Un alfa siempre sabía cuál era el lugar de cada cachorro en una manada.

¡Por la diosa Luna! Iba a tener las manos bien llenas con estos pequeños.

"Los tres son adorables, felicidades a ambos." Dijo Hinata, antes de limpiar a mí compañera y dejarnos solos con los bebés que Hanna nos había acercado.
Estas primeras horas de conocernos piel con piel, eran muy importantes, los bebés ya estaban vinculados a la manada, desde su concepción, pero ahora, llevarían mí olor, que los protegería de cualquier peligro. Todos los cachorros eran sagrados, pero los hijos de un Alfa eran aún más importantes, puesto que de ellos, surgiría el futuro líder de la manada, mí sangre corría por sus venas, junto con mi legado.
Y Sarada era el futuro de Moon blood.

"Debés alimentarlos cariño."
Mire a mí exhausta compañera.

Saku tenía el instinto y no necesito ayuda para ocuparse de sus crías.

Cuando los tres estuvieron llenos, fue mí turno de ocuparme de ellos. Para que Saku pudiera descansar y recuperarse del parto.
Era una loba fuerte, estaría caminando por la reserva está misma noche.
Sonreí mirando a mis bebés en la cuna, los tres respiraban pausado y sus pequeños deditos buscaban el contacto con el de al lado.
Seguramente recordando su tiempo juntos en la panza.

Los arrope con mí propia camiseta, para que mí olor los calmara y permanecierán dormidos un largo rato.

Me recosté junto a Saku y la abrace fuerte.

"Te amo pequeña, estoy muy orgulloso de ti."

Sus ojos somnolientos me miraron y suspiró escondiendo el rostro en la curva de mí cuello.

"También te amo Sasuke, y soy muy feliz."

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Dos pequeñas y un niño. Ese fue el resultado final.
Espero que les gustará.

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