Hablando con Draco

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Los tres amigos se dirigieron hacia la puerta de Draco con una mezcla de curiosidad y preocupación. Blaise golpeó suavemente.

Blaise: Draco, ¿puedo pasar?

Después de un breve silencio, la puerta se entreabrió y Draco asomó la cabeza con una mirada indescifrable.

Draco: ¿Qué quieren?

Pansy:Estamos preocupados, Draco. ¿Te importaría si entramos?

Draco se apartó para dejarles paso, y los amigos entraron en la habitación, que estaba sumida en una penumbra incómoda.

Blaise: ¿Cómo estás, Draco?

Draco: (molesto) No es asunto suyo. ¿Qué quieren realmente?

Goyle: Solo estamos aquí porque nos importas, amigo. Pansy está muy preocupada

Pansy: Sí, Draco. No puedes cerrarte así. Habla con nosotros.

Draco evitó sus miradas, pero su expresión revelaba una mezcla de rabia, confusión y dolor.

Draco: No hay nada que pueda decirles. Déjenme solo

Blaise:Entendemos que no quieras hablar ahora, pero estamos aquí para apoyarte. Si alguna vez decides compartir lo que te preocupa, sabes que puedes contar con nosotros.

El cuarto quedó en un incómodo silencio. Pansy caminó hacia Draco y colocó una mano reconfortante en su hombro.

Pansy: No importa lo que haya pasado, Draco, estamos aquí para ti. No estás solo.

Draco finalmente se dejó caer en su silla, como si la carga que llevaba fuera demasiado pesada.

Draco: ¿Por qué se preocupan tanto? No es como si me importara lo que piensen

Goyle:Claro que te importa, Draco. Todos somos amigos aquí.

Blaise:¿Recuerdas cuando nos conocimos en el tren hacia Hogwarts? Éramos solo unos niños. Hemos pasado por mucho juntos desde entonces.

Draco miró a sus amigos, sintiendo una extraña mezcla de gratitud y resentimiento.

Pansy:Lo que sea que esté pasando, Draco, no tienes que cargarlo solo. Si alguna vez decides hablar, estaremos aquí para escucharte.

Draco asintió débilmente, pero sus ojos reflejaban una tristeza profunda.

La habitación se sumió en un silencio incómodo, y Pansy, sin pensarlo dos veces, se acercó a Draco y agarró sus manos con suavidad. La sorpresa se reflejó en los ojos de Draco, pero no retiró sus manos.

Pansy: Puedes decirnos todo, o nada si es lo que más te hace sentir cómodo, pero nos duele verte así y queremos ayudarte

La expresión de Draco se volvió aún más complicada, como si estuviera lidiando con un torbellino de emociones. Pansy, a pesar de su preocupación genuina, no pudo evitar notar la extraña sensación que le recorría al tocar las manos de Draco. No era incómoda, pero tampoco podía describirla claramente.

Pansy sintió la presión de las manos de Draco correspondiendo al gesto, y sus miradas se encontraron por un breve momento. En ese instante, Draco pareció titubear, como si estuviera a punto de decir algo y, sin darse cuenta, se le escapó un susurro.

Draco: ...es Potter

La mención de Harry dejó a los tres amigos atónitos, mientras sus mentes comenzaban a tejer historias basadas en sus suposiciones anteriores. Pansy, notando la tensión en el agarre de las manos de Draco, decidió acariciarlas suavemente, intentando transmitirle un gesto de apoyo.

El Libro de mi Corazón: Palabras Guardadas para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora