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Caminemos. Sin rumbo alguno, caminemos.
El cielo, lo ví infinito y luego te encontré.
Pero las hojas caen, el sol se esconde y nuestro amor se esfuma como el sueño de anoche que ha sido olvidado; como el calor del té una mañana de invierno.

Parte UNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora